La motocicleta aceleró y Alessia se aferró al cuerpo de Meyer hasta que llegaron nuevamente al edificio, ya la puerta estaba cerrada y todas las luces de la habitaciones se encontraban aparentemente apagadas, bajaron juntos y caminaron hasta la puerta, pero inmediatamente las abrieron se encontraron con todos, observándolos fijamente, unos con rabia, otros con curiosidad.
—¿Qué? ¿Una reunión extraordinaria o qué? —preguntó Meyer de mal humor.
—¿Dónde estaban? —escupió Vita.
—Por ahí —le contestó el hombre con desinterés.
—Dejaste solo tu propio negocio —Vita se colocó de pie y caminó hacia él.
—¿Acaso te costó tomar el mando? —Meyer cruzó sus brazos, Vita era su amigo pero no permitiría falta de respetos de su parte.
—¡El maldito lugar se llenó y tú estabas por ahí con ella jugueteando como si no tuvieran responsabilidades! ¡Es tu negocio no mío! ¡Gano lo mismo que todos aquí! ¿Por qué diablos debo hacerme yo responsable de tu trabajo?
—Porque eres mi amigo...
Un pesado e incómodo silencio se formó entre todos, Meyer muy rara vez pedía favores en nombre de la amistad, pero esta vez a todos les tomó por sorpresa ¿En serio ese duro hombre se estaba ablandando?
—Tú, Robin, Francia, ustedes no son solo empleados, son amigos, personas con las que he forjado años de amistad y confianza, me ausenté una maldita noche, una noche en donde quería alejarme de sus quejas y sus peleas, lamento no avisar, solo quise estar a solas con mi novia por un rato ¿Es mucho pedir?
Nadie dijo nada.
—Estoy aquí todo el día, Alessia y yo no tenemos privacidad ¡Solo necesitaba eso! ¡Un poco de privacidad con la mujer que me hace feliz! ¡¿Acaso eso es mucho pedir?!
—Será mejor que vayamos a descansar, fue una noche algo trajinada —dijo Francia con una sonrisa antes de acercarse a Alessia, quien se veía bastante apenada.
—Si ustedes me piden días libres ¡Bien! ¡Tendremos más días libres! Pero dejen de meterse en mis cosas como si fueran mis malditos dueños, somos amigos, no abusen de eso reclamándome por algo a lo que tengo derecho.
—Tranquilo hermano —Robin habló tratando de relajar el ambiente—. Yo por mi parte te entiendo, además Kyan fue de mucha ayuda.
—¿Te quedarás? —le preguntó Meyer al moreno.
—Sí, me quedaré, Dalton ya se fue así que es un hecho.
—Bien, entonces resolvamos esto ahora, lunes y martes serán días de descanso, no recortaré salarios pero si pido comprensión y que dejen de meterse en mi vida, eso es todo.
Meyer se adentró en el edificio dejando a Alessia con una muy preocupada Francia, Dalis por su parte se acercó a la chica con aires de altivez.
—Te lo dije Francia, ahora se empiezan a ver los favoritismos.
—¡Dalis basta!
—¿No es claro? Nosotras matándonos trabajando aquí mientras ella estaba quien sabe en qué motel cogiendo con Meyer ¿Te crees muy inteligente, no es cierto Alessia?
Pero la chica no le respondió nada, simplemente se acercó a Dalis y le dio un fuerte golpe en la cara demostrándole su mal humor y su desagrado, se sentó sobre ella y le dio varios golpes dignos de una campeona según la percepción de Kyan antes de ser levantada por Robin.
—¡Maldita zorra hija de puta! —le espetó Dalis colocándose de pie con dificultad.
—¡Tú eres la zorra! —le gritó Alessia de malas.
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en las manos de Meyer King
RomanceMeyer King y Alessia Cohen tuvieron su historia, tuvieron su pasado y después de una abrupta separación él prometió odiarla hasta la muerte. Ahora una tragedia los ha obligado a unirse nuevamente, los miembros de "La Jaula" deberán aceptarla a las m...