Capítulo 2

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-Mañana nos iremos de luna de miel a un crucero por el Caribe. -Comentó mi ahora padrastro, Chad, mientras sorbía su jugo de naranja.

Estábamos desayunando en un lujoso restaurant, Gielle's. Hoy terminan de llevar nuestras cosas a la casa de los Grier, ya que supuestamente nuestro departamento no es suficientemente grande para toda la familia, pero vaya, tenemos una terraza muy bonita en donde duermen los perros, quién dice que los orangutanes no podrían dormir ahí. Madre, está bien que ames a Chad, pero arrastrarme a esta tortura de vivir con ese par de idiotas es totalmente injusto. -Aunque podría sacar un poco de ventaja con esto. -Pensé en voz alta.

-¿Qué dijiste hermanita? -Dijo Nash intentando llamar mi atención. Esa últma palabra me revolvió el estómago.

-Necesito un poco de aire, al rato regreso. Y Nash... intenta controlar un poco tu ironía, se nota a kilómetros. -Dije levantándome de la silla.

Después de un rato peleando conmigo misma decidí volver a la mesa, pero ya todos estaban recogiendo para irse a casa. En el auto nadie hablaba, sólo se escuchaba la respiración de mi asmática madre.

-Lo siento ___, no tenemos una habitación para ti, así que pusimos tus cosas en la habitación de Will, espero no te moleste. -Dijo Chad entrando a casa.

-Oh no, para nada, no hay problemas. -Respondió mi madre por mí.

-De todas formas podría también dormir conmigo. -Insinuó Nash mientras ponía su brazo derecho sobre mi hombro.

-¡Nash! -Lo regañó Chad.

-Sólo intentaba ser amable.

-Cuanta amabilidad de tu parte, querido. -Dijo mi madre con ironía.

-Te dije que eran asquerosos. -Le contesté a mi madre.

-___, compórtate.

-Pero él fue el que empezó. -Reproché.

Estuve toda la tarde acomodando las cosas a mi gusto en mi nuevo cuarto. Hasta que calló la fría noche y bajé para cenar. Chad y mi madre habían salido a cenar junto con Skylynn, al parecer es hija de Elizabeth su anterior matrimonio, pero no es hija de Chad ya que lo tuvo con otro señor, la verdad no sé como es ese arroz con mango.

-¡NASH, HAYES! ¿Dónde están?

-¡En la sala de juegos! -Escuché decir a uno de los dos, no sé quién exactamente.

-Bien. -Grité. Sólo pregunté para no entrar ahí, no quería verle las caras.

Subí a mi habitación y me acomodé para dormir. -Mañana empieza el juego. -Susurré.

¡VOTEN Y COMENTEN, HERMOSAS! Kisses.

Sólo es un juego (Nash Grier-Hayes Grier y tú) [HOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora