ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀɪᴜɴᴏ

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Un montón de cajas fueron derribadas a su lado izquierdo antes de que el tráiler comenzara a moverse, cuando giraron su vista hacia ese lugar, vieron a Taehyung levantarse a duras penas del suelo y correr hacia ellos con una sonrisa cuadrada plasmada en el rostro —¡Jimin hyung!— se colgó de sus hombros, sin poder evitar llorar al recordar el día en que lo conoció, cuando Jimin visitaba la base por primera vez.

—Hola, Taehyung— lo saludó en voz baja, correspondiendo torpemente al repentino y cálido abrazo del chico rubio.

Vieron a Jungkook aparecer cojeando por el mismo lugar de donde había salido Taehyung, ya le habían sacado la bala de la pierna, pero la herida aún permanecía abierta y eso lo hacía tambalearse, Hoseok se acercó a él para ayudarlo a caminar —Jimin hyung, me alegra mucho ver que estás bien— le dijo, sin poder contener una mueca de dolor, el mencionado sonrió, sintiéndose verdaderamente en casa otra vez, solo había compartido con Jungkook un par de veces, pero aún así ese joven estaba ahí, desgastándose físicamente y siendo parte de las personas que ayudaron a rescatarlo.

Yoongi besó la frente de su menor y llamó a Taehyung con la mirada para apartarlo de sus demás compañeros, necesitaban hablar un par de cosas acerca de la seguridad —Ahora que estamos volviendo, necesito que el orfanato que está sobre el cuartel principal quede lo más protegido posible— le dijo casi en susurros, el tráiler ya estaba en movimiento, ronroneando suavemente bajo sus pies. Sus amigos conversaban animadamente con Jimin, sacándole más de una fugaz sonrisa, eso era bastante bueno, porque a nadie le gustaría saber que la seguridad de unos niños indefensos estaba en peligro —Hasta que no nos aseguremos de que Dywen de verdad quedó reducido, quiero que se suspendan las rondas nocturnas y que esos sicarios se dediquen a vigilar cualquier movimiento sospechoso. De todas formas le avisaré a Seokjin hyung para que esté al tanto de lo que va a suceder.

Taehyung asintió —¿Quiere que interfiera las cámaras del orfanato también?

—Sí— Yoongi pensó por un momento —Y aumenta la paga de las personas que están  infiltradas en la policía, ahora más que nunca necesitamos saber sus movimientos. 

Taehyung volvió a asentir, buscando su maletín con la mirada, luego de que consiguió la señal de Robert, lo tiró en cualquier parte del trailer para dedicarse a ayudar a Jungkook —Eso estará listo antes de que lleguemos al cuartel.

El pelinegro suspiró, notando la mirada que un curioso pelinegro mantenía sobre ellos, como si estuviera vigilando algo que fuera de propiedad —Una última cosa, Tae— el chico emitió un sonido de afirmación, indicando que lo escuchaba —¿Tienes algo con Jungkook? No ha dejado de observarnos desde que comenzamos a hablar— Taehyung ladeó la cabeza, sin entender a lo que se refería su líder. Intentó girar su rostro para ver lo mismo que Yoongi, pero este lo frenó —Olvídalo, no te preocupes, creí que se traían alguna relación o algo.

El rubio quedó estático, y luego de eso comenzó a reír disimuladamente, tapando su boca con la palma de la mano —No, hyung. A mí me gusta otra persona, Kook solo es un amigo al que le debo la vida, literalmente— Yoongi formó una o con sus labios al oír lo que le dijo su menor, pero la verdad es que no estaba tan sorprendido, porque desde que Taehyung se unió a su organización, el pelinegro supo que ese chico sentía algo por Hoseok, pero que jamás se había confesado. Y a él como exportador terciario, no le correspondía entrometerse.

—Sí, no te preocupes, no tienes que darme explicaciones— murmuró Yoongi, avergonzandose por pensar que sus menores tenían algo —Puedes comenzar con lo que te pedí. Gracias.

Taehyung encontró su computadora tirada en medio de todas las cajas, la tomó entre sus brazos y se acomodó en un rincón del sucio tráiler a trabajar en lo que le ordenó su líder. Yoongi observó a su alrededor y por primera vez se sintió en paz, pero volviendo al cuartel aún quedaban varios temas pendientes, uno de ellos era conversar con Minhyun y Yangyang para pagarles lo acordado por sus servicios, otro era hablar con Robert para saber qué harían con el estado emocional de Seokjin. Se pasó una mano por el cabello lleno de polvo, suspirando cansado y deseando dormir como mínimo una semana de corrido.

—Hyung...— sintió el llamado de Jimin a su espalda y se dio vuelta, el abrigo que traía puesto le quedaba realmente grande, Yoongi no era consciente de la diferencia de musculatura que tenían, hasta ahora.

—¿Qué sucede, pequeño?— inquirió, tomando su rostro y besándole la mejilla con cariño, queriendo demostrarle por todos lados que ya estaba a salvo, que nunca más lo tocarían sin su consentimiento y que jamás volvería a estar solo.

Jimin bajó la mirada, formando un puchero y jugueteando con sus dedos —Hay una persona de la que quiero hablarle— Yoongi lo rodeó por los hombros y le sonrió, dándole toda la confianza del mundo para que su menor le contara lo que quisiera, pero sin dejar de estar preocupado por lo que oiría —Su nombre es Minho. Él...fue buena persona cuando estuve encerrado, se negó a...bueno, ya sabe— el pelinegro vio como Jimin se pasaba una mano por el brazo y titubeaba, nervioso e inseguro de seguir hablando.

Le tomó la mano con cariño y se la llevó a los labios, depositando un suave beso en ella —Lo sé, no te preocupes— le susurró, logrando que el menor lo mirara por unos segundos y dejara de removerse ansioso —¿Qué quieres que haga con él en caso de que siga con vida?

Jimin dejó caer su cabeza en el hombro de Yoongi y siguió sujetando la mano del pelinegro —Que le de a elegir— murmuró con suavidad, respirando el olor que emanaba del cuerpo de su mayor —Si quiere trabajar para usted, o quiere integrarse al mundo laboral de verdad. Y en caso de que sea la segunda, que usted le ayude a limpiar sus papeles para que pueda lograrlo.

Yoongi lo meció de un lado a otro, dándole leves caricias en su espalda y escuchándolo con calma, sabiendo que para su menor nada de esto era sencillo —¿Y en caso de que esté muerto?

Oyó a Jimin suspirar y lo sintió refugiarse aún más en su cuerpo, buscando el calor humano que hace meses no recibía —Él tiene una familia que mantenía gracias a la paga que le daba Dywen. Si Minho está muerto, me gustaría que su familia pueda optar a una mejor vida— Yoongi asintió, entendiendo lo que quería decir su menor. Le levantó el rostro con delicadeza hasta toparse con esas hermosas obres castañas, si tan solo no estuvieran tan apagadas, el pelinegro podría ser feliz, pero los ojos de su persona amada delataban tristeza, dejándolo con un sentimiento de inquietud y melancolía.

Caminó con él de la mano hasta unas cuantas cajas que aún tenían recargas de balas en su interior, apiló dos de ellas e hizo que Jimin se sentara arriba —Así se hará entonces— le dijo, posicionándose frente a él —Apenas lleguemos pediré que lo busquen. ¿No tienes algún otro nombre? ¿No sabes si ese solo era su apodo o algo así?

Jimin negó —¿Por qué?

El pelinegro sonrió, recordando con nostalgia que cuando conoció a su menor, lo que él más quería era saber, conocer sobre su mundo ilegal, pero Yoongi siempre tuvo miedo de enseñarle —Porque Dywen solía obligar a su gente a colocarse sobrenombres— cerró los ojos y movió su cuello intentando hacerlo sonar para relajarse —Dywen...no es su nombre de pila, es un apodo. Te lo explicaré todo con más detalles cuando lleguemos a la base ¿de acuerdo?

Jimin asintió, no muy convencido, pero estaba tan cansado, que aceptaría cualquier cosa por explicación —Y hyung ¿puedo preguntar algo más?

—Jimin— susurró —puedes preguntarme lo que quieras.

«¿Por qué Dywen hablaba de usted como si lo conociera de toda la vida? ¿Cuál es la verdadera historia de su relación?»

Pero en lugar de cuestionar algo de eso, solo subió sus manos hasta posarlas sobre los hombros de Yoongi, recorriendo con sus uñas la piel blanquecina que quedaba al descubierto de su cuello —¿Cómo está Namjoon hyung?— preguntó con cautela, sabiendo que la respuesta podía ser muy distinta a la que le dieron hace un mes.

—Namjoon...sigue igual, Jimin— musitó Yoongi, abrazando a su menor tiernamente, sin otra intención más que amarlo —Él aún no despierta.

||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ||  •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora