Capítulo 3: Frases de libros

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''Mientras leía sentía que me enamoraba como cuando sientes que estás quedándote dormida: primero lentamente, y de repente de golpe''

''Qué tontería'' pensé.

La que decía ser mi mejor amiga me había obligado a leerme el libro de ''Bajo la misma estrella'', con el pretexto de que así, cuando viésemos la peli, me llegaría más al corazón.

-¡Pero es un libro carente de sentido!-dije levantando la vista del libro para mirar a mi amiga.

Tiffany mordisqueaba un donut despreocupada mientras yo me desvivía por comprender aquel libro.

-¿Por? Yo lo encontré precioso cuando me lo leí-dijo sonriendo tontamente-¿no te parece romántico como se aman Hazel y Augustus a pesar de sus posibilidades de morir?

La miré de soslayo.

-A parte de hacerme leer esto-dije señalando despectivamente el libro-sin una razón coherente, ¡me dices y casi me obligas a creer que es un libro meramente interesante!

-Por que lo es-dijo tranquilamente-Te enseña a que vivir siempre se debe vivir con esperanza, con ilusión, porque pese a los problemas siempre habrá más luces que nubes.

-¿Y eso lo has sacado de alguna peli de Barbie?-dije. Me miró fulminándome-siento no compartir tus ''ideales'', pero para mí el amor es algo irreal, demasiado falso y difícil de encontrar en este mundo.

-Lo dices porque nunca has estado enamorada-dijo, y vi como miraba a la mesa donde estaba Jace Jones, con todos los demás del equipo de baloncesto-¿no te parece guapísimo?

Suspiré cansada.

-Síiiiiii Tiffany.

Se rió.

-Bueno, vale. Puede que el libro sea demasiado romántico y poco poético para ti pero...

-¡No, no, no!-grité-en lo que se refiere a poético es precioso, lo que son las frases y eso si que me gusta. Solo he criticado que me parece algo...¿cómo decirlo? Irreal y lento. Pero en sí es bonito.

Suavicé un ''poco'' mi opinión, porque sería muy mala amiga si fuera demasiado borde al criticar el libro favorito de mi amiga como si fuese un combate a muerte en los Juegos del Hambre. Lo hice solo por eso.

-Me alegra oír eso-dijo sonriendo dando un sorbo a su frapuccino-¿oye no vas a comer nada? No has probado tu tostada.

-Naaa, da igual no tengo hambre. Además, ahora tenemos clase de Filosofía y no me hace falta mucha energía.

Reímos.

-¿Desde cuando llevará esa mujer en este mundo?-dijo mi amiga riendo.

-Probablemente desde la primera glaciación no, la anterior jajajaja.

Oímos el timbre, que nos indicaba que debíamos ir al aula de Filosofía a hablar de Niestche y Aristóteles.

Tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora