El sentir del juicio

5) BESOS Y PERSECUCIÓN

Lucia y Arnel no sabían ni se daban cuenta de que sus amigos estaban si
endo topados, por un tipo de droga, “burudanga”

-es verdad creo que es solo, las aves es que me pareció oír un tipo de ruido…
En ese momento se escuchó un ruido más fuerte, que Lucia y Arnel lo pudieron escuchar.

-¿eso fue lo que escuchaste? Le dijo Lucia extrañada en saber qué era lo que estaba pasando.

-sí, si fue eso corre, y agarra tus flechas, “Lucia” anda y anda.

Con razón y suspenso, habían dejado la espada y las flechas de Arnel y Lucia.

Mientras que Arnel agarra las flechas de Lucia, vio que los Vikingos de la playa comenzaron a secuestrarlos, pues se llevaron a todos sus amigos, Arnel y Lucia se salvaron, por irse a besarse en la playa. Arnel agarra a Lucia y le dice:
-sumérgete que están ahí, ahí vienen, vamos dale, dale, sin miedo.

Se sumergieron y escuchaban a los vikingos, Arnel se acordó de que había dejado su espada hay en la orilla, y se lamentó, pero como les faltaba el aire, recién sacaron la cara para respirar y para ver aquellos vikingos. Lucia desesperada le dice:
-será que les disparo con mis flechas:
-¡claro! Hazlo ¿cuantas tienes?
Y contando sus flechas le dice:
22. esa era la suma que necesitaban para matar a los vikingos, y apuntando con su flecha, se da cuenta Arnel, que habían más vikingos y le dice Arnel:
-no, no dispares, hay más vikingos, que cojones de verdad.

Pero ya era demasiado tarde, lo único que podía hacer Lucia, era apuntar hacia arriba para no darles, y ella dijo:
-¿porque no me dijiste antes?
-perdón es que, los acabo de ver.

Gracias a dios, la flecha no cayó cerca de los vikingos, había caído lejos, en un árbol de pinos, y ella dice:
-en la flecha que acabo de lanzar, tiene tu nombre y mi nombre.

-ojala no la hallen para que no sepáis  quienes somos. Dijo Arnel con desesperación.

Los vikingos se habían llevado a todos los amigos de Arnel y Lucia, Y ellos estaban hablando:
-¿Por qué se quedarían, aquí? Sabiendo que es un bosque privado
.
-no lo sé general Salazar, creo que es por tumbar el trono de Neftalí.
-¡claro! Bueno la cagaron, ahora son nuestros esclavos.

Y revisando entre sus cosas vieron que había un mapa, “los corazones de los tronos” y dijeron:
-señor encontramos un mapa que cargaban, parece que son los corazones de los tronos.

-dámelo, y no le digáis nada a nuestro rey.

-si mi general, a sus órdenes.

Escuchando esa terrible situación, Arnel y Lucia, se lamentaron.
-cabrones, de la playa, ¡nos robaron! El mapa.

-¿Qué aremos ahora?
-¡perseguirlos!
Después de todo ese tormento, y angustia de haber secuestrado a sus amigos, ellos no se quedaron sin hacer nada, pues corrieron de tras de ellos, eran 44 vikingos.

-corre, corre, corre gritaba Lucia apresurada e inquieta en busca de ellos.

Al alcanzarlos Arnel, le dice a Lucia:
-escucha Luz, yo iré y me infiltrare.

-¡no! ¿Estás loco? Arnel, ¿te pica hay abajo o qué? Ni pienses que te dejare, ni un segundo pienses que voy a dejarte, recuerda, ¡juntos por siempre!
-¡juntos por siempre! ¿Qué propones?
-dijiste, que el general es Salazar ¿cierto?
-si.
-Tengo una idea ven. Le dijo Lucia, parecía que era una buena idea.

Manos a la obra

-todos atentos, todos pendientes, porque es la hora de la batalla, yo su rey, estaré con ustedes, tranquilos aquí es el momento donde comienza la historia, ¡todos a la guerra!