Historias de las espadas

Su cuerpo esta hecho de...

"Akeno" era las voz dulce de una madre que hablaba a su hija "eres una niña muy hermosa" decía con una sonrisa que la calmaba 

ella recuerda esos días donde su madre jugaba con ella en el patio del templo, pero este dia en especifico era especial ya que ella pudo aprender algo valioso 

todo empezó cuando vio a su madre despedirse de su padre una mañana, ella pudo ver como los dos habían tenido una sonrisa cálida con tan solo pasar tiempo juntos y esa mañana cuando estaban jugando en el patio decidió preguntar 

"mami" dijo con voz inocente "¿por que siempre sonríes cunado estas con papá?"

su madre la vio por unos segundo mientras tenia una sonrisa algo traviesa en ella 

"es muy simple Akeno" su tono era uno amoroso y hablaba mientras que se hincaba para verla fijamente a los ojos "cuando una mujer ama verdaderamente a un hombre, la felicidad del el también es su felicidad, el dolor de el también es su dolor, y también para el, el siente sus malestares e igualmente el siente el dolor que ella siente y también la felicidad de ella"

"no comprendo mucho mama" 

"lo comprenderás cuando encuentres a alguien con el cual te sientas cómoda con el, alguien que no te juzgue y que te vea mal, solo que te vea como lo que realmente eres ........ la niña mas hermosa que hay"

"¿y como sabré que es el indicado?" su madre se rio por esa pregunta 

"cuando sientas todo lo que te dije y mas, y que el sienta lo mismo por ti, es algo que no se puede explicar muy bien pero es mas como un clic, una corazonada o un sentimiento de no querer alejarte de el y hacerle feliz a el como el a ti"

era un recuerdo lejano y no había entendido del todo bien esas palabras, había tenidos ideas al respecto, pero en la actualidad  ella comprendía ya esas palabras por que su corazon le dolía ver a el en ese estado

le dolía ver a Shirou en estos momentos 

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Shirou: "UUUOOOAAAA" grito para sofocar el creciente dolor que sentía en cada parte de su cuerpo, había acabado con tantos como podía, Caídos atacándolo desde la altura y sacerdotes desde el suelo, ahora estaba cubierto de sangre con una que otra cortada por las lanzas y espadas de sus enemigos, sus manos fuertemente agarradas a la lanza carmesí

a su lado estaba su servant que igualmente estaba algo empapada de sangre, pero mas que nada la de sus enemigos, en sus dos manos estaban sus cuchillas y bajo la mirada de de todos había crecido unos centímetros, ahora ya no tenia la apariencia de un niño de 7 años si no una de un niño de 12 o 13 años, era parte de su naturaleza de servant desde que llego a este mundo

pero mas que nada era que master y servant junto estaba ahora a unos cuantos metros del puente, desde atrás se podían oír sonidos de espadas chocando, explosiones y rayos cayendo sin piedad, y poco a poco se estaba acercando a ellos, los demonios se estaban acercando para ayudarle pero el realmente quería que estuvieran fuera de esto.

no podría aguantar el pensamiento de volver a perder a las personas que le importan por esta guerra, eso lo destrozaría

tenia ahora una familia

algo por lo que volver a proteger y amar, no podía soltarlo de sus brazos  

tal vez fue ira o resolución, pero muy desde el fondo sabia que no podía no hacer nada cuando hay una guerra que puede quitarle todo de nuevo y fue ahí el punto de ruptura para el, por que esa guerra amenazaba quitarle todo  

y con una fuerte voluntad e ignorando su cuerpo se adentro al puente, y no había avanzado ni tres pasos cuando comenzaron a atacarlo las sombras

Shirou: "¡¡Jack a tras de mi!!" ordeno a su servant