To-Be

Disculpa

- ¡Hey! necesito hablar — la tomé del brazo, haciendo que su vista se centrara en mí, podía ver claramente las lágrimas caer por sus mejillas.

- ¡Sí no me sueltas el brazo en éste instante, te llevarás un puñetazo en tu puta cara, créeme.

Su enojo era más que obvio, no tenía nada que reprocharle, ella tenía sus razones más que obvias, así que la solté.

- Sólo quiero que me escuches un momento...

- Cállate, por favor, no hagas que mi decepción por tí sea aún mayor — podía ver en sus ojos lo herida que estaba, me daba ganas de salir corriendo, pero no podía, solo la dejé desahogarse — me voy un momento y qué haces, ¿Coges con mi mejor amiga? ¿Haces tu vida  sin importarte que por tú culpa casi me mata una persona maniática? Eres un insensible Charles, ¡Te odio!

- Si... Lo siento

- No hace falta que lo hagas, no tienes la necesidad — se dió media vuelta y se secó sus lágrimas — deberías dejar de soñar tanto, deberías dejar de pensarme, yo dejo de existir para tí, yo ya no estoy...

- Cristal, ¿porqué simplemente no regresas? ¿O porqué simplemente no te terminas de ir?

- Eso no es mi decisión, tú controlas éste mundo, y solo tú sabrás cuando es el momento.

Aún de espaldas hacía mi, estiró su mano hacia atrás, tomando la mía, sentí como la apretó fuerte.

- Eres un imbécil, por eso te perdono, me tienes en tus manos — elevó su mirada al cielo — tanto que casi hasta duele que no pueda ser tuya, al menos aún no... No me abandones, quizás... — me miró y sonrió — algo impresionante suceda.

- Me confundes, y eso me gusta, supongo que ya es hora de despertar.

- Te odio por hacerme sentir de éste modo Charles, te odio porque me hiciste amarte.

- Espero ahora entiendas mi triste sentir... Es mi turno de hacerte sentir así...

- Quizás ya no me verás más, ven a por mí, porque se te acaba el tiempo...

Desperté de golpe, sentía un fuerte pitido en mi oído, casi dolía, estaba muy agitado, peligroso para mí, ya que como buen chico asmático, podía hasta morir de asfixia. Ví el reloj, marcaba exactamente las 3:00am, «la hora mágica», curiosamente los últimos días me despertaba a ésta hora, sin poder conciliar sueño nuevamente, sabía que me estaba afectando, y casi no comía y cuando lo hacía, solo me provocaba náuseas, me estaba dañando, podía verlo en el rostro de aquel chico en el espejo, como una ausencia puede afectarte tanto.

Experimentaba día a día mi modo automático, monotonía eterna, y lo único que podía hacer para salir de aquello, era investigar sobre el paradero de aquella chica. Estaba a punto de rendirme, pero cada que llegaba a un callejón sin salida, simplemente lo trepaba y pasaba al otro lado, prometí no rendirme, quizás podría morir en el intento, con mi estado de salud en picada y pensamientos que afectaban mi estado psicológico cada vez más, pero era lo de menos.

Estaba en mi cama, solo mirando a aquél techo de concreto, tantas imágenes, tantos recuerdos vívidos, tantas disculpas que pedir, casi hasta me daba risa el punto de estupidez al que había llegado. Miré a mi lado y allí estaba, aquel objeto de cuerdas, sobre ella una lapicera sobre una hoja, ¿Acaso había escrito algo? Ya siquiera recordaba. Tomé la hoja y empecé a leer.

Hay tanto que quisiera decirte
No hay una disculpa suficiente
No existe una palabra que pueda sanar
Y es que simplemente estoy destruído
Me estás destruyendo y no lo sabes
¿Es mi culpa?
Quizás sí
Me pregunto como sería todo si no te fueses ido
Si fuera tomado tu mano tan solo una vez más
Si te fuese dado aquel beso
Si te fuese dicho aquel "te amo"
¿Te extrañaría tanto acaso?
Tengo recuerdos tan vívidos de tí
Que me es imposible no sentirte a mi lado
Siento tus abrazos
Aún oigo tu voz
Mi corazón de estremece porque sabe
Que claramente no eres tú
Es solo mi mente actuando en mi contra
Y es que ella y solo ella sabe cual es la mejor forma de dañarme
Es mi peor enemiga, como dijo alguien
Pero ahora es mi mejor aliada
Para no olvidar mis razones de seguir
Para levantarme cada mañana
Y es que solo quiero acariciar tu mejilla nuevamente
Despeinarte y reírme por tu enojo
Daría lo que fuera por volver a ver esa sonrisa
Si vuelves, prometo mejorar
Y si vuelves y ya no estoy
Espero leas ésto, y sepas que si me fuí
Fué para que tú estuvieses sana y salva aquí

¿Era una disculpa? ¿O una despedida?