Chapter 8

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Los chasquidos retumbantes de besos mojados y sonoros ensordecian los tímpanos de Jungkook provocándole una sensación incesante de incomodidad, aunque al inicio no se estaba quejando (pero mentalmente era una bola de gruñidos y reclamos), lo cierto es que la situación le causaba rechazo por todo el cuerpo como si fuera un montón de hormigas caminando sobre este en manada y sin parar pronto. Aquel sentimiento que de alguna forma le resultaba familiar no era en lo absoluto nada de lo que esperaba tener con Taehyung; si bien sabía que tampoco sería tratado como una princesa por el despiadado Mr.V, no entraba en sus deseos que el momento tan oscuro que estaba pasando le absorbiera la vida de tal forma. 

"Estás exagerando, guarda la calma" se dijo así mismo buscando consuelo de algún lado, incluso si su mente era el único partidario para realizar tal tarea. 

"Está bien, pasara pronto" habló esta vez la voz mental que siempre imaginaba en su cabeza y de vez en cuando le hacía entrar en razón; de la misma forma, esta se encargaba de darle ánimos cuando los momentos como el de ahora le sucedían; cuando su dignidad no podía estar más bajo pero no podía hacer nada porque después de todo ese era su trabajo: entregarse a alguien más sin reclamos, porque su palabra no tenia voto, no le importaba a nadie, y como le decían tantas veces sus muchos e impacientes clientes <una ramera no tiene derecho a opinar, solo tiene que hacer su trabajo si quiere comer>

Más de una vez le quedaba la incertidumbre de qué era lo que hacían aquellos hombres para tener sus mentes conectadas y terminar diciéndoles cosas que si bien no eran dichas de manera que sonaran similares (aunque casi), siempre tenían el mismo significado: hacerle saber que no valía nada por el trabajo al que estaba condenado.

La ropa que traía puesta voló lejos repentinamente, se hallaba tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta cuando ya estaba casi desnudo, y lo único que tenía puesto era su bóxer. Tenía la sensación de parecer un muñeco; sus extremidades moviéndose sin dominio propio y él sin poder hacer nada porque alguien más lo manejaba a su antojo.

Para cuando se dio el permiso de salir del trance que estaba absorbiendo su alma de manera mezquina, Taehyung ya empujaba su gran miembro tapado por un condón con una textura entraña contra su trasero. Pero el que lo estuviera metiendo no era el problema, sino que ni siquiera se tomó el tiempo de prepararlo.

—Oye, no lo metas así. Vas a lastimarme si lo haces de esta forma —comenzó Jungkook con una expresión de evidente dolencia.

Taehyung chasqueó la lengua y simplemente siguió empujando con más rapidez. Jungkook llevó una mano hacia atrás y se movió de tal manera que esta pudiera parar el movimiento brusco apoyándose en el trabajado abdomen de morena tez.

—Por favor detente, realmente me está doliendo —insistió respirando irregular. Taehyung capturó ambas manos y con estas se impulsó para terminar por meter todo el miembro con una estocada brutalmente dolorosa, y por la cual Jungkook casi sintió su alma irse al pozo.  Las embestidas salvajes de Taehyung le sacaban más lagrimas de las que quería mostrarle, pero el dolor tan incesante que sentía estaba matándole como una máquina de tortura.

Rogara, llorara, suplicara; no importaría en lo absoluto, la bestia de ojos vacíos, expresión lánguida y a la misma vez caótica no tendría ningún tipo de piedad por un simple títere que no le pertenece a nadie, pero a la vez es de todos.

—¡Me estás lastimando mierda, detente! Como sigas así, voy a desgarrarme y no te harás responsable.

Este último llamado pareció dar frutos, las bestia que estaba devorando la calma que creía tener se detuvo finalmente. Pero era evidente que no iría para mejor

MR.V → [TK- 태국]   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora