ELIO ━ harry styles.

09.

CAPÍTULO 09.

La ciudad de Los Ángeles era como la describían en las películas y series. Una ciudad tranquila por la mañana, pero movida por la noche y de eso se dio cuenta Felicity cuando regresaba de Malibu un viernes por las once de la noche. El tráfico era infernal y aún faltaban cincuenta minutos para que puedan llegar a la casa de Harry.

El mismo día que llegaron, el cantante propuso alquilar una casa en Malibu e ir a pasar el día. Sin esperar una respuesta por parte de Felicity, lo hizo. Esa noche, Harry había preparado un cuarto para Felicity y otro para Elio, pero la castaña decidió dormir con su hijo al menos por esa noche para que pueda acostumbrarse y no se asuste por despertarse en una ciudad  diferente.

El día siguiente, Felicity fue la primera en despertar y para aprovechar la mañana, preparó el desayuno. Cuando bajó a la cocina, se sorprendió por ver la cantidad de cosas que Harry tenía en su despensa, y ni hablar del tamaño de su cocina. Después de aproximadamente treinta minutos, Harry apareció con un buzo y una polera. Felicity llevaba un conjunto de pijama blanco que consistía en las mismas prendas que Harry.

–Huele delicioso. –el cantante se acercó y depositó un beso en la frente de Felicity.

Ella sonrió enamorada.

Harry había dormido de maravilla la noche anterior. Cuando vio a Felicity en la puerta de su casa, sabía que eso era lo que quería. Quería estar junto a ella, pertenecer en su vida y en la de Elio. No le importaba lo que el resto tenía que decir. Nada se podía comparar al sentimiento de paz que ella le transmitía con su sola presencia, es por eso que tenía que aprovechar esos días para hacerle ver que él estaba más que interesado en ella.

Cuando bajó y la vio cocinando, sintió como su corazón se aceleró. Podía acostumbrarse a eso.

–¿Son waffles? –preguntó Harry acercándose a la estufa.

–Son wafles sin la forma de waffles. –ella rió dándole la vuelta.

–Oh, pero tengo una wafflera... en algún lugar. –el británico pensó en donde podría haber puesto el artefacto.

–Igual, ya están casi listos, así que será para la próxima. –ella terminó de servir el último en un plato pero aún dejó un poco de masa para prepararle a Elio cuando despertara.

–¿Cómo fue tu primera noche en Los Ángeles? –preguntó él llevando el plato de Felicity y el suyo a la mesa en donde comerían.

–Técnicamente solo dormí, pero muy bien. No tenía idea que tu casa fuera tan grande. –ella habló sorprendida, aún así no quería decir nada más así que cambió de tema– Elio estuvo muy emocionado durante todo el vuelo hacia la ciudad.

–¿Hay algo que quiera hacer en particular? –preguntó curioso.

–Pues lo único que ha pedido ha sido ir a Disneyland. –ella alzó los hombros desinteresada un poco en el tema.

–¿Has planeado ya un día para ir? Puedo decirle a mi asistente que nos consiga los tickets. –se ofreció el castaño.

–¿De verdad? –preguntó ella. Realmente le quitaría un peso de encima saber que otra persona podría averiguar eso por ella.