Capitulo 16

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⚠️ TW ⚠️ AUTOLESIÓN. Esta vez no es tan fuerte como la última, pero les repito, si están pasando por una situación similar o son sensibles a estos temas, por favor, salten este capítulo desde el primer separador (******) hasta el último.

- Yo estaba muy emocionado, ya quería jugar con ella y aprender de ella también - sus dedos fríos, incluso más que los míos - un día, en el almuerzo, mamá empezó a sangrar. Yo no entendía que pasaba, solo empecé a llorar y no paré en horas. Me llevaron con mis tíos, ya sabes, los padres de Jace, lo próximo que supe fue que mi hermana ya no estaba, me costó entenderlo, claro, pero en el fondo sabía lo que significaba.

- Tú no mereces nada de toda la mierda por la que haz pasado, lo sabes ¿Verdad? - su mirada ya es tímida a encontrarse con la mía, nuestras manos se amoldaron mutuamente hasta que parece que nunca se han separado desde la primera vez que se unieron.

- No es la gran cosa, yo jamás hablé con ella, nisiquiera la conocí - sus emociones y sus pensamientos están en guerra, lo sé por su expresión - es solo que, a veces me pregunto si ella sería diferente.

Por milésima vez, nos abrazamos, aunque no se siente repetitivo, se siente como si siempre hubiera estado ahí, como sí nuestras pieles hubieran sido hechas por el mismo molde.

- ¿Aden?

- ¿Sí? - la noche parece unirse en nuestro abrazo, cubriendo nuestro afecto con su negrura.

- Te quiero - Lo dijo, de verdad lo dijo, no lo creo, es decir, le creo pero ... ¿Esto está pasando?

- Yo también te quiero - Si, he decidido que es real.

                     ****************

Los días pasaron y con ellos, mi castigo también. Las cosas con Aden han ido mucho más directas desde la última vez, no nos separamos  en ningún momento y casi podríamos fingir que nuestras manos fueron pegadas con resistol.

Todo se siente más cerca, todo tiene que terminar pronto puesto que el tiempo se está terminando para mí.

Estoy de camino a nuestro campo de dientes de león, donde quedamos de vernos, nisiquiera tenemos un plan en específico, solemos simplemente pasar el rato juntos.

                    ***************

Aden Reed

Y se repite la historia.

El mismo patético intento por querer que mis padres acepten un hijo que según ellos es una escoria por ser lo que es, las mismas miradas filosas de Jace y los mismos ojos furiosos de papá, y por supuesto, la misma reacción por parte mía. Lloro en el piso de mi baño mientras mi dolor de cabeza crece al igual que un globo se infla y está a punto de explotar.

Los mismos síntomas, , el mismo estúpido chico frente al espejo, el mismo dolor.

Pero creo que está vez será diferente, esta vez será la última, dejaré que los gritos se vuelvan rojos y salgan poco a  poco de mis muñecas, que me dejen gota a gota y me liberen.

Todo lleva a el mismo final ¿Verdad?

Empiezo a seguir la rutina, abro el compartimento detrás del espejo y saco las navajas, ya manchadas de sangre seca y vieja.

Sé que prometí no volverlo a hacer, pero lo he prometido un centenar de veces, nisiquiera yo creo en mis promesas.

Las gruesas gotas descienden de mis ojos hasta caer sobre el lavabo mientras en mi cabeza solo hay un pensamiento.

Cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar, cortar...

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Deslicé la manga de mi suéter. Mi piel quedó al descubierto, de un tono no tan claro pero lo suficiente para que el color verde de las venas se notara.

Tomé la navaja con fuerza.

Lo iba a ser,  de verdad lo iba a hacer.

Pero un segundo antes de que la navaja se hundiera en mi piel y drenara mi vida, escuché una risa; no, no la estaba escuchando, la estaba recordando.

Era su risa.

Le prometí que no le volvería a fallar. No podía lastimarla otra vez. No podía irme, no ahora que la tenía a ella.

Porque si ser testigo del brillo en sus ojos otra vez no vale la pena, ¿Algo lo vale?

Suelto la navaja, aún no dejo de llorar pero el peso en mis dedos es menor, el miedo sigue ahí pero ahora se que hay mejores maneras de olvidar.

Cuando mi corazón deja de parecer que se detendrá en cualquier momento y las paredes ya no parecen devorarme, salgo de la casa directo a Damara.

No sé si es caminar ó ver a la pelinegra, tal vez sea como me reusé a lastimarme, sea lo que sea, se siente bien.

                    ****************

Damara Stewart

En medio de un tarareo descordinado entre mis audífonos y yo, Aden aparece entre mi campo de visión.

Ambos sabemos sobre la batalla diaria entre despertar y decidir no autodestruirnos, porque la guerra más dolorosa es la que se lucha contra uno mismo, y la más difícil es la que se pelea solo. Pero ya ninguno de los dos está solo.

También decidimos que estamos cansados, está relación no es solo llorar en los brazos del otro, si no reír y hacer bobadas hasta que parezca que no existe ningún otro ser humano en el universo.

Me saco los audífonos de los oídos y él se acuesta boca abajo a un lado de mi.

- ¿Podemos hablar de una última cosa triste antes de ser felices por el resto de nuestras vidas?

- Tú podrías pedirme un palacio justo ahora y yo te diría que sí - cuando me mira de esa manera, no puedo creer que algún ser humano le haya querido hacer daño jamás.

- Sé que no me preguntaste porque no vivo con mi familia cuando fuiste a mi casa, y te lo agradezco pero igual quiero contartelo.

- Escucho - se recuesta de lado inclinándose en mi dirección.

- Mamá decidió encerrarse en sí misma cuando pasó lo de mi sobrina, papá finge que nada ha pasado aún cuando todos sabemos que ya nada es igual, ya sabemos la verdad detrás de las risas forzadas y los "estoy bien" - hago comillas con los dedos en las últimas dos palabras - pero no hacemos nada, nos aislamos y aún entre nosotros pretendemos seguir como si todo estuviera bien. Como si mamá no llorara en silencio, como si papá no hubiera dejado de hablar y como si yo no me parara sobre el borde del último piso todas las noches.

- Tú también merecías algo mejor.

Él no llora, y yo tampoco. ¿Para qué? Sí nuestras manos están entrelazadas formando una conexión que no se puede describir, solo sentir; si mi cabeza en su hombro me hace sentir que todo a valido la pena y si no existe nada más fuerte que nuestras miradas combinando para transmitir lo que sentimos.

- Las cosas están mejor, pero es decir, mamá me dejó que me alejara, de hecho por eso estoy aquí - solté una pequeña risa de ironía - quería ir a esta escuela, así que junté los requisitos para inscribirme - Aden arrugó las cejas a mi lado - después solo fue cuestión de decirles que iba a quedarme con una familia temporal para estudiar ahí y ellos me dijeron que sí. Nisiquiera lo pensaron.

- Pero, eres menor de edad.

- La verdad, creo que les podría haber pedido la emancipación y ellos hubieran aceptado.

- ¿Y no tenías más familia?

- Si, pero ya sabes, nadie quería hablar con la familia crío a una drogadicta y salpicó a su propia bebé de su mierda - el sonido del corazón de Aden choca contra mi oreja - una vez les pedí ayuda, con lo difícil que me resulta pedir ayuda.

- ¿Y que dijeron?

- "Tú no deberías dejar de quejarte y agradecer lo que tienes" -  hice comillas con los dedos.

- Eso es tan ...

- ¿Doble moral?

- Exacto - ahora eran sus dedos los que acariciaban mi cabello.

- Es más difícil de los que parece, sentirte mal y que todo el mundo te diga que eres una malagradecida. No me sentía afortunada en lo absoluto, y esos comentarios solo me hacían sentir culpable, como si le debiera algo a alguien por tener un lugar donde dormir.

- Lo sé - me levanté de su pecho y lo miré a los ojos - y lo siento.

Nuestras narices chocaban, el aliento de uno se confundía con el del otro, nuestras bocas estaban a centímetros y solo era cuestión de moverse un poco para ...

No sé quién se separó primero, pero nos separamos. Tal vez solo debía darle un poco más de tiempo, tal vez esto era muy abrumador para él.

Yo estaba lista, lista para esperarlo el tiempo que fuera necesario, aunque tenía la certeza de que sería muy pronto.



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