La vida de Lee Felix no era nada fácil, pero Seo Changbin llegó a cambiarlo todo.
Felix era bueno, era perfecto, el hijo que todos desean tener, el chico que todos quieren ser.
Una carga tan grande que debía soportar.
Changbin por su lado era un...
Changbin llegó a la residencia del pelirrubio y tocó la puerta brevemente, esta se abrió en cuestión de segundos dejando ver al menor.
- Hola hyung... - saludó el menor abriendo más la puerta.
- Hola - le sonrió el pelinegro cortamente entrando a la casa - ¿Qué hacías?
- Nada interesante - se sentó en su sillón - Solo revisaba mi teléfono y usted hyung?
- Oh, yo apenas y estaba saliendo de clases - contestó sentándose a su lado - Felix puedo hacer algo que tal vez te incomode? - el menor lo miró dudoso, lo pensó un poco, pero asintió cortamente - Bien... - el mayor sacó de su mochila una toallita húmeda y la acercó al rostro del menor ante su atenta mirada, la pasó suavemente por el pómulo izquierdo del menor quitando el maquillaje a su paso.
Felix estaba anonadado por lo que estaba pasando sus ojos estaban cristalizados pues se sentía vulnerable ante el mayor.
Changbin terminó de limpiar e maquillaje y lo miró a los ojos - Me gustan tus pecas Felix realmente lo hacen, tal vez te pedí demasiado al decirte que las mostraras en público, pero ahora solo estamos los dos y quiero verlas - le sonrió tranquilamente separándose del menor, Felix solo asintió en dirección al mayor y talló sus ojos para que las lágrimas se dispersaran - Comamos algo ¿sí?
- Sí, creo que eso sería bueno - murmuró Felix sonriéndole.
- Pediré algo de comer ¿quieres algo en especial? - tomó su teléfono.
- No, cualquier cosa esta bien para mí - le respondió - Iré por agua ¿quiere algo de tomar hyung?
- No yo estoy bien - le dijo marcando a un número para ordenar la comida.
Felix se dirigió a la cocina lentamente, se sirvió un vaso de agua y fue hacia el lavabo de la cocina para mojarse la cara, sobó su rostro levemente y sonrió de lado, se sentía tan extraño en esos momentos, no sabía que era ese sentimiento que se alojaba en su corazón, solo sabía que sentía bien.
Al regresar a la sala tomó asiento en el mismo lugar.
- Lamento no haber pasado ningún de los dos desayunos contigo? - lo miró intranquilo - ¿comiste?
- No, me distraje demasiado... - dijo con un poco de vergüenza - Y usted que estuvo haciendo?
- Yo estuve resolviendo algunos asuntos con algunas personas sobre una información que nos llegó - respondió asiendo su cabeza para atrás, no quería recordar ese tema.
- ¿Todo está bien hyung? - Felix notó la mueca del mayor.
- Eso creo... ¿con que te distrajiste que no pudiste comer? - lo miró interrogante.
- Cuando me dejó en la cafetería estuve hablando con Seungmin y jeongin - dijo un poco intranquilo al recordar lo hablado - Y en el segundo descanso estuve con usted y Jisung hablando hasta que usted se fue y Jisung me arrastro hacia la biblioteca para sacar unos libros - apunto su mochila - Pero no se preocupe hyung no sentí hambre...
bueno no demasiada, pensó.
- Está bien, pero no te olvides de comer - le reprendió un poco, ambos siguieron platicando tranquilamente en el sillón y jugaron un rato en el celular del mayor, la comida llegó y se dispusieron a comer .
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