CAPITULO 3

4.2K 320 237
                                    

El sol empezaba a bajar varios puestos de comida se veían, uno que otro juegos y varias parejas, como familias, estaban pasando un rato muy agradable.

Ya habían pasado unos días sin desapareciones lo cual les hacía felices ya que podían continuar con el festival sin miedos.

Pero para los pilares estaban más alertas tal vez pronto atacarían además de sospechar de aquellas personas de ojos color morado los cuales siempre vigilaban a Yuu.

Rengoku sabía que pronto atacarían no quería dejar a su angel solo, pero Sanemi decía que era una buena oportunidad.

Claro que el no sabía que ella está a dispuesta.

Yuu-chan -oba-san había entrado el cuarto de la chica- el joven Rengoku te espera en abajo

¿Rengoku? -mirando un poco por la ventana se dio cuenta que había venido más temprano- bajo en un segundo

Mientras que abajo estaba Rengoku esperando a su angel hoy estaba un poco tenso pero decidido no solo a proteger a todo el pueblo matando al demonio sino también por su angel

Yuu-chan pronto bajará -le informo la anciana-

Muchas gracias -con gran emoción hablo-

Después de unos minutos bajo Yuu con un nuevo kimono este era de un color rojo con algunas flores de color dorados, su cabello estaba suelto pero llevaba sus labios pintados de un color rojo.

Ya estoy lista Rengoku-san -informo la chica-

Muy bien -dijo Rengoku tomando la mano de Yuu-

Así la pareja salió, no tardaron mucho para llegar al festival habían muchas familias así Rengoku y Yuu divirtiéndose.

Incluso Rengoku había entrado a una competencia de comida causando un poco de risa en la chica.

Vamos Yuu será divertido -recordó Yuu-

Si había similitudes entre Rengoku y Sabito pero había algo que los diferenciaba.

Pero... ¿El también se irá? -pensó la chica-

¡Yuu! -exclamo Rengoku con su sonrisa habitual-

Felicidades -dijo la chica al notar que de hecho el ganó-

Gracias, vamos Yuu pronto iniciarán los fuegos -tomando su mano caminaron un poco hasta llegar a una pequeña columna-

Pasa algo Yuu? -pregunto el rubio- te noto un poco deprimida

No pasa nada -dijo Yuu-

Sabes Yuu -dijo el rubio ganando la atención de Yuu- la primera vez que te vi me pareciste muy bella pero también pude notar que en tu mirada hay una gran tristeza.

Ella lo miro sorprendida, el con toda la delicadeza tomo sus manos, mirándola a los ojos dijo.

No se el motivo, tampoco te obligaré a contarme pero... Me gustaría ser aquel que logré devolver el brillo a tus ojos, me gustaría ser quien llene tus días de alegría -con una sonrisa dijo- Yuu me dejarías estar contigo?

Yo... -la chica no sabía que decir-

Sabes Yuu algún día encontrarás a aquella persona el cual iluminará tus días -recordó a su hermana-

¿Cuando encontrarás a aquella persona? -recordó a su maestro- puede pasar unos días, meses, incluso años nadie lo sabe tal vez incluso ya lo encontraste

Eres muy linda Yuu -ahora recordó a Sabito- Cuando seamos mayores nos casaremos -exclamo con alegría- ¿Lo prometes? -pregunto la pequeña- ¡Si!

¡Cásate Conmigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora