~Capitulo 28~

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Dereck

-Bien, de que quieres hablar. -pregunto a Elías sin dar vueltas al asunto cuando ya estamos cara a cara.

-De nosotros. -responde simplemente.

-¿Qué sucede con nosotros?

-Estas muy raro, distante. -bajo mí mirada al piso sin respuesta alguna. -Y sigues así. Dime qué te sucede.

-Nada, estoy bien.

-No, no lo estás. Así no eres tú.

-¿Y tú cómo sabes cómo soy, sí todavía no me conoces?

-Intento hacerlo, pero solo actúas como si fuese un puto desconocido.

-¿Por qué te fuiste el otro día? -suelto sin rodeos. 

-Entonces era por eso... -le doy la peor mirada que podría hacer sin verme ridículo y sonríe un poco, pero luego desaparece aparentemente por recordar algo.

-Fue por problemas personales. -responde serio.

-Okey, entonces... ¿Quieres hablar de ellos? -pregunto esperando un rechazo de su parte.

-Si. -abro los ojos sorprendido- Hey, te dije que lo iba a intentar -da una sonrisa algo forzada.
Asiento y le hago una señal para que pueda hablar libremente.

-Es sobre mí hermana. Está teniendo problemas... -deja las palabras en el aire e intento ser lo más cuidadoso posible.

-¿Problemas?

-Alimenticios. El dia que desapareci fue porque ella se desmayo, fuimos hasta el hospital y el doctor me dijo que tuvo una pérdida progresivamente baja de peso para su edad.
Aparentemente, no consumio muchos nutrientes, ni proteínas, ni nada en este último tiempo.
Está en riesgo de tener un grave problema por esto, cuando llegan los desmayos... -deja de hablar y toma una respiración profunda, concentrándose en sus manos en todo momento.

>> No es la primera vez que pasa, pero realmente me preocupa, mucho. Y ya no se que hacer, estoy perdido y ella no quiere hablar conmigo, es como si estuviera cegada mentalmente con ese tipo de idea, y nisiquiera se cuál es su punto en todo esto.  -Habla con una mezcla de pena y frustración.

-Oye, tranquilo. -digo al acariciarle el brazo, temo abrazarlo y sentir incomodidad por su parte. -Tu hermana va a estar bien pero solo si siente tu compañía, este problema es algo que ella misma tiene que darse cuenta, y no es algo fácil.
Pero si te tiene a su lado puede que se torne mas ligera la situación y tome conciencia. -solo asiente pensativo y tomo iniciativa para seguir hablando.

-Oye, por cierto, lo siento. -Me mira instantáneamente y frunce el ceño. -Se que estuve mal al alejarme sin saber tus razones, creo que simplemente tenía miedo. -hay un silencio incómodo que se rompe por parte de Elías.

-¿Miedo?

-De que tengas la oportunidad de lastimarme.

-No lo haría, no apropósito. Lamentó que te hayas sentido así pero lo último que querría hacer por ti sería dañarte de cualquier forma. -Lo miro a los ojos y noto que habla enserio. Más allá de eso, no puedo resistirlo más.

Tomo su rostro y lo acerco al mío, estampando nuestros labios en un escandaloso beso, me sigue la corriente haciendo que sus suaves labios se mezclen con los míos danzando en un ritmo que me deja volando.

(☆☆☆)

Hoy es el día, jueves, la misma fecha desde la cual hace años vengo teniendo pesadillas.

Anoche seguí hablando con Elías, aún así, me volví a mi casa a dormir. Hoy no tenemos escuela ya que hubieron algunas dificultades que hicieron que las suspendan hasta mañana.

Besos color café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora