Capitulo 1: Un día Horrible

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El día no podía volverse peor de lo que ya estaba, hasta que lo conocí.

Era un día cualquiera en el colegio, yo estaba sentado leyendo tranquilamente en el campo de fútbol bajo la sombra de un enorme árbol. El aire era fresco, el sol estaba en su punto más sofocante pero sin embargo el día era hermoso para pasar el rato; leía un poco de Hamlet, aunque no es mi libro favorito ni el mejor que haya leído, era el único que satisfacía mi necesidad lectora. Cuando estaba en uno con la historia, una voz reconfortante me llamo por mi apellido e hizo que ese momento se interrumpiera:

-Kirkland, perdón por molestarle...

Cerré el libro e intente no tomarle mucha importancia aunque para mí, ese rostro de porcelana y cabello tan oscuro como la noche era irresistible ante mis ojos.

-no te preocupes, no estaba haciendo nada importante... - intente no hacerle contacto visual porque si miraba sus ojos, caería rendido ante su encanto oriental

-quería pedirle un favor

-¿Cuál favor? -mi corazón palpitaba fuerte, al parecer era lo suficientemente importante para él que me vino a buscar tan lejos para ayudarlo, ¡soy un chico afortunado! me levanté cruzando los brazos de una forma que no supiera mi emoción.

-bueno, como soy el edecán del colegio, tengo la misión de mostrar el campus a los nuevos alumnos pero me surgió algo importante con el club de periodismo así que...

-sólo dilo Honda

-¡sí! ... Bueno, hoy ingresa un nuevo alumno

- ¿que no los nuevos alumnos habían entrado hace un mes?

-sí pero él tuvo un accidente así que hoy será su primer día

- y quieres que yo...

- le muestre el campus, por favor, los demás están ocupados con los estudios y usted es el único que está libre.

Eso quiere decir que Honda sólo me busco porque los demás estaban ocupados, mi orgullo está lastimado pero, no puedo dejarlo solo en esto, eso no sería de un caballero como yo. Lo mire por una milésima de segundo y toda mi cara se llenó de rubor, al parecer sus ojos estaban incrustados en mi.

-... Bien, sólo porque me lo pides

-muchas gracias Kirkland! -dibujo una sonrisa de alivio, es hermosa esa expresión -este es el nombre, grupo y grado del nuevo alumno, lo veras en el pórtico a las 3. Muchas gracias, le debo una.

-sí, no hay problema- tomé la hoja y me dirigí al pórtico, necesitaba calmar mis nervios y estar puntual con el nuevo alumno.

Me metí a los baños para limpiar mi cara de tan agobiante calor, al abrir la llave del lavamanos sonó un "click" rompiendo la llave y mojándome todo el cuerpo. ¡Maldita sea! Cerré la fuga del agua y comencé a exprimir las mangas de la camisa.

-al parecer el señor cejudo se mojó los pantalones...

-¡cállate! La llave estaba rota y... -agache la cabeza para que no viera mi vergüenza, odio a ese imbécil francés, siempre esta molestándome; incluso cuando éramos niños. Se acerco a mí y me paso su toalla, al parecer el estaba vestido con pants y una camisa holgada, iba rumbo a su clase de deportes y usaba esa toalla para secar el sudor de su rostro.

-sécate, si no lo haces puedes enfermarte

La tomé sin mirarle a los ojos, mi orgullo estaba lastimado por culpa de Honda y con esto sucedido, era más que una tortura.

Amándote y odiándote cada segundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora