CAPÍTULO 14

205 29 17
                                    

-¿Por qué te gusta tanto el carrito de los juegos? Si sabes que no arrancará nunca ¿Verdad?

-Mueve así - Mi pequeño se quedó parado y empezó a tambalear su cuerpo de adelante hacía atrás, me acerqué más, asegurándome que en una de esas no termine cayéndose por perder el equilibrio.

-Sí... Supongo que solo es mi envidia por ser demasiado grande para subirme a eso.

Lucas y yo reímos ante mi último comentario, era un domingo muy tranquilo, el día anterior lo usé para no pensar en nada que no sean los gritos y las carcajadas llenas de alegría de Lucas cuando su carrito chocaba o explotaba, definitivamente apenas entendería debía explicarle que ese no era el propósito del juego, pero por mientras, que él sonría era mi mayor logro, todo por verlo reír.

Regresábamos de hacer las compras de la semana, dejé que él cargue la bolsa que traía la caja con leche chocolatada, de hecho no la quiso soltar desde que la cogió de su estante, y estaba bien, no pesaba tanto, sin embargo la bolsa enorme en lo que la habían metido, obstruía la visión de mi pequeño, así que tenía que asegurarme de ver por donde caminaba para que no choque con nadie.

-¿Qué quieres comer hoy? Puedo hacer desde un estofado a...

Me fijé apenas un segundo en los ingredientes que traía en mi enorme bolsa, cuando Lucas chocó con alguien y al segundo siguiente ya estaba mi hijo en el suelo, cayendo sentado y tirando su cajita de leche, haciendo un puchero.

Lo primero que hice fue levantarlo mientras él llevaba una de sus manos a su traserito, sobándose al parecer.

Gruñí y estuve a dos segundos de lanzarme sobre la otra persona por hacerle daño a mi pequeño y no disculparse, pero fue mi descuido, así que respirando hondo, subí la mirada para enfrentarme a unos penetrantes ojos marrones, que me observaban de arriba hacia abajo.

Un tipo todo enternado con su celular en la mano y su portafolio en la otra. Cargué con mucho cuidado a Lucas, sosteniendo bien la bolsa con las compras, aunque la de la leche quedó en el suelo.

-Oye, lo siento, no fue su culpa, no podía ver al frente - Hablé con todo el buen ánimo del mundo, aunque apenas ese sujeto me barrió con la mirada, mi paciencia empezó a agotarse lentamente.

-No importa ¿Te quitas? Ya estoy lo suficientemente cabreado con la idea de que por poco esa leche caiga sobre mi traje.

-¿Qué? Te estoy diciendo que no fue su culpa, es un niño ¿Qué pasa contigo?

-¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasa contigo que aún no te quitas? ¿No ves que mi tiempo sí vale la pena? Dedícate al mocoso y deja de ser tan descuidado.

-¡Iriota!

Ambos volteamos hacía mi pequeño en brazos, quien lo miraba con el ceño fruncido, arrugando su barbilla y mandándole pequeños gruñidos. No pude evitar querer reír, aunque lo siguiente fue la gota que derramó el vaso.

-¿Iriota? ¿Este engendro acaba de llamarme "idiota"?

Y fue el colmo. No me tomó mucho el pensar qué podía hacer para realmente hacerle daño a ese imbécil, cuando noté que sus piernas estaban lo suficientemente separadas, sin más ni menos, le metí una fuerte y bien dirigida patada justo al medio de estas y no fue hasta que el sujeto chilló que retrocedí.

-Imbécil.

Logré decirle antes que el mismo instinto me lleve a correr lo más lejos que pueda, cargando a Lucas y la bolsa mientras el tipo se encogía cubriéndose sus partes, incluso su portafolio y el celular cayeron al suelo, no me importó voltear después de eso. Corrí y corrí hasta que mis piernas me empezaron a quemar y entonces doblé en una esquina, tomando un respiro, observando como Xuxi se removía en mis brazos, sacando su cabeza de lo escondida que había estado en mi cuello y mirándome, con un puchero.

          

-¿Tas bien?

-Sí... dios, Lucas ¿Quién te enseñó esa palabra?

-Tía Tzu - Sonrió.

-¿Por qué no me sorprende? - Le regalé una cansada sonrisa y apoyé mi espalda en la pared más cercana, observando mi pecho subir y bajar escandalosamente, no me arrepentía de lo que había hecho, ese idiota se lo merecía por haberse metido con Lucas cuando fue un accidente, pero sabía que había captado mi olor y podría hasta perseguirme si era un buen alfa, así que tampoco podía quedarme ahí mucho tiempo - Eso fue extremo ¿No?

Lucas ladeo la cabeza - Que fue genial, peque.

-¡Síp! - Celebró feliz.

-Ven, ahora vamos a casa, si seguimos aquí no viviré para contarlo.

°°°

-¿Y no sabes su nombre?

Ya siendo lunes, Hendery me había ido a recoger a la hora de siempre y ahora estábamos dirigiéndonos a la Universidad, la verdad es que el ambiente se había relajado muchísimo, después de todo un fin de semana con Lucas o metido en la sesión fotográfica que me tocó hacerle una pareja a punto de casarse, me sentía un poco menos angustiado. Aún sabía que debía despedirme de Hendery en poco más de dos días, quién sabe si cuando inicie clases de nuevo él ya no quiera llevarme o quizás ya hasta se haya conseguido una novia.

-No, no me paré a pedirle su nombre después de haberle metido una patada en los huevos, lo siento - Hendery sonrió de medio lado. Venga, yo sabía que había sido un gran comentario.

-Tienes que tener cuidado, XiaoJun.

-Soy perfectamente capaz de defenderme solo, gracias.

-Lo sé - Aprovechando un semáforo en rojo, Hendery volteó a mirarme y no le mantuve la mirada por más de tres segundos, no porque sus ojos no fueran lo más hermoso en este mundo, sino porque me transmitía ese sentimiento, él de verdad creía que yo podía defenderme solo.

Me sentía halagado, cohibido y ¡dios! de nuevo las mejillas calentándose.

Malditos sentimientos.

-Uh... Uhm - Me removí en mi lugar, mirando por la ventana - ¿Y tú? ¿Cómo has estado?

-¿El fin de semana? - Asentí - Bien, tranquilo. Kun y yo no hemos tenido demasiados problemas, de hecho cerramos un contrato importante hace poco. Se podría decir que nos va bien.

-¿En serio? ¡Felicidades! - Me ahorré la pregunta de ¿Quién es Kun?, no soy su novio, solo un amigo, y si él no tiene planes de decirme quien es, no debo obligarlo, no debemos, porque aquí el curioso era yo, y el que prácticamente chillaba queriendo saber era mi omega.

Cálmate, XiaoJun.

-Sí, gracias - Hendery se tomó unos segundos antes de continuar - Kun es mi mejor amigo, si se le puede llamar así, es como mi mano derecha. Alfa también.

A veces sentía que exponía tanto mis emociones, aunque considerando que Hendery aún no ha dejado de venir a recogerme, puedo decir que soy un maestro en ocultar mis ansias por besarlo o por restregarme contra él para que me haga suyo de una vez.

-Entiendo - Observé que ya estábamos cerca de la Universidad y maldije al ver a YangYang en la puerta, seguro esperándome - Rayos ¿Por qué tengo que tener un amigo tan chismoso?

Solté al aire, pero fue dicho lo suficientemente fuerte como para que Hendery lo escuchara.

-¿Pasa algo malo?

-No, es que... - Voltee a mirarlo, suspirando - Ayer me llamó para hablar con Lucas, y le conté que había llamado mi madre, me dijo que hoy me interrogaría o algo así.

The Perfect Omega [;XiaoDery;] ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora