treinta y cuatro.

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—Que bien se siente la brisa.— Suspiro Jisung feliz mientras estiraba sus brazos, disfrutando del viento que chocaba contra su cuerpo.

—Todavía no llegamos a la cima.— Interrumpió Felix explotando la burbuja de Jisung, este lo miro mal y se cruzó de brazos, molesto, como si de un niño pequeño se tratara.

—No quiero subir hasta arriba.— Se quejó. Si, la verdad es que ninguno quería hacerlo, pero solo lo hacían para pasar el tiempo, ahora que estaban ahí, tenían ganas de huir.

—Si, mejor vayamos a casa.— Sugirió Hyunjin dándose la vuelta, listo para regresar a la parada del autobús, Jisung también casi lo seguía, pero ambos fueron detenidos.

—Vamos, podemos lograrlo.— Animo Areum tratando de mirar el final de la escalera, pero lo cierto era que estaba comenzando a desanimarse. — Además este fue el plan de ambos.— Susurro para que Hyunjin alcanzara a escucharla. Hyunjin pasó saliva, arrepintiéndose. Fue un mal plan.

—Si, vamos.— Apoyo Felix empujando a Jisung delante de él. Los cuatro comenzaron a subir los escalones, y así estuvieron un rato, hasta que a la mitad del camino, tanto Hyunjin como Jisung comenzaron a quejarse.

—Ya no hay vuelta atrás.— Dijo Areum con pesadez, si, también estaba cansada, lo admitía. Comenzó a empujar a Hyunjin desde la espalda para que siguiera subiendo escalones.

—Vean la parte positiva, bajamos como cuatro kilos.— Comentó Felix limpiando el sudor de su rostro.

—¿Quien dijo que quería bajar de peso? Así estoy bien.— Se quejó Jisung, lloriqueando. Felix negó con una sonrisa y al igual que Areum comenzó a empujarlo desde la espalda.

Cada vez faltaba menos, pero Areum se rindió.

—Olvídenlo, sigan sin mi.— Hablo pesadamente mientras se sentaba sobre el escalón, cuidando que no estuviera obstruyendo el paso a las demás personas. Hyunjin se sentó detrás de ella, respirando pesadamente.

—Sigan sin nosotros.— Corrigió el chico. Felix se encogió de hombros y llevo la delantera junto con Jisung.

Esperaron un rato, pero Areum ya no quería levantarse.

—Vamos.— Hyunjin intentó levantarla, pero Areum se soltó de él, negando.

—No, me quedaré aquí.

—Dios, Areum, ya casi llegamos.— Soltó una carcajada. La chica levantó su cabeza para mirarlo, demonios, podría quebrarse el cuello, Hyunjin era el más alto de los cuatro.— Vamos.— La tomó de la mano y la arrastró con él.

—Hyunjin, no quiero seguir subiendo.— Se quejó aferrándose a su mano.

—Te daré un regalo si logras llegar a la cima.— Le propuso. Areum levantó su mirada inmediatamente, y parecía que sus ojitos se habían iluminado.

—¿Un helado?

Hyunjin sonrió divertido.— Si, también un helado.

Subieron tomados de la mano, en ningún se permitieron soltarse. Admitían que tardaron en llegar, pues Hyunjin se paraba a tomar fotografías del paisaje que poco a poco iba revelándose. A este punto, parecían más unidos que de costumbre.

El camino se les hacía largo, ambos estaban comenzado a cansarse de nuevo, y parecía que el recorriendo no tenía fin.

—¿Podemos rendirnos?— Pregunto Areum. Hyunjin negó y apretó su mano.

—Ya casi estamos ahí.— Trato de animarla, pero lo cierto es que hasta él estaba comenzado a desesperarse.

Un rato más, y ya estaban en la cima. Los dos suspiraron con alivio y se sentaron en la primera banca que vieron. Cerraron sus ojos y se apoyaron en el otro, con sus manos entrelazadas.

pathetic | hwang hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora