Corre chico corre 012

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- Cinco -

Vigilé de lejos a Lluvia para asegurarme de que regresara a la academia como había prometido. No quiero que algo malo le suceda, evadí a Klaus y su estúpida petición de aquellos 20 dólares que falsamente prometí darle.

Tenía que buscar a Dolores, recuerdo perfectamente la tienda en la que la vi por primera vez, fue algo difícil recuperarla, se supone que no demoraría mucho porque debo explicarle a Lluvia toda la mierda que sucedió en aquel futuro post-apocalíptico, como prometí. Cha-Cha y Hazel no me hicieron el trabajo fácil, escape con suerte de ese lugar, veo que las cosas son más complicadas cuando no tengo mi habilidad a mi disposición. Finalmente hui de aquella escena en la tienda departamental antes de que la policía llegara a la inspección de rutina.

Voy camino a la academia, quiero que Lluvia conozca a Dolores, y que Dolores conozca a Lluvia, espero que se traten bien, a veces Dolores puede ser complicada con los demás.

- Lluvia -

Estaba por salir a la calle, busqué a Cinco en la academia, creí que ya había llegado, era algo tarde para que estuviera afuera. Me crucé con Luther.

- Oh Lluvia - Saludó al notar mi presencia - Estas... diferente - Dijo mientras me miraba de arriba a abajo

- Si, gracias por notarlo - Comenté sarcástica

- Creí que vendrías hasta mañana, ya sabes, para ver... la estatua de Ben - Dijo algo apenado sabiendo que esa estatua ahora estaba destruida gracias a su pelea con Diego

- Eso pensaba hacer. Alguien me hizo cambiar de opinión - Le aclaré

- Si, claro - Respondió con tono incómodo - Lluvia yo... - Comenzó a decir, Allison interrumpió

- Ahí están - Dijo mientras se acercaba - Los eh buscado por todas partes - Confesó - Oh, ¿Interrumpo algo? - Preguntó algo apenada

- No Allison, solo charlábamos - Respondí

- ¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido - Le comentó Luther con sinceridad

- Yo creí que seguirías viendo las grabaciones - Le confesé

- ¿Grabaciones? - Preguntó Luther confundido

- Hiba a hacerlo, hasta que Pogo me mostró...

- Escucha - Interrumpió Luther - Estaba equivocado sobre la muerte de papá

- Al menos lo admites - Comenté

- ¿Qué? - Preguntó Allison

- Si, me equivoqué con Diego, de acusar a mi hermano... - Explicó

- Quizá estabas equivocado sobre eso - Interrumpió - Pero no del todo... - Mencionó, por lo cuál yo me preocupe y no sé porque

- ¿De que quieres hablar? - Preguntó Luther - Yo soy el que debería tratar de unirnos, no de separarnos... - Comenzó a decir con algo de resentimiento, cosa que me hizo feliz por dentro, es uno de esos raros

- Deja de hablar - Pidió Allison en voz alta para llamar la atención de Luther

- ¿Qué? - Preguntó él confundido

- Tenías razón sobre papá ¿De acuerdo? Debo mostrarles algo - Dijo con seriedad por lo que yo me preocupe, Luther me miró y luego regresó la mirada a Allison con preocupación, ambos asentimos y Allison nos guío de vuelta a aquella sala de grabaciones

Nos topamos con Cinco, quién subía las escaleras con una mochila en su espalda

- ¿Cinco? ¿Qué demonios te pasó? - Preguntó Allison

- ¡Cinco! Debemos hablar - Le recordé

- ¿Estás bien? ¿Te ayudamos? - Preguntó esta vez Luther

- Cinco -

Luther trató de quitarme aquella mochila, pero antes de que pudiera si quiera tocarme, detuve su brazo con fuerza, evitando que hiciera lo que tenía pensado hacer, Dolores estaba ahí, nadie además de mi tiene el derecho de ayudarme, a excepción de Lluvia, supongo.

- No hay nada que puedas hacer - Le aseguré mientras lo miraba a los ojos fijamente - Ninguno puede - Agregué algo triste

Fui a mi antigua habitación para evitar a mis hermanos. Quería evadir la mayor cantidad de tiempo posible aquella charla que le prometí a Lluvia. Noté como ella en especial estaba más que preocupada por mi. Si supiera que la mayor preocupación que debería tener ahora no es mi bienestar..., sino que el fin del mundo se acerca..., y tengo miedo, si soy sincero. No quiero recordar aquella imagen en mi mente.

Todos mis hermanos. Muertos. En un mismo lugar. Luther tenía algo en mano, un ojo proteico, lo tomé de su cada ver y lo guarde, supuse que eso sería importante, algún día, cuando lograra volver con mi familia y evitar lo que sea que hubiese pasado, que con seguridad, acababa como el fin del mundo. Escuché algo, una voz. Era muy lejana, o eso creía, porque realmente estaba cerca, pero era cansada. Una mujer, alta, muy hermosa, cabe resaltar.

Me acerqué a ella con la esperanza de que siguiera viva, en ese tiempo, yo era un niño, y la última vez que había visto a mis hermanos, tenían una apariencia física de 13 años, pero distinguí el tatuaje de la academia en su muñeca, y sus ojos, nadie más tenía aquel brillo en los ojos. Sabía que era Lluvia.

Ella se asombró al verme. Tanto que aquella mujer cambió su apariencia de repente, a la de una niña de 13 años. Tomé su mano mientras una lagrima salía de mi ojo, estaba muy herida, una gran parte de cemento estaba sobre ella, aplastándola, apenas y podía respirar. Ella puso su mano en mi mejilla, estaba temblando, su respiración y su pulso eran débiles.

- ¿Lluvia? - Pregunté para comprobar mi suposición

Ella solo asintió varias veces con la cabeza. Yo la miraba con tristeza, la abracé con todas mis fuerzas, en ese entonces, no era un amargado.

- Alan... - Susurró en mi oído con esfuerzos - Alan Wilson... - Completó con la voz muy débil, fruncí el ceño, ¿De qué está hablando?

Estaba por preguntarle, pero no me dio la oportunidad. Fueron sus últimas palabras. Dejé de escuchar el latido de su corazón. Sentí que su mano dejó de acariciar mi mejilla, calló al suelo, sin circulación sanguínea. Su cuerpo comenzó a enfriarse. Grité. Dejé de abrazarla luego de un tiempo, noté que de nuevo era una mujer como de 30 años cuando me aparté de ella. Caminé mientras veía todo a mi al rededor. Destruido.

...

The Umbrella Academy - Ut Malum PluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora