El instituto

Capítulo 3

Así pasaron los días y yo seguía sin poder encontrar al chico, por lo menos ya sabía su nombre, se lo pregunte a un compañero de mi clase de química, que al principio pareció que no lo conocía, pero tras haber descrito mejor al desconocido pudo por lo menos ubicarlo, me dijo que su nombre era Asher. Al menos así creo que puedo buscar alguna de las clases que toma, o si esta dentro de algún equipo deportivo de la escuela, pero esa tarea se la dejare a Hilda.

Estaba en la cafetería cuando Hilda llego de su curso de costura y confección, ella aparte de tomar las clases que la escuela nos brinda, por las tardes va a este curso que le ha ayudado a conocer y saber mas sobre la moda, en ocasiones me utiliza como su modelo y aplica lo que ha aprendido hasta el momento. Hilda llego casi gritando, llamando la atención de las pocas personas que se encontraban ahí, llego a la mesa en donde estaba y se sentó emocionada.

- ¿Cómo te fue? – Le pregunte dejando de lado el celular.

- La verdad es que muy bien, hoy nos pusieron a trabajar en equipos y me toco con el chico del que te había hablado – Me contesto con una sonrisa en su rostro - ¿Y tú? ¿Qué tal estuvo tu día?

- Pues la verdad es que mejor que otros días, hoy un chico de mi clase me dijo el nombre del chico, se llama Asher - Le dije un poco avergonzada, me sentía un poco acosadora y no creo que sea muy bueno que una persona sea así.

- ¿Es en serio? ¿Te das cuenta qué ya lo vas a poder ver?

- Si, es por eso que también necesito tu ayuda, veras tu llevas más tiempo estudiando aquí y por lo tanto conoces los movimiento que se deben de hacer para poder encontrarlo, es por eso que necesito que me hagas el favor de buscarlo o por lo menos encontrar su horario de clases – En cuanto termine de hablar base toda mi atención hacia la comida que estaba en mi plato, me avergonzaba esta situación, nunca había mostrado tanto interés en un chico probablemente desde que estaba en primaria y de cierta manera me sentía bastante extraña por el interés que le daba a la situación.

Regrese la vista hacia mi amiga que hasta el momento no había emitido ninguna palabra, solo se enfoco en sacar su laptop de su mochila, la prendió y se dirigió hacia las maquinas expendedoras que estaban en la entrada de la cafetería, la seguí con la mirada y cuando se dio la vuelta pude apreciar la sonrisa que tenia en el rostro. Regreso a la mesa, abrió el refresco que saco de la máquina y le tomo un sorbo de este, regreso mi vista hacia mi y me miro fijamente a los ojos, me intimido un poco he hizo que bajara mi mirada concentrándome una vez mas en el plato que aún no podía terminarme.

- Me parece muy interesante verte mostrar demasiado interés en el chico, ¿Hay algo que necesites decirme?, no sé, ¿tal vez que gusta? – Fue ahí cuando regrese mi mirada hacia ella, se encontraba tecleando algunas cosas en su laptop, pero en cuanto sintió que levante la cabeza ella regreso su vista hacia mí, viéndome de nuevo directamente a los ojos, como si quisiera encontrar algo en ellos que le haga saber las cosas.

- ¿Cómo me va a gustar un tipo que apenas y conozco? – Le conteste esta vez mirándola a los ojos, tal y como ella lo estaba haciendo – Solo lo he visto una vez desde que llegue, lo único que quiero es agradecerle por ayudarme a encontrar mi habitación, ¿Tan difícil es comprender eso? - Respondí y al parecer esa fue la respuesta que esperaba porque solo guio su vista hacia la laptop y siguió tecleando.

Así pasamos varios minutos en silencio, yo terminando mi comida y ella tecleando sus cosas. Estaba a punto de pararme cuando hablo.

- Okey, lo que encontré te servirá, al parecer la escuela decidió reforzar su sistema y ahora es más difícil acceder, pero encontré esto - Dijo mientras volteaba el dispositivo hacia mí, y ahí pude observar algunos datos de él. Hilda básicamente me dio una herramienta para por fin poder ver a aquel chico que había buscado por al menos un mes.

- Muchas gracias Hilda, de verdad - Le dije mientras me paraba y la abrazaba- si necesita que haga tu tarea de matemática, solo pídemelo.

-De nada, solo lo hice por mi amiga- Me dijo mientras nos separábamos del abrazo y yo volvía hacia el lugar en el que estaba anteriormente, tome una fotografía de la pantalla de la laptop de Hilda y se la regrese.

Ahí pasamos un rato mas hablando sobre nuestro día y después de unas horas decidimos irnos al edificio en donde estaba nuestro cuarto. Íbamos pasando las canchas de futbol y vimos que aún estaban entrenando, así que decidimos quedarnos un rato a ver la práctica, a mí siempre me había llamado la atención jugar futbol pero mi mamá nunca me dejo practicarlo con la excusa de que era un deporte para hombres, por otro lado mi papá apoyaba mi gusto por este deporte y de vez en cuando, a escondidas de mi madre, me llevaba a jugar a un parque que estaba cerca de mi casa, ahí pase mucho tiempo jugando hasta que mi mamá se dio cuenta y ya no me dejo ir. Con el paso de los años deje de practicarlo y me enfoque en otro deporte que mi mamá si me dejara practicar, en este caso fue la gimnasia rítmica, al principio me costo demasiado trabajo porque no era nada flexible y dolía demasiado, pero con el tiempo todo se me fue facilitando y termine enamorada del deporte, desgraciadamente lo tuve que dejar para venir aquí, pero estoy pensando en buscar algún establecimiento en donde pueda entrenar de nuevo.

Después de un rato de estar observando el entrenamiento decidimos irnos a nuestro cuarto, íbamos de camino cuando alguien paso corriendo a mi lado y choco con mi hombro ocasionando que cayera al suelo.

- Lea, ¿Estas bien? – Me pregunto mi amiga mientras me ofrecí su mano para poder levantarme.

- Si, si estoy bien - Dije mientras sostenía su mano para poder ponerme de pie.

- Maldito, ni si quiera se detuvo a disculparse o a ver si estabas bien – Dijo Hilda mientras ambas dirigíamos la vista hacia el chico que aún seguía corriendo, en ese instante el chico volteo hacia nuestra dirección y pude darme cuenta de que era Asher.

Quise salir corriendo hacia su dirección, pero no pude, mis piernas no se movían y aunque quisiera alcanzarlo, él ya iba demasiado lejos y era imposible poder llegar a alcanzarlo.

-Era él – Dije en un susurro

-Habla bien, no te entiendo.

-Era él, era Asher.