Los Tintes Del Trauma

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Estos ultimo par de días habian sido los peores desde mi regreso... llenos de muchos accidentes, llamadas de emergencia y equipo de trabajo bastante disperso. Si había visto a Taehyung era al levantarme tan temprano... el no se quejaba porque siempre me encontraba dormida en el sofa u ocupada en mi estudio.

Pero su descontento crecia mas y mas, aunque recien se inscribió en clases de arte. 

Para mantenerlo ocupado en cosas mas productivas, tambien tuvo sus primeras sesiones con la terapeuta. Era la misma dueña del centro de arte y fue bajo recomendación de Namjoon que era capaz de dejarlo por un par de horas al día en ese lugar.

Esperaba que hiciera un par de amigos.

— Iseul. Iseul. Iseul. — decia con leve molestia mientras yo colocaba mis medias masticando el trozo de sandwich. — sentarse a comer.

— Voy tarde.

— Poder esperar.

— ¿Irás caminando al taller de arte? — pregunté porque ni se había cambiado.

Seguía en pijamas viendo por el balcón, solía llevarlo de camino al hospital.

Pero habia algo extraño en sus ojos.

— No ir de nuevo... perder el tiempo.

— Tae-

— No quiero, su alteza. Querer estar contigo por y para siempre. ¿Es dificil? — me vió con dolor en sus pupilas y se levantó a dejar su plato en el fregadero.

Yo di un suspiro dejando las sobras de mi desayuno a un lado.

— Te voy a acompañar a tus clases de arte, cambiate.

— ¡Dije que no!

— Y no te pregunte... — murmuré caminando hasta mi habitacion y tomé lo primero que ví. — cambiate, la puntualidad es el respeto a los demás.

— Iseul.

— Por favor, Tae, hazlo por mí esta vez.

Desabotoné la camisa de su pijama y tragandose una rabieta se colocó la ropa.

Lo hizo al reves pero así salimos.

Me monté en la motocicleta y manejé hasta el lugar, tuve que enviarle el texto a mi colega mientras esperabamos en el semaforo. Taehyung iba de brazos cruzados y aunque mostrara descontento... cada tanto cruzabamos miradas en el retrovisor.

Estacioné y el fue el primero en bajar para abrirme la puerta, expresión en blanco.

Este lugar olía a pintura y chocolate caliente.

— ¡Taehyung-ah! — gritó la terapeuta y el hizo una mueca mientras se inclinaba.

— Hola.

— Oh, Isie, estas aquí.

— Espero no ser una molestia... hoy Taehyung no quería venir. — murmuré avergonzada y la mujer de unos cuarenta se balanceba sobre sus pies, sus ojos nada humanos eran bastante intimidadores. — ¿Podriamos hablar a solas?

— Iseul. — su voz profunda me hizo girar la cabeza.

Escribió un "Lo siento" con su dedo indice en mi espalda.

— ¿Por qué no decirlo en voz alta?

— Esperar aquí. Obediente. — plantó un beso sobre mi frente antes de sentarse en uno de los sofás coloridos.

Miro retador a la terapeuta que aclaró su garganta.

Nose si lo hizo intencional pero me dejó en shock hasta que ella me llevo por un gran patio hasta su oficina. Alrededor varios jovenes charlaban entre ellos, todos tenian una razón para venir aquí.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora