꒰♯𝐓𝘦𝘦𝘯 𝘪𝘥𝘭𝘦﹏!

cap 10. Kim, my darling

-¿¡Por qué invitaste tanta gente!?-
-¡Solo invité a unos 10 y esos 10 invitaron a otros 10 y así!-
Gritó Katya hacía Laurel para ser arrastrada por ella de la mano hacia la sala de la casa de ya antes mencionada, la fiesta de Katya estaba llena de personas es su casa y la música dejaba aturdido a cualquiera, las dos se veían preciosas, Laurel usaba un vestido corto de color azul oscuro con un cinturón negro en la cintura, se había rizado el cabello y tenía unos tacones negros, Katya usaba una camisa azul y unos shorts cortos de mezclilla, su cabello suelto está vez y tenis rojos, era su cumpleaños pero poco le importaba su apariencia.
Laurel bajo el volumen de la música y se subió a una pequeña mesa enmedio de la sala, y llamo la atención de todos, todos miraban a la peli-azul mientras esta se bajaba con cuidado de la mesa y le daba la palabra a su amiga Katya, quién no podía creer lo que estaba apunto de hacer. Entre todos los jóvenes en la fiesta tú estabas enfrente de la audiencia, con propósito de tranquilizar a tu amiga Katya, usabas un vestido casual ( la apariencia de este se dejará a su imaginación querido espectador), al lado de ti estaba Matt, los otros tres estaban en lo suyo, tal vez diciendo bromas obscenas o tal vez tomando la bebida con poco alcohol. Katya empezó a hablar, completamente roja y con los nervios de punta.

-Gracias a todos por venir.... quería... confesar algo..- sus manos empezaban a sudar al ver a la audiencia, entre todos, Kim, con aquel vestido rojo con una chaqueta negra y ese labial rojo, dejaba a Katya en las nubes con solo verla.

Matt se acercó a ti, siendo que este era más alto que tú se limito a agacharse un poco -¿Que dijiste que iba a hacer?- Te preguntó en lo bajo
-Shhh...ya verás- lo miraste de reojo, se veía guapo, estaba usando lentes de contacto y una camisa a cuadros que le quedaba particularmente bien, le sonreiste con un leve rubor y volviste a ver a tu amiga.

-Kim..eres mi mejor amiga, pero hay algo que no sabes- de pronto todos volteaban a ver a Kim quien se sonrojo un poco ante la atención recibida
-Quiero arruinar nuestra amistad, en vez deberíamos ser amantes- Katya cerró fuerte los ojos y su cara seguía roja, aún más, no podía creer lo que había dicho, Kim sonrió emocionada y camino rápido hacia Katya, la ayudaste a subir a la mesa donde estaba la otra rubia -También me gustas Katya- le dijo dulcemente para abrazarla y después darse un pequeño beso, todos celebraban, gritaban y aplaudían. Las dos bajaron de aquella mesita tomadas de la mano.

....

Estabas disfrutando la fiesta, si, pero el tener que decirles a tus amigos que te irías simplemente te comía viva y te sentías culpable, principalmente por Edd, quién ya se te había declarado. Estaban todo el grupito de amigos (Edd, Matt, Tord, Tom, Laurel y las enamoradas) tu estabas de espaldas mirando el atardecer con un vaso en tu mano, Laurel confesaba que gustaba de Eduardo, Edd le hacía burla diciéndole que tenía unos gustos terribles, a Tom ya no le dolía cuando Laurel estaba interesada en alguien más, ya no le importaba, ya solo te podía ver a ti, de hecho, eso estaba haciendo, sentado en el césped junto a los demás recargando su brazo en su pierna y recargando su cabeza en su mano, mirándote, todo parecía desaparecer al rededor y todo llenarse de paz y tranquilidad. Tord notó esto y sintiendo algo de enojo sacó a Tom de su paraíso ofreciéndole de mala forma un cigarrillo el cual rechazó.
- Hey, ¿estás bien?- te preguntó Kim tomandote del hombro -Uhh...¡Si! Solo dame un momento, Katya, ¿Puedo usar tu baño?-
Katya asintió quitando su cigarro de la boca -Si, solo usa el de mi cuarto, solo dios sabe que estarán haciendo allá- te dijo bromeando dándote la llave de su cuarto, agradeciste y entraste a la casa, todos bailando, gritando , tomando y una que otra pareja besándose en las escaleras por la que subías, grande fue tu sorpresa al ver a Cassie sentada al lado de la puerta del cuarto de Katya, estaba llorando, todo su delineador estaba escurriendo por sus mejillas, ella de pronto notó tu presencia y te miró enojada -Umm...¿estás bien?- le preguntaste dudando si ayudar o no -¡lo estoy! ¿Que tanto me miras?- se seco un poco las lágrimas -T-te vez terrible...- por un momento pasó por tu mente dejarla ahí y decirle que era horrible o algo así, pero no te sentías bien -Mierda, ven, vamos a limpiarte- la ayudaste a levantarse, extrañamente ella no reprochó, abriste la puerta con la llave y las dos entraron, la acompañaste al baño y para cuando salió ya no se notaba tanto su maquillaje corrido.
-Gracias..- dijo sin verte, aún con la voz entre cortada
-Mira...se que no empezamos con el pie derecho pero...¿Que pasó?- le preguntaste tomándole del hombro en señal de apoyo
-No se supone que te lo tenga que contar pero...no tengo a nadie, debes prometer que no le dirás a nadie- respondió ella con un acento un poco altanero
-Te lo prometo.- le diste la mano en señal de trato
Te miro aún dudando, aún así solo dio un suspiro pesado y se sentó en la cama, te sentaste al lado de ella -Otra vez mis padres están jugando su jueguito de divorcio- rodó los ojos con molestia
-Oh....lamento eso, pero tal vez es mejor-
-No, ya se separaron una vez, mi papá tiene otra familia pero aún así regresaron, ¡Y eso no es todo! Conoces a este imbécil, Eduardo- se levantó de golpe, aún molesta
-Oh, si, lo conozco-
-Bueno ¿sabes que? ¡No comí por meses para gustarle! y hoy de la nada me ha dicho que no le gusto porque "subí de peso"-
-woooow ¿como que no comiste? Puede que te dé algún transtorno alimenticio-
-¡Lo sé! Pero bueno, estaba enamorada.... ese maldito imbécil-
-Mierda tienes que ir al doctor-
-Si, si, lo haré, es solo que, soy una idiota- se volvió a sentar al lado de ti cabizbaja
-se siente bien decirlo...tenía a mis amigas pero, a ellas no les importa saber cómo me siento, no tengo amigos, no tengo a nadie- Te dijo ya más calmada
-Se que no puedo hacer mucho pero, soy buena escuchando así que, tal vez podríamos hablar cuando te sientas así- tu orgullo era más grande que simplemente decirle directamente que hicieran las pases
-je....está bien, te daré mi número tonta-rió el lo bajo sacando una pluma y una hoja de su bolso para empezar a anotar su número
-No te preocupes sobre esto, no le diré a nadie, no podré de todas formas- recibiste el papel con el número anotado, ella te miro confundida -tengo que irme, cosas familiares-
-oh....- hubo un silencio incómodo -nunca me disculpé por la primera impresión-
-no te preocupes, ahora lo entiendo todo-
-gracias.-
Se miraron por unos segundos y después dispusieron a salir de la habitación y cerrarla con llave -¿Quieres venir? Estamos en el patio trasero, tal vez te ayude un respiro- ella dudó un segundo, al final asintió y fue detrás de ti, fue algo incómodo pero no salió mal.

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HOLAAAA
Espero les haya gustado este capítulo, sinceramente es el que más me ha gustado escribir.