Desesperación

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Su mirada angelical había desaparecido. Había fruncido el ceño completamente y una mirada terrorífica y seria me penetró en la mía. Dejó escapar una sonrisa,pero no una sonrisa bonita,como aquella que siempre tenía Marco,sino una sonrisa malvada y maliciosa,llena de orgullo.
-Jean,nunca has sido una persona muy fuerte y  eso hace que entiendas muy bien a los débiles-susurró.
Aquel comentario me llegó a lo más profundo de mi alma. Llevaba totalmente razón,era la persona más débil y cobarde que conocía, pero escucharlo de los labios de Marco hizo que me clavasen un puñal en el corazón. Mi cara de sorpresa y dolor miró a Marco atentamente. En ese momento un rayo estruendoso llegó hasta el cielo, y de la onda que formó hizo que me derribase chocando contra la pared de la cabaña. Fue tan fuerte que mi espalda crujió rompiendo parte de la madera. De repente dejé de escuchar claro. Parecía como si los oídos se me hubiesen taponado bajo el agua, pues escuchaba mucho ruido pero nada a la vez. Me toqué una de mis orejas y me miré la mano,la cuál estaba llena de sangre,Marco acaba de reventarme los oidos.Con la respiración agitada levanté la mirada  como pude,me dolía mucho la espalda y el abdomen del golpe.
Alrededor de Marco empezó a formarse un titán,su titán. De los pies y los brazos le empezó a crecer músculo. Delante de mi se encontraba un titán de unos 10 metros,algo más pequeño que el de Eren. Era totalmente negro, y de las manos miles de llamas color rojo intenso le brotaban,además lucía un pelo rojo intenso. Miles,de lo que parecían correas, rodeaban su cuerpo,estas de un color más anaranjado, e iban desde los hombros hasta sus pies.Lo más característico de él es que Marco seguía sin conservar su ojo a pesar de ser un titán,su cuenca se veía desde ahí abajo.
No entendía nada de todo aquello. ¿Marco?,¿que había pasado?,¿era todo mentira?,¿lo que me había contado era mentira?. Tristeza,ira,ruido,sorpresa,vacío. Todas aquellas emociones recorrían mi cuerpo de extremo a extremo. Muchísimo ruido golpeaba mis tímpanos rotos que me pedían una pausa. Me puse las manos en los oídos. Aquello era lo único que me calmaba,algo que me hacía mi madre desde pequeño y que había heredado de mi padre. Cuando la situación me sobrepasaba era una forma de refugiarme en mi mismo,de la persona que siempre intentaba huir,pero que en los momentos más críticos era la única que siempre me acompañaba.
Intenté respirar calmado para poder levantarme,pero debía de tener alguna costilla rota pues me dolía horrores. Volví a taparme los oídos y cerré los ojos. Debía pensar claro y rápido.De repente,un nuevo sonido difuminado llegó hasta mi.
-¡SASHA!-gritó una voz masculina a mi derecha. Abrí los ojos y pude ver como enfrente mía,como si el tiempo se hubiese detenido,el titán abalanzaba su mano sobre mi. No me dio tiempo a reaccionar pues entonces en ese mismo instante Sasha se puso delante de mi,impidiendo que Marco me cogiese con su mano. En cambio cogió a Sasha.
Todo parecía que iba a cámara lenta,pero en realidad iba muy deprisa,pues ni el capitán Levi que se encontraba a lo lejos a mi derecha fue capaz de reacciona lo suficientemente rápido como para parar al titán.
Escuchaba los gritos de Sasha,suplicando y pidiendo clemencia a Marco,pero parecía como si este no escuchase. De pronto,los gritos cesaron. Sasha había sido devorada por el titán,por salvarme a mi.
Recuerdo la noche que conocí a Sasha. En realidad ya la había conocido antes, en las pruebas realizadas los días anteriores,pero no como en aquella noche. Me encontraba en una fogata que habíamos improvisado Marco y yo,para intentar ahuyentar el frío. Él se había ido a por un libro así que me encontraba solo,y en ese momento apareció ella.
-¡Hola!-saludó entusiasmada. Miró alrededor de la fogata-he visto a lo lejos esta fogata...y ya sabes que en la fogata suele haber comida-añadió analizando cada parte de mi cuerpo con su mirada.-así que...¿no tendrás algo de comida?-dejó de analizarme y me miró a los ojos sonriente.
En realidad si tenía comida. Había robado un trozo de pan que guardaba en mi bolsillo, de la cena que habíamos tenido previamente. Pero era para Marco.
-No,no tengo-dije,volviendo a bajar la mirada hacia el fuego.
-Esta bien...-suspiró. Su alegría se había desvanecido de repente y su tono de voz había cambiado completamente a uno apagado y cansado. Pareciese como si llevase sin comer días. Se dio la vuelta y echó a andar.
Marco y yo si habíamos cenado,y aunque no había sido muy abundante y apetitosa,al menos habíamos comido algo,tal vez esa chica no había probado bocado.
-¡Espera!-grité levantándome. Ella se detuvo en seco-acabo de...-me trababa y me costaba mucho hablar con gente nueva-me acabo de encontrar este trozo de pan...no es mucho pero...-no me dejó terminar la frase pues ella se giró,vino corriendo y me abrazó fuertemente. Tras esto cogió el pan y en menos de lo que canta un gallo lo devoró,debía de tener mucha hambre.
Me agradeció muchas veces el que hubiese sido tan amable con ella y como parecía sola en aquella oscura noche,la invité junto a Marco y yo.
Cuando Marco llegó con el libro,ya no nos hizo falta,pues aquella chica hablaba por los codos. Marco participaba más en la conversación y yo me dedicaba a escuchar las voces de aquellos dos añadiendo en alguna ocasión algún comentario. Sin embargo, a pesar de que mi gusto por la gente no era el mejor, aquella chica me parecía muy interesante y divertida. Nos contó acerca de su vida,y que sobre todo,le encantaba la comida, confesando que daría la vida por la gente que le ofrecía comida.
A partir de aquel momento, Sasha,Connie,Marco y yo éramos inseparables,y los quería como si se tratasen de mis hermanos de sangre.
Desde la muerte de Marco,tanto Connie como Sasha,a pesar de andar todo el día de juerga, me ayudaron mucho. Venían a mi casa para intentar animarme,e incluso pasaron noches que tenían libres,junto a mi,para ayudarme con mis pesadillas como solía hacer Marco. Gracias a su ayuda y su carisma,conseguí salir adelante,y siempre se lo tuve eternamente agradecido,aunque nunca pude recompensarle por lo mismo.
La muerte de Sasha...significaba mucho más que Marco en aquel momento. De nuevo,habían vuelto ha arrebatarme una pilar que me sujetaba,me habían quitado a mi mejor amiga,a mi hermana.
Apreté muy fuerte los dientes,incluso parecía como si me los fuese a romper. Comencé a llorar de la rabia que sentía dentro,pero de repente, mi mente se quedó en blanco. Entré en estado de shock por aquella situación. Me paralicé cuando en cambio,mi cerebro mandaba señales de moverme. Estaba sufriendo una despersonalización, no podía controlar ni mi cuerpo ni mi mente. Miraba hacia un punto fijo en el suelo,sin ser capaz de mirar la muerte de Sasha y sin ser capaz de moverme e impedirlo.
Rompí a llorar de nuevo.
¿Qué demonios le habían hecho a Marco? Parecía como si todos los recuerdos juntos hubiesen sido borrados de su mente. ¿Me había estado engañando todo este tiempo? Es no era posible,seguro que Reiner y Bertholt le habían condicionado a que hiciese todo aquello,pero tenía que conseguir que volviese dentro de si. Me levanté como pude con un dolor exagerado en el abdomen y escuchando ruido de fondo,muchos gritos,pero nada en claro. Pude ver a Connie tirarse encima del titán de Marco, con rabia intentaba cortarle la nuca para sacar de allí a Marco y aniquilarlo,pero debía impedir eso. Marco tenía que entrar en razón sin necesidad de matarlo,acaba de matar a Sasha,pero no era su culpa,estaba dominado por Reiner y Bertholt. Marco no podía haber matado a Sasha,simplemente no podía, él no era capaz de hacer eso.
Me disponía a levantarme cuando rápidamente me volví a echar al suelo.

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