Capítulo 16.

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Han pasado dos días desde la última plática que tuve con Mirai. Siendo honesto, no comprendo cuál es su problema, si realmente se arrepiente de lo que pasó podría simplemente olvidarlo.

En lo personal no es algo que me gustaría, ya que para mí si fue significativo. Sin embargo, en dado caso de que no haya sido mutuo entonces puede dejarlo de lado y, por mi parte, puedo fingir que jamás sucedió y seguir como lo hemos hecho hasta ahora.

Me encontraba en la biblioteca entre los altos estantes de libros haciendo un registro del nuevo material que llegó esta mañana cuando una figura castaña y alta entró a mi lugar de trabajo.

- ¿Cómo está mi enano favorito? - dijo Hange acercándose hasta donde estaba.

- Lentes. - respondí desviando la mirada y anotando el nombre del siguiente libro. - ¿Qué haces aquí?

- Bueno, estoy reuniendo información para algo que se me vino a la mente. - explicó notablemente entusiasmada. - Me dijeron que había una persona que podría ayudarme en este distrito y entonces recordé que tengo un preciado amigo aquí esperando mi regreso todos los días.

- Ya puedes irte. - respondí pasando de página.

- Vaya Levi, qué carácter. ¿Te peleaste con Mirai o que?

Dejé de mover mi bolígrafo inconscientemente, lo cual me delató totalmente.

- Rayos Levi, ¿qué le hiciste a la linda Mirai? Ella siempre es tan buena contigo.

- ¿Qué tiene de linda esa mocosa?

- No seas terco, Levi. Ya habías aceptado que te gustaba, ya ni siquiera te molestabas en ocultarlo.

- Deja de joderme, Hange. Estoy trabajando y tengo mucho que hacer. - respondí tratando de concentrarme en el registro. Empecé a escribir un título más, el cual no recordaba si ya había apuntado con anterioridad pues Hange me estaba distrayendo.

- Bueno, con que por eso Mirai estaba con un chico rubio caminando tan despreocupadamente. - comentó restándole importancia y mirando los estantes mientras me veía de reojo.

Una vez más dejé de escribir y volví mi vista hasta ella.

- ¿Qué acabas de decir?

- Bueno, iba a pasar a saludarla pero me dijeron que estaba en su descanso. Mientras caminaba hacia acá mire que iba con un chico rubio a un puesto de comida... - Hange no pudo terminar lo que decía, pues deje mis pertenencias sobre las filas de libros y avisé en recepción que saldría un momento.

Me encamine al exterior del edificio pensando en la posible ruta que tomó Hange para llegar hasta aquí. Fue entonces cuando recordé que Hange es una floja así que seguramente tomó la ruta más corta.

Me arremangue las mangas y puse las manos sobre ambos aros de mi silla; debía apresurarme.

Justo cuando me preparaba para cruzar la primera calle me detuve de golpe. Un pensamiento me llegó a la mente y me hizo sentir lo suficientemente molesto.

Quizás la razón por la que a ella le molesta tanto ese beso es porque le gusta ese idiota. - pensé.

Tomando eso a consideración no pude seguir mi camino. Si realmente ese era el motivo, entonces no había nada que hacer.

Giré de regreso a mi trabajo más calmado, pero también, más decepcionado que nunca.

No era un problema si ella me pedía olvidarlo porque no era mutuo, pues podía tener la esperanza de que en un futuro ella se enamorara de mí. Pero era totalmente diferente si ella ya amaba a alguien más.

𝙻𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜 𝚛𝚎𝚊𝚕. (𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora