"El secreto de Marinette"

Parte tres.

Marinette estaba desaparecida y ya no sabía qué hacer, no sabía si contactar a sus padres (no tenía idea de cuál era su número de celular) no tenía idea si contarle a Alya o a Nino acerca de lo que estaba ocurriendo.

¿Por qué le estaban haciendo esto a ella? Si es la mejor persona que conocí en mi vida, ¿ Lila le tenía tanto odio?, ¿por qué?
De repente comencé a recordar con lujo de detalles lo que pasó anoche, ella estaba buscando algo, ¿pero qué?, ¿qué objeto tan valioso podría tener mi dulce y tierna azabache?, ¿qué ganaba Shadow Moth con todo esto?

- Tengo que contarle todo esto a Ladybug. - dije en voz alta.

- Adrien. - me habló mi kwami acercándose a mi con una expresión para nada agradable. - Debo advertirte.

- ¿Qué pasa?

- Me comuniqué con Tikki, la kwami de Ladybug.

- ¿Qué?

- No son buenas noticias Adrien. - sus pequeños ojos me miraban afligidos. - Ladybug está en peligro.

- ¿De qué hablas Plagg?, ¿cómo que esta en peligro? - no podía creer lo que decía.

- La capturaron...

- ¿Shadow Moth? - él asintió.

- Tikki me dijo que están en una habitación oscura y que Ladybug ha estado débil, que no puede levantarse. Tikki ha permanecido escondida con los aretes,pero no puede salir ya que al parecer a un campo mágico que no deja escapar a los kwamis.

No pude contener más la furia que tenía y comencé a tirar al suelo cualquier objeto que veía. Esto no podía estar pasando, primero Marinette y ahora ella... My Lady. Me sentía tan inútil de no poder proteger a ninguna de las dos, ¿qué carajos iba a hacer?

• • •

Pasaron varios días después de la noticia, demasiadas cosas que enfrentar. Lo primero que comencé a hacer fue buscar a Marinette por todos los lugares posibles, llame a hospitales, comisarías, busque en los desagües e incluso revise en cada hogar,pero nada, parecía que la tierra se la hubiese tragado.

Estos días fueron muy estresantes, no pude dormir, ni siquiera comer. Estaba desesperado.

Gorila me llevaba al instituto como todos los días y al bajar camine al salón, ver el asiento vacío de mi Marinette me rompió el corazón y Alya parecía estar igual o incluso peor que yo,se la notaba preocupada.
Le escribí una nota en medio de la clase, me parecía que debía contarle lo que realmente estaba pasando con su mejor amiga y quizás los dos podríamos hacer algo.

Te veo en el gimnasio, por favor no faltes. Es sobre Marinette.

- Hola. - me saludo ella cuando venia hacia el gimnasio.

- Hola Alya. - sonreí.

- Marinette me tiene muy preocupada, no sé que le está pasando. Tengo miedo de que este en peligro.

- Sobre eso quería hablarte.

- ¿Sabes qué sucede?

Afirme con la cabeza.

- ¿Qué?, ¿qué le sucede? - se notaba el temor en su mirada.

- Alya, descubrí que ella no es Marinette, es otra persona. Lila Rossi.

- ¡¿Lila Rossi?!

- Shh, baja la voz...

- ¿Pero qué es lo que querría ella de Marinette? Ella no...- dejó de hablar por un segundo y sus ojos se abrieron como platos.

- ¿Sabes algo que yo no?

Alya no respondió, evitando mi mirada mientras se mordía una uña.

- Alya, sea lo que sea dímelo.

- No puedo Adrien, créeme que me encantaría, pero no puedo. Se lo prometí y no puedo decepcionarla.

- Por favor, solo dímelo.

- No es tan fácil como piensas.

- ¡Pero esta en peligro, su vida está en peligro, y si no hacemos nada ahora algo muy malo podría ocurrir! ¡¿cuál es el secreto de Marinette?! ¡¿qué es lo que esconde?! ¡¿qué es lo que podría ser tan valioso como para que Lila hiciera todo esto?! ¡¿Qué?!

Mi amiga Cesaire rompió en llanto, hundiendo su rostro entre sus manos. Me sentí una bestia por reaccionar así, pero estaba comenzando a perder mi cordura, necesitaba encontrar a Marinette,necesitaba salvarla.

- Marinette no es como las demás chicas. - dijo entre sollozos.

- ¿De qué hablas?

- Marinette... Marinette es Ladybug. - levantó su mirada llena de lágrimas.

Por un momento creí que había dejado de respirar,casi me da un infarto al escuchar la confesión de Alya.
Ahora todo tenía sentido, todo encajaba a la perfección. Eso explicaba el porqué Lila estaba recibiendo ayuda de Shadow Moth, si Ladybuh desapareció al mismo tiempo que Marinette era porque se trataba de la misma persona. Ahora lo entendía todo.

- Y no solo es Ladybug, ella es la guardiana de los miraculous. - se enjuago las lágrimas. - Y lo más valioso que podría tener Marinette serían sus aretes y...la caja.

- ¿Desde cuándo lo sabes?

- Desde hace tres años, me lo dijo el día que mis amigas y yo fuimos akumatizadas, estábamos tan enojadas porque sentíamos que ella nos ocultaba algo. - volvió a sollozar. - Jamás se nos cruzó por la cabeza de que ese era el secreto, y ella estaba tan exhausta por cumplir su deber y no poder tener una vida normal que se derrumbó ante mi y me lo dijo.

- ¿Dónde está la caja?

- La tenía en un lugar de su cuarto,pero se necesita saber un patrón de hilos de cocer para poder encontrar la caja, solo lo sabe ella.

- ¿Recuerdas si sucedió algo extraño antes de que desapareciera?

Alya lo pensó por unos cuantos segundos.

- Si. - contestó. - Días antes me dijo que se sentía observada, le dije que seguro era su imaginación. Pero ella se veía algo paranoica y nerviosa durante esos días. Hablé con ella por última vez el Viernes pasado, por teléfono, pero parecía normal.

- Alya, tenemos que encontrarla, ella está en graves problemas.

- Adrien. - apoyó su mano en mi hombro. - ¿Cómo te enteraste que ella no es Marinette?, ¿cómo lo supiste?

- Alya, sé que no debería hacer esto y que probablemente pensaras que estoy loco. Pero estoy desesperado, no sé qué hacer, no como desde hace días, tampoco puedo dormir. - le decía mientras jugueteaba con mis manos, las cuales sudaban. - Yo soy...

Estaba nervioso, dudaba si estaba haciendo lo correcto. Sin embargo, Alya siempre fue una persona muy lista y pudo darse cuenta por ella misma.

- No me digas que tú eres...

- Chat Noir.

- No puedo creerlo...

- Marinette, Ladybug fue secuestrada por Shadow Moth. Debemos encontrarla y rápido.

• • •

Salí por la noche, quería volver a la casa de Marinette para revisar su cuarto y ver si había dejado alguna señal y si al menos podía encontrar la caja para mantenerla a salvo.
Revise su habitación, todo estaba hecho un desastre,todo revuelto. Busque en su escritorio, en el suelo pude ver los hilos de colores que me decía Alya, se supone que tenía un patrón para abrir la caja, pero estaba destrozada, dudaba que siguiera ahí y eso me aterrorizaba, si Lila la encontró estábamos perdidos.

Baje hacia la sala,todo estaba igual de desastroso, en la panadería igual, pero lo más alarmante fue que también parecía que había ocurrido una pelea allí, entonces recordé las repentinas vacaciones de los padres de My lady ¿Qué les hicieron?

- ¿Otra vez aquí? - me preguntó una voz,haciendo que me sobresaltara.

- Lila.

- Hola minino, entregame tu miraculous y te prometo que Marinette o más bien dicho, tu Lady no saldrá lastimada.

- Nunca.

- Te lo advertí.

- Si le haces daño, si Shadow Moth le hace daño juro que van a pagarlo y será con su vida.

- Quiero ver lo que lo intentes. - una sonrisa se formó en su rostro y se abalanzó hacia a mi.

La empuje haciendo que chocara con una silla, se levantó enseguida, comenzando a lanzarme golpes que esquivaba con dificultad, porque su agresividad parecía sobrepasar el limite. Me tomó del brazo y me lanzó por la ventana que se encontraba en la sala, haciendo que el cristal de esta se quebrara.
Caí al suelo adolorido, pero no podía dejar que el dolor me detuviera, porque ella estaba dispuesta a matarme solo para conseguir mi Miraculous.
Corrí de nuevo tratando de pensar en un plan, ¿qué haría ella en este caso?, ¿qué haría Marinette?, ¿qué haría My lady? Me escondí detrás de un auto para tratar de aclarar mi me mente.

No sé si estaba muy distraído tratando de pensar en un plan o si ella era demasiado rápida, porque me levanto como si fuese un saco de papás y me lanzó hacia un callejón, haciendo que me estrellara con una pared de ladrillos.

Caí quejándome del dolor, Rossi me tenía acorralado y yo estaba comenzando a ver borroso.
Cerré los ojos esperando su próximo golpe, pero milagrosamente cayó al suelo.

- ¡No te atrevas a hacerle daño!