Todo por una venganza (Laughing Jack y Tú)

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Laughing

Durante todo el día Dalya no apareció, mientras que Jill se la paso contando lo que pasó con ellas, las alucinaciones  y dijo que dudaba que los "recuerdos" de Dalya sean reales pues en alguno aparecía Jill, lo cual, según ella, es totalmente improbable. 

   Yo de verdad estaba preocupado por ella. Cuando Ben llegó diciendo que Dalya y Jill se fueron juntas a quién sabe donde, pensé lo peor. En realidad me molesta que Dalya haya hecho todo lo contrario a lo que le dijimos, no tenía ninguna necesidad de saber que tanto es lo que Mayween le hizo, sólo era tomar un riesgo estúpido. Más en decirle a Jill, ¿cómo puede pensar que eso estaría bien? 

   Al día siguiente todo fue como si nada, ya casi nadie hablaba de lo que sucedió ayer, aunque sí podía notar algo tensa a Jill y Slenderman. Dalya aún no estaba aquí y la verdad que eso beneficiaba a Jill pues nadie podía cuestionar lo que decía sobre las alucinaciones y Slenderman prefirió no decir nada sobre eso.

   Pasado el medio día, Jill se acercó a mi. Yo estaba fuera de la CreepyHouse, a ver si en algún momento llegaba Dalya.

Jill.- Hola Jack — sonrió — ¿Qué haces?

Yo.- Espero a Dalya.

Jill.- Ah... ¿ya va a volver?

Yo.- No lo sé.

Jill.- ¿No te lo dijo? — negué — Bueno, en realidad estamos mejor sin ella, ¿no crees? Sólo han sido problemas y problemas gracias a ella.

Yo.- Para ti sería genial que no vuelva, ¿verdad?

Jill.- ¡Claro! No sabes la paz que sentiría si jamás la vuelvo a ver.

Yo.- Yo la extrañaría demasiado.

Jill.- No dudo que la extrañarías... te has vuelto muy cercano a esa tipa. Si al menos supieras todo lo que ha hecho.

Yo.- Lo sé, me lo ha contado — Jill se puso delante de mi.

Jill.- No me cabe duda de que quieres a Dalya, pero no sé lo que piensas de mi...¿me quieres?

Yo.- Claro que sabes lo que pienso de ti.

Jill.- ¡No lo sé! Jamás lo dices, sólo actúas de distintas maneras con los demás según lo bien o mal que te caigan, pero conmigo siempre eres distinto. Antes de Dalya me dejabas que me acercará más, pero sólo llegó ella y comenzaste a huir de mi.

Yo.- Esta bien, quieres que sea honesto, pues lo seré. Desde el primer momento que te conocí me caíste bien, para ese tiempo sólo conocía a Zalgo y algunos demonios, pero nadie como yo. Me parecía increíble tu personalidad y comencé a quererte, pero nunca cómo tu deseabas. Yo en realidad todo el tiempo te quise como mi mejor amiga, como una hermana... jamás me enamoré de ti. Después, de un momento a otro cambiaste y te volviste "molesta" queriendo estar todo el rato conmigo, insistiendo en que fuéramos pareja.

Jill.- ¿Y ahora?

Yo.- Aún te quiero, pero te repito que no de la manera que tú deseas. Eres una gran amiga, Jill, a veces demasiado molesta, pero no te odio. Si huía de ti es porque sé lo intensa que puedes ser y resulta irritante.

Jill.- Entonces cuando fuimos pareja fue por lastima — sonreí.

Yo.- No precisamente. De verdad quería intentarlo, pero no pude. Tú y yo somos tan iguales que de verdad no podía soportar que todo el tiempo hiciéramos lo mismo.

Jill.- ¿Y Dalya qué? Tiene casi los mismos gustos que tú, quiere hacer lo mismo y...

Yo.- Créeme que no es lo mismo. Ella tiene sus objetivos, su manera de pensar y sus gustos. Aunque en algunas cosas coincidimos, no somos tan parecidos como tú y yo.