Capítulo 11: El Comienzo De Una Serie De Eventos Desafortunados

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Inicio de maratón (1/3)

El arribo de a Hogwarts fue exitoso, sin inconvenientes más que una rápida vista al ministerio Francés más específicamente al Departamento de Cooperación Mágica Internacional para la autorización del Traslador internacional. Ambas mujeres permanecieron en completo silencio, Hermione meditaba los sucesos recientes así como los argumentos que pudo haber esgrimido la Directora McGonagall para convencer a su madre, puesto que Jean Granger era una mujer implacable cuando una decisión ha sido acordada. Mientras la Directora veía con otros ojos a su alumna preferida, pues nunca se hubiera imaginado los sucesos que la familia Granger ha experimentado en su vida.

Una vez en la Oficina que ocupaba la Dirección del colegio de Magia más conocido de Inglaterra, ya no pudiendo postergar por más tiempo una plática que debió acontecer hace algún tiempo la Directora McGonagall preguntó:

- ¿Por qué Hermione? Acaso ya no te sientes a gusto con nosotros, ¿existe alguien que te molesta? Necesito una razón válida.

- Son muchas cosas Profesora, el entorno, las personas, pero principalmente yo, ciento no encajar, me siento sola.

- ¿Qué entorno? ¿Qué personas? Dime.- Dijo Minerva acercándose a estrechando en sus brazos a su alumna, rompiendo el protocolo profesor –alumno, la abrazó como si su vida dependiera en ello. – siempre pensé que me tenías confianza.

- Profesora le tengo confianza, es sólo que colapsé, sin más. Cuando terminó la Guerra y fui en busca de mis padres, me sentí indigna de ellos, los había hechizado para protegerlos, pero los hechize no les permití decidir. Luego durante el verano ellos me brindaron amor incondicional y me sentí peor, cada vez que los veía a los ojos me sentía tan culpable del tiempo que los alejé de su mundo. Cuando regrese a Hogwarts me sentí sola, extrañaba estar con mis padres y me acordé del tiempo que estuve alejada de ellos, las navidades y los veranos en los que el mundo mágico fue mi prioridad a estar con las dos personas más importantes de mi vida, las dos personas que me aman por sobre todas las cosas, las dos personas que me dieron la vida. Me di cuenta que al mundo mágico le he dado todo mi niñez, juventud, mis días y noches, los desvelos, mi tiempo, el tiempo que debí pasar con mis padres, mi vida. Y por lo que creo la oportunidad de una familia, diablo seamos realistas quien va a querer estar con una persona como yo, estoy mal, como rayos le voy a explicar las marcas de mi espalda y brazos, las pesadillas de las noches. Quien va a querer estar conmigo.

- ¿no se supone que estas en una relación con el señor Weasley? Él te conoce, conoce tus cicatrices, conoce tu mundo. – refutó la directora.

- Eso es otras cosa que me tiene mal, se supone que he amado a Ron desde cuarto año, más ahora que estamos "juntos", ceo yo, es el peor error que he cometido en mi vida.

- ¿Cómo está eso? ¿Acaso no lo amas?

- Si lo amo, pero es un amor fraterno, un amor de hermanos como el que comparto con Harry, hemos pasado por momentos difíciles, y Ron en definitiva no es el indicado, diablo creo que ningún hombre será el indicado.

- No crees, que están siendo un poco extremista. Eres muy joven aun. – dijo la directora. Provocando en Hermione un ataque de risa histérica que acabó con unas cuantas lágrimas en los ojos de la castaña. – se puede saber que es tan graciosa señorita Granger.

- Directora McGonagall, con todo el respeto que merece, seré joven, mas no ingenua, lo que he vivido equivale al cinco vidas. Además usted no está al tanto de unos acontecimientos durante mi estadía en verano con mis padres que ha dejado una huella tan profunda en mi alma.

- ¿Qué tienes no me asustes?- preguntó Minerva muy nerviosa deseando que su alumna preferida no tuviera más problemas, pues todavía estaban muy frescas en su mente las imágenes del pequeño bebe en la incubadora conectado con cables extraños. Hermione poniéndose de pie caminando a paso seguro a la puerta, dirige una última mirada a su mentora y le dice:

Los ojos, el alma [En Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora