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omnisciente.

Era el cuarto día en Miami y mientras los chicos estaban trabajando en el estudio, las chicas estaban terminando de arreglarse ya que decidieron ir al shopping a comprar más boludeces de las que compraron el día de ayer en disney, realmente no sé como van a hacer para llevarse todo. Van a tener que pagar una fortuna por excederse del peso, pero bueno.

- ¿Ustedes dicen que al volver a Argentina va a seguir todo igual con los pibes?. -Preguntó Mel.

Ya empezó con sus inseguridades.

- ¿A qué te referís?. -Preguntó Mar.

- Digo, acá no tienen a nadie pero Argentina estan todas sus chicas y eso, no sé.

- Tiene razón. -Dijo Ori.

Otra insegura.

- No empiecen o les rompo la cabeza. Aparte, hace cuatro días los conocimos, ¿Realmente se piensan que ellos estan enganchados?. -Preguntó Alexa.

Y la verdad, Alexa se estaba equivocando. Ellos realmente estaban enganchados con las chicas.

- ¿Ustedes anoche no sintieron que encontraron su refugio al estar en paz en la playa abrazada a ellos? Me pasó con Thomas. -Dijo Ori.

- Joaquín me dijo exactamente lo mismo. -Dijo Mel.

- ¡Mateo también!. -Dijo Pao sonriendo.

- Ustedes solas se enganchan a los cuatro días de conocer a alguien, son ridículas. -Dijo Alexa.

- Deja de tirar mala onda, pelotuda. -Dijo Mel.

- Medio que tiene razón igual. -Dijo Mar.

- Son insoportables. -Dijeron Pao, Ori y Mel a la vez. Agarraron sus mochilas y se fueron solas, dejando a las otras dos discutiendo solas.

- Yo siento que a veces nosotras tenemos una amistad forzada, osea con Mariela y Alexa. -Dijo Ori.

- ¿Por?. -Preguntó Pao.

- Tipo, al nuestras familias ser amigas y esperan que seamos como ellos, nosotras tenemos esa obligación, pero yo lo siento con ellas dos, con ustedes realmente me siento bien y no es raro. -Dijo Pao.

- Ey, a mí a veces me pasa también. -Dijo Mel.

- Son raras de por sí. -Dijo Pao y sus dos amigas asintieron.

Por suerte el hotel no quedaba tan lejos del shopping así que decidieron aprovechar para ir caminando y así poder sacarse fotos en cada lugar que les parecía lindo. La memoria de sus celulares deben querer llorar en este viaje, estan sufriendo.

Por otro lado, los chicos se tomaron un descanso para almorzar así que Mateo se ofreció a ir a comprar algo para que puedan comer.
Comenzó a caminar con la cabeza pensando en los cambios que debía hacerle a unas canciones, entre otras cosas y no le prestaba atención al camino, eso provocó que haya cruzado la calle sin mirar, y haya terminado teniendo un accidente.

miami ; multificWhere stories live. Discover now