Capítulo 2

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El fin de semana había acabado, Jimin estaba bastante molesto con su madre por haberle obligado a bailar con Yoongi.

Actualmente estaba tomando clases de esgrima, pero perdió tantas veces por andar pensando en él.

-Joven Volm, ¿Podría poner atención a mi lección?, no me pagan por estar todo el día parado, me pagan para que usted este capacitado en el bello arte del esgrima-

-Lo lamento- Dijo Jimin.

-Espero sea la última vez que sucede esto, concéntrese- tomó su espada.

...

Vaya tarde la que había tenido el pobre chico, las siguientes clases que tomó fueron iguales, "Y todo por ese maldito hombre" dijo entre si.

Necesitaba darse un respiro, por lo que salió al balcón de su habitación, ese lugar se significaba mucho para el rubio, ya que según él el cielo se veía mejor.

Apoyó su cuerpo sobre la baranda de cemento que impedía que este caiga al vacio.

Sin pensar elevó su mirada como queriendo contemplar los árboles que daban exelente con su mansión alrededor.

Sus ojos se quedaron quietos al ver como su madre resivía un carruaje al interior de su propiedad. "Debe ser Suran" pensó.

Pero no, la persona que estaba bajando no era Suran, era Yoongi, quien traía un carruaje lleno de presentes envueltos en un hermoso papel dorado.

-¿A qué a venido?- Se preguntaba.

Sin querer conectaron miradas, miradas que duraron mucho tiempo, hasta que Jimin reaccionó y se alejó del balcón.

Este se sentó en el escritorio, colocó sus libros, papel y pluma sobre la mesa.

Lo siguiente que hizo fue esperar pacientemente a su madre, que muy posiblememente iba a obligarlo a bajar, por esa razón quería hacerla creer en que estaba ocupado.

Y así como pensó se hizo, ella tocó la puerta con fuerza y Jimin le abrió.

-¿Madre?¿Qué haces en mis horas de estudio?- Cruzó los brazos fingiendo incomodidad.

-Lo lamento tanto, pero...nos vino a visitar Min Yoongi, es el chico con quien bailaste este fin de semana.

-Ugh, madre estoy bastante ocupado, será en otra ocasión.

Quiso cerrar la puerta pero no pudo, su madre llevó a las sirvientas y estas lo agarraron de los brazos.

-¿Pero que?- Trató de safarse.

-Muy bien, denle un baño y ayúdenlo a vestirse como les indiqué, una vez que terminen lo llevan al gran salón.

-Sí señora, estamos en eso-

Jimin fué llevado a la bañera que lo esperaba con rosas y miel.

-Vamos joven, no queremos hacer esto, la señora nos está obligando-

El chico suspiró y dejó que lo arreglaran, se metió a bañar y después lo cambiaron con uno de sus mejores trajes.

...

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Mientras tanto en el salón, ya hacía Min, con un montón de obsequios en el suelo que eran para Jimin.

Él y sus padres del rubio discutían de los temas más hablados en el reino esperando así la llegada de Jimin.

-¡Oh, querido llegaste!- Se acercó hasta su mayor hijo y lo llevó del brazo hacia donde se encontraban todos.

Jimin, quien tenía una cara bastante molesta solo se dejó guiar por su madre que iba encabezando su caminar con una gran sonrisa.

-Toma asiento-

Cabe resaltar que el asiento de él estába muy cerca al de Yoongi.

-Vamos hijo, no seas tímido-

Jimin estuvo apunto de explotar, quería salir corriendo de ahí, no le gustaba Min, solo lo consideraba un orgulloso y narcisista sujeto que solo buscába burlase de él y su familia.

Pero tuvo que aguantar las ganas de golpearlo, y no dejar en ridículo a sus padres.

-Buen día Min- Inclinó levemente su cuerpo.

-Hola Jimin, te traje algunos obsequios, espero te gusten-

El menor miró de reojo a su madre, quien le hacía señas para que aceptara los regalos, así que no tuvo más opción que agradecer.

-Gracias, no debió molestarse en traerlos- Mostró una sonrisa fingida mientras llamaba a una de las sirvientas.

-Dígame joven-

-Linda, ¿Puedes llevar estos presentes a mi habitación?- Dijo amable.

-Oh...seguro, lo aremos de inmediato joven-

Yoongi miró confundido al rubio, quien aún mostraba una sonrisa.

-Pensé que lo abrirías ahora-

-Descuida Min, hay que darle un poco de emoción a esto-

-¿Emoción?-

-Sí, quiero decirte algo en privado...madre, padre ¿Puedo salir a dar un corto paseo afuera con Yoongi?-

-¡Claro que sí querido!- Su madre respondió al instante.

-Gracias-

Jimin tomó al peligris del brazo y salió corriendo del salón con prisa, lo llevó a un lugar bastante alejado que aún seguía siendo sus tierras, una vez ahí lo soltó y se paró frente suyo.

-¿Que planeas Min?-

Yoongi quien se acomodó sus prendas le respondió.

-¿Tú que crees que hago?-

-¡Estás fastidiandome!- chilló.

-Yo solo vine a dejarte unos obsequios, que mal que un miembro de la familia Volm sea así de descortés con sus invitados-

-¿Qué acabas de decir?- frunció el ceño.

-¿Qué, acaso eres sordo?-

-Min, retírate porfavor, solo estás frustrando mi día-

-¿Frustrando dices?- Habló con un tono agudo.

-Escucha pequeño, vamos a dejar las cosas claras, yo puedo venir aquí cuando yo lo desee, y tú debes de comportarte como debe de ser-

-¿Por qué debería hacerle caso a un viejo como tú, que solo busca atrofiar la vida de un joven como yo?-

-Porque yo lo quiero así-

-¿Estás mal de la cabeza o te abandonaron tus padres de pequeño?- Dijo sin pensar.

-Sí-

-¿Cómo?-

-Tal como dijiste, mis padres me abandonaron-

El rubio dejó de hablar bastante apenado.

-Por las altas deudas que tenían, pero por suerte, la casa de los Min me recogieron y fuí adoptado por ellos-

-Yoongi yo...- Tomó su brazo.

-Descuida Volm, no es algo que me importe, pero si deberas lo sientes quisiera pedirte algo bastante pequeño-

-Hm, está bien, dime que es-

-Cierra los ojos porfavor-

-¿Los ojos? ¿Que planeas?- Lo miró con asco.

-Oh vamos, solo quería ver a detalle tus pestañas-

-ugh, bien- cerró los ojos tal y como le ordenó el mayor.

Jimin estaba bastante avergonzado, pero su culpabilidad era mayor, así que solo siguió con lo suyo.

-¿Listo?- preguntó.

-Un momento...- murmuró

El peligris había aprovechado su oportunidad, y sin pensarlo dos veces tomó el rostro del rubio, para finalmente saborear su dulces labios, que según él, sabian a miel.




A proud boy || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora