~34~ Saber perder

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30 de diciembre

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30 de diciembre

Mi hermano se ha pasado los últimos cinco días encerrado en su habitación. Temo acercarme por el simple hecho de que quiera cobrar venganza sobre lo de Venus.

Me asuste un poco verlo tan fuera de sí, he de admitir. Pero creí que algo así no pasaría ya que mis padres me aseguraron que los dos años en el reformatorio habían servido de algo. Una mentira que ha repercutido en Venus.

He tenido poca comunicación con ella estos días y solo espero que mis hermanos estén cuidando de ella como lo haría yo.

—West— Mi padre me llama desde el comedor— ayúdame con esto, tengo que arreglar unas cosas con Mark.

Tomó los papeles y me siento a su lado, incluso en nuestras vacaciones él no deja de trabajar y es algo que anhelo que no nos pase a Venus y a mí. Mi padre se levanta y va hacia el balcón hablando con su mano derecha.

—Hola mi bebé— Los brazos de mi madre rodean mi cuello— ¿Tu padre te ha dejado con el papeleo?

—Al menos puedo dejar de pensar un rato en Venus— Toma asiento junto a mí y acaricia mi mano que descansa sobre la mesa.

—Ya volverá, está en buenas manos.

—Quisiera darte la razón, mamá.

—Samuel siempre ha cuidado muy bien de Venus, ten fé en ello.

—¿Qué sabes de eso?— La curiosidad se mezcla con mis celos.

Yo tendría que estar en su lugar.

—Hace años Venus sufrió una gran pérdida y Sam estuvo a su lado hasta que ella pudo seguir adelante. Mi niño, en ese mismo tiempo tuvo unas complicaciones con su salud y ella permaneció a su lado— Mi madre me mira melancólicamente y noto las lágrimas que se forman en sus ojos celestes— Pude ser testigo de su amor y me alegró que Samuel me contará que con ella las cosas eran menos agobiantes.

—¿Tú crees que lo sigue amando?

—No tengo esa respuesta mi niño— Aprieta mi mano entre las suyas y juguetea con mis dedos— Ten presente que ella te quiere tanto o de la misma forma que a él, de eso sí que estoy segura.

—Gracias, mamá.

—De nada mi pequeño, ya me voy, te he interrumpido— Besa mi frente y sale al balcón para encontrarse con papá.

—De nada mi pequeño, ya me voy, te he interrumpido— Besa mi frente y sale al balcón para encontrarse con papá

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