Graduación

8.6K 714 226
                                    

Viernes, 10 de Julio de 2018
Hace un poco más de dos años

Nadie le había dicho que una fiesta de graduación escolar fuera a ser tan endemoniadamente aburrida. Es cierto que aquel era un momento importante en su vida, sin embargo a Jisung no podía importarle menos.

Recién había terminado el primer año, con unos resultados bastante satisfactorios para tratarse de él. Ya habían hecho la celebración oficial de la graduación, donde a los estudiantes se les entragaba su diploma y se les hablaba de sus logros durante el año. Ahora la escuela había alquilado un buen salón para la celebrar la fiesta de las graduaciones de cada uno de los cursos, y ahora él estaba allí, junto a todos los estudiantes de primer año, celebrando la graduación.

Su madre le había dicho que fuera vestido con algo formal, digno de su alta posición social. Sin embargo, Jisung se había limitado a ir con unos Jeans ajustados de color azul y una chaqueta de mezclilla oscura, con el cabello hecho un desastre. Entonces, justo en aquel momento se sentía fuera de lugar. Todos en la fiesta andaban de traje y corbata, las mujeres usaban vestidos finos y tacones altos. Incluso el mismo lugar de la fiesta era elegante: Un enorme salón con ventanales de cristal, una gran lámpara de araña en el centro de la habitación, y los camareros vestidos de negro corriendo de aquí para allá, repartiendo canapés y bebidas a los invitados. Aún le sorprendía que le hubiesen dejado entrar con aquella facha que llevaba puesta.

La elegancia del lugar, claro está, no se comparaba en absoluto con las exageradas fiestas de ricos que se celebraban en la mansión de sus padres, pero aún así le sorprendía que la escuela se hubiera esmerado tanto en conseguir un salón así para la graduación de sus alumnos.

Y eso era lo aburrido que tenía.

No sólo porque el lugar era lo suficientemente elegante (ridículo) como para desagradarle, sino que estaba solo.

Había quedado con sus cuatro amigos para llegar juntos y encontrarse allí, sin embargo no les veía por ninguna parte.

Estuvo sentado solo en una mesa de cuatro por un buen rato, mirando a los amigos abrazarse y a las parejas besarse, hasta que escuchó una voz conocida llamar su nombre.

-¡Jisung!

Se levantó de golpe de su silla y divisó a su novio en la puerta del lugar, saludándolo con la mano. Sin pensárselo dos veces corrió a sus brazos para abrazarle.

-¡Felix...! -exclamó Jisung contra su pecho y levantó el rostro para mirarle a los ojos haciendo un puchero -¿Por qué llegaste tan tarde? En serio me estaba aburriendo allí solo. Los chicos no han llegado aún ¡Y prometiste que vendrías pronto para estar conmigo!

Felix soltó una risita por lo bajo, llenándose de compasión al ver lo tierno podía llegar a ser su novio.

-Lo siento Hannie... No te enojes. Me costó mucho venir aquí. Recuerda que estoy en segundo año. Justo ahora debería estar en la fiesta de MI graduación. Pasé un rato por allí para saludar a algunos amigos, y vine aquí tan rápido como pude.

-Mmmh... Aún así estoy molesto contigo -le dijo Jisung volviendo a hacer uno de sus tiernos pucheros, y entrecerrando los ojos al fruncir el ceño.

-¿Ah, sí? ¿Y cómo puedo recompensarte?

Jisung le dedicó una sonrisa de oreja a oreja y se palpo los labios con el dedo índice en modo de respuesta.

Felix entendió a lo que se refería y depositó un beso sobre los labios de su pequeño Hannie. Esos sencillos besos de tan sólo un roce, tan inocentes como si fueran dados por un niño de primaria. Felix debía conformarse con ese tipo de besos, porque esos eran los besos que Felix podía ofrecerle. A pesar de que el menor siempre quisiera mucho más que eso. Debía conformarse porque ese chico inocente de ahí era su novio, y Jisung le quería.

También te gustarán

          

O eso pensaba.

Jisung volvió a depositar otro besito sobre los labios de Felix y luego otro, y otro, y otro, y...

-Déjense ya de cursilerías. Voy a salir diabético de este lugar con tanta dulzura. -dijo una aguda voz familiar cerca de ellos. Jisung se giró y vio a Minho, Jeongin y Chan parados a su izquierda. Chan era el que había hablado, y tenía los brazos cruzados sobre su pecho -Guardense eso para cuando estén solos viendo comedias románticas.

-Aah, lo siento Chan. -se disculpó Felix, separándose del agarre de Jisung, con un ligero rubor en las mejillas. -Sólo estaba feliz de verle.

Chan rodó los ojos y comenzó a teclear en su móvil.

-Será mejor que busquemos una mesa. -intervino Minho, mirando fijamente a Jisung, con una expresión difícil de leer. Señaló una de las mesas de cinco junto a los ventanales -Aquella está desocupada. Vayamos a sentarnos.

Los demás a sintieron y se dirigieron al lugar que Jisung había indicado.

Un camarero se acercó a ellos y les preguntó qué deseaban para tomar. Pidieron algunas bebidas sencillas, nada con alcohol; querían pasar sobrios el resto de la noche. Luego de eso, se quedaron conversando sobre temas triviales como los últimos exámenes que habían tenido, las calificaciones, algún que otro videojuego o programa de televisión... En fin, cosas sin importancia.

Cosas a las que Jisung no le estaba prestando atención. Porque era él quien necesitaba algo de atención en ese momento. Su boca estaba tan vacía y Minho estaba tan cerca... Sed... Tenía tanta sed... Su bebida no le gustaba en absoluto... Oh, pero Minho podía darle algo mucho mejor... Podría mantenerle la boca ocupada por un buen rato...

Oh, mierda ¡¿En qué estoy pensando?!

Se dijo a sí mismo al sentir su entrepierna endurecerse. Se tapó como pudo la parte baja de sus pantalones, bajando su chaqueta tanto como pudo, para que no se pudiera ver el gran bulto en esa zona.

Maldita sea... ¿Qué pasaba con el? Felix estaba justo a su lado, entrelazando su mano con una de las de Jisung. Podría darse cuenta, por Dios.

Oh, pero eso no iba a impedir que sacara su jodida sed... Seguro que no. Desde que Minho y él habían comenzado a tener aquel sexo pagado, a Jisung le había dado una especie de obsesión con esa enorme polla. No es que no supiera disimular ese deseo sexual frente a sus amigos, porque sí lo hacía y más que bien. El problema era que el simple hecho de ver el rostro de Minho le recordaba lo bien que se sentía tenerle dentro suyo, jodiendolo. Y entonces de la nada comenzaban aquellos malditos pensamientos impuros, que lo llevaban a querer tener sexo en cualquier lugar.

Y esa graduación no llegaría a ser la excepción.

Se aclaró la garganta unas cuantas veces, hasta llamar la atención de sus amigos.

-Minho... ¿Sabes en donde está el baño? En serio, necesito que me lleves. -le dijo con un tono inocente, rezando mentalmente porque Felix no interviniera diciendo algo como: Deja, mi amor, yo te llevo. Porque entonces su plan se iría directamente a la mismísima mierda.

-Sí, creo lo vi cuando llegamos. Está justo a la derecha, ¿qué no lo ves desde aquí? Puedes ir tú solo, no es difícil, ¿sabes?

Mierda.

Minho llegaba a ser realmente idiota si se lo proponía. ¿Acaso no entendía que Jisung lo que quería no era mear? Si Minho no tuviera la polla tan grande, Jisung ya le hubiera despedido y se hubiera buscado un puto un poquitito menos lento.

-Solo acompáñame, ¿quieres? -le dijo algo estresado Jisung y Minho pareció entender ahora, por la mirada que le dedicó el menor, sus verdaderas intenciones.

more than sex - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora