Mackenna llegó justo a tiempo después de escuchar el grito de auxilio de Navier, cuando entro las damas de compañía estaban cargando a los bebes para que dejaran de llorar, y Navier quien trataba de levantar a Henry al parecer inconsciente, una corriente eléctrica hizo que Mackenna se acercara a la emperatriz para ayudarla a acomodar a Henry en la cama.
— ¿Qué ocurrió? — Preguntó Mackenna preocupado.
— No lo sé estábamos comiendo, y.... comenzó a quejarse hasta que se desmayo — ambos se miraron, eso solo apuntaba a una cosa — Fue envenenado.
El peli azul se escandalizó, ordenó con gravedad que le pasaran el plato de comida, lo olfatea, en efecto la comida fue envenenada, se apresuró a hacer lo mismo con los demás platillos, específicamente los de Navier y los bebes pero estaban libres de cualquier veneno, esto fue exactamente preparado para Henry, aun así si alguno de los niños... no quisiera imaginarse lo que hubiera pasado, era un intento de asesinato. Navier llamaba apresurada a los médicos mientras sus damas salían para que los niños presenciarán más alborotó.
En un rincón la misteriosa figura de Rashta se escondió con una mano en la boca asimilando lo que hizo, si ha Navier o a Henry se les hubiera pasado por la cabeza darle de ese mismo alimento tal vez, ahora mismo estuvieran muertos.
Eso estaría bien para ella, ¿No?
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El rostro de Sovieshu no paso de una neutra cuando vio entrar a Rashta.
— ¿Qué salió mal? — Indagó.
Rashta no respondió, nada salió mal, pero.... podrá... podrían... ya haber llegado muy lejos, esperaba que este fuera el final, que el emperador le dijera que lo esperará en la salida trasera trajera oro consigo he irse con ella, que la felicidad de Navier quedará destruida por lo que acaban de hacer, en pocas palabras que el plan de Sovieshu fuera matar a Henry he irse.
— Nada salió mal. Es solo que....
— ¿Qué? — la interrumpió Sovieshu a secas.
— ¿Solo haré eso? — Preguntó.
Él ni siquiera la miro solo le dijo.
— Todo acabará cuando llegue a la salida trasera, pero antes...
El Marqués Karl vio esta reunión como un verdadero desastre, no vio ningún beneficio más que por lo malo, corrió por los pasillos buscando al emperador, se le hacía bastante raro, caía la posibilidad de que tal vez esto era obra de un espía.Sin embargo las opciones de acusación eran demasiado limitadas, así que solo podría tratarse de un enemigo de la familia Trovi o bien uno de los enemigos de Henry, primero el padre de Navier y ahora el Emperador Henry, y solo por pura suerte los herederos de la pareja occidental estaban intactos.
Se detuvo hasta llegar a la oficina del emperador, quiso entrar de manera brusca, pero escuchó la voz del soberano, una voz oscura que jamás escuchó de los labios de su majestad, parecía estar hablando con alguien.
— No me interesa si quieres saber o no, vas a separar al príncipe Kai y la princesa Lary de su madre.
— ¡¿Por qué querría eso?! — ¡Esa era la voz de Rashta!
— ¡No te importa!, solo has lo que te digo, espérame en está misma sala, ya di la orden de que se lleven al señor Trovi, no causaran problemas.
— Dígame de una vez que piensa hacer con ese niño. — Exigió
— Escucha, me encargaré de sacar a Navier y a sus siervas de su habitación .
— Dudo mucho que la emperatriz quiera alejarse de su marido —
— ¡CALLATE! ¡Él no es su marido! — Grito con furia. — La carta que enviaste cite a Navier a solas, por la media noche cuando las condesas estén en sus habitaciones, tomaré a Lary y....
— ¡¡Ya basta!! ¡¿Se está escuchando?! — La escucho consternada por las oscuras intenciones de Sovieshu. — Solo quiero alejarme de esta inmunda historía, haga lo que quiera con esos niños y la emperatriz, no me importa solo déjeme ir... ¡Yo no le he hecho nada!
Estas palabras fueron suficientes para Karl, se sintió horrorizado a la vez sentía asco de lo que Sovieshu esta por hacer, no lo pensó dos veces o lo meditó, entro a la oficina furioso, Sovieshu abrió mucho los ojos y Rashta comenzó a sudar frío.
— ¡Usted no puede hacer esto! ¡No puede destruir una familia! – Exclamó el Marqués.
Sovieshu lo miro confundido.
— Marques Karl... ¿Qué esta haciendo aquí?
— Estaba por avisarle lo sucedido con el emperador Henry, ¡¡fue envenenado!! — Dijo alterado y lo miro con decepción — Pero por lo que escuche... fue usted, todo esto lo hizo usted.
Sovieshu lo miro con sorna.
— no puedo vivir sin ella, esto claramente me esta matando, y ese hombre... — sus labios temblaron.
— Sovieshu, hasta ella sabe que estas llegando muy lejos... que dios me perdone, por primera vez estoy de acuerdo con Rashta. — Claro si uno era inteligente rápidamente de daría cuenta que esa mujer es Rashta aun con todo y peluca, pero tal confesión la dejo helada.— Esta obsesión suya debe acabarse.
— No.
Karl quedo petrificado al ver el coraje profundo que ardía en la mirada de Sovieshu, aquel dolor he envidia hacia Henry que lo llevo a colapsar en la locura.
— Todo estaba bien hasta que él llegó — Dijo finalmente Sovieshu — él me la robo... quería que estuviera conmigo, solo conmigo, ¡Pero el lo arruinó!....
Para Rashta lo que Sovieshu decía en parte era cierto de no ser por Henry sus planes no se habrían venido abajo.
El Marqués apretó los puños impaciente he indignado. En aquel entonces olvido que él era el Marqués y Sovieshu el emperador del imperio de Oriente, los tomó por los hombros y lo sacudió violentamente.
— ¡Ya basta! — exclamó antes de que Sovieshu abriera la boca — ¡Es suficiente, porfavor Sovieshu ya termina con esto, por favor basta! — Lo siguió sacudiendolo con violencia — ¡Ya deja a Navier tranquila! ¡Solo estas empeorando las cosas! ¡dejalos tranquilos! ¡NO SOLO SERA UNA CONDENA PARA TI LO SERA PARA TODOS,.... todos! — lo soltó sin más dejándolo a un mas confundido.
Rashta estaba estática.
— tu deberías decirle que pare con esto — Señalo el marques señaladola, quedo completamente estática. Se dio la vuelta no soportaba compartir la misma habitación.
Sovieshu miro al marques quien estaba por marcharse sabia lo que haría, le diría a Navier sobre sus planes, la arrojaría de nuevo en los brazos de ese mal nacido que le robo su amor, no dudo un minuto en alcanzarlo con un candelero, rashta quien estaba en su debate mental no reaccionó cuando Sovieshu lo alcanzó ya cuando era muy tarde.
— ¡¡¡No!!!
El marques al escucharla se giro, antes de sentir como Sovieshu lo golpeó con un candelero, oyó un zumbido, antes de cerrar los ojos, la mirada de Sovieshu hacía que la desesperación de este brillara por si solo a traves de su propia mirada.
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𝐋.𝐄.𝐃║𝔐𝔞𝔯 𝔇𝔢 𝔏𝔬𝔠𝔲𝔯𝔞
Fanfiction𝑴𝑨𝑹 𝑫𝑬 𝑳𝑶𝑪𝑼𝑹𝑨 ║ ❝Qué tan lejos eres capaz de llegar por aquello que ya está perdido y no puedes soltarlo, que tan lejos te lleva la locura❞ El fuego que quemaba el exquisito palacio Oriental dejo pálida a Navier, abrazada a sus hijo...