La melodía de la guitarra resonó en todo el salón como un sueño.
Fluyendo por un valle vacío, melancolía y sentimientos de tristeza. Tonos bajos y suaves fueron tocados con lentitud y esa voz cantando suavemente describiendo la triste realidad.
Instintivamente mi mente vagó por los recuerdas de hace años.
Siempre tuve buena memoria así que cada uno de los momentos que viví en esta vida puedo recordarlos como si los estuviese viendo en vivo.
Ojos extraños pero bonitos, mejillas gorditas, su tímida mirada barriendo el salón de clases con su flequillo cubriendo parte de sus ojos. Los pequeños rayos de sol proyectándose en su rostro e iluminando su piel color miel. La forma en que sostenía su mochila con fuerza hasta que sus nudillos estuviesen blancos era realmente tierno.
¿Quién es él?
Fuel lo primero que pensé al verlo.
Después en la hora de la merienda lo vi comiendo unos snacks sentado solo y lejos de los demás niños.
A mi corta edad nunca me preocupé por nadie que no fuera mi familia que consistía en mi padre y madre. No me interesaba agradarles a las personas. Me parecía estúpido, hipócrita y una pérdida de tiempo. ¿Por qué preocuparse por personas que al final terminarían hablando mal de uno si no hacemos lo que desean?
¿Por qué me amargaría la vida con semejantes porquerías?
¿Por qué ayudar a una persona que probablemente me terminaría apuñalando cuando ya obtuviera lo que quería?
Eso pensaba hasta que vi sus lágrimas como perlas deslizarse por sus gorditas y perfectas mejillas.
¿Era necesario hacer llorar a un niño?
Por primera vez rompí una regla que yo mismo había puesto.
—Inútiles cabezas huecas, ¿Eso es lo único que saben hacer? Vuelvan a hacerlo llorar y haré que sus padres me supliquen para que los deje ir –había dicho después de golpear a los niños que lo habían intimidado.
Como los cobardes que eran hicieron lo que dije.
Así fue como me hice su amigo.
Tímido, alegre, inocente, ingenuo y tierno.
La triste melodía se volvió bruscamente en alegría. Dejando atrás el dolor subyacente. El contraste era demasiado fuerte, la transición hacia que las personas esbozaran una sonrisa.
En ese entonces no sabía que me había enamorado de verlo sonreír.
Los acompañamientos, en vez de opacar a la guitarra, la hacían resaltar y brillar en su máximo esplendor. Moví mis dedos con rapidez dejando fluir la melodía suave pero potente.
La forma inusual de sus ojos, del que todos se burlaban. Era lo que más me gustaba. A menudo solía ser inevitable apartar la mirada.
Su risa tímida, la forma en la que miraba a otro lado con sus mejillas rosadas. Sus encías tiernas que resaltaban al sonreír. Me gustaba mirarlo por largas horas.
Al final esos sentimientos florecieron y persistieron hasta este momento.
Su presencia golpeó lo más profundo de mi alma. Éramos unos niños en ese entonces y no lo comprendía.
Era irónico como yo pensaba que era inteligente y lo sabía todo, pero cuando se trataba de amor era como un niño.
Transcurrieron años y por cosas de la vida no lo volví a ver. Nos separamos en todos esos años.
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◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)
Random↪En una desesperada situación, Doyoung se verá obligado a fingir ser su hermana melliza. Dos personalidades completamente diferentes. Doyoung ya sabe, que está en problemas. ↪No hacer copias ni adaptaciones sin el permiso de la autora original. ↪Aut...