Los tres estudiantes de Gojo habían pasado las últimas semanas observando de cerca a Yaga-sensei, su querido director. Habían logrado detectar una actitud extraña, incluso se podría decir que sospechosa. Yuji lo observó con los ojos entrecerrados, notando cómo giraba a todos lados antes de abrir la puerta de su oficina, sólo lo suficiente para lograr escurrir su cuerpo sin revelar mucho más.
— Tienes razón, demasiado sospechoso...— dijo Nobara, posando su mano en su barbilla. Ambos miraron a Megumi, esperando algún comentario, pero su expresión era completamente desinteresada. Yuji y Nobara suspiraron.
— ¿Qué creen que oculte? — dijo Yuji dándole un mordisco a su dona, masticando con la boca abierta mientras Nobara lo miraba con asco.
— Probablemente no sea nada — dijo Megumi en un suspiro, tomando un sorbo de su té. Su mirada perdida.
— Y qué tal si...¡Lo averiguamos! — dijo Yuji alzando los brazos por el aire, Nobara imitó su acción.
— ¿De qué hablan? — dijo Gojo asomando su cabeza por la puerta del aula, provocando una reacción en los dos alumnos quienes rápidamente se dirigieron a él.
— ¡Yaga-sensei está escondiendo algo en su oficina, estoy seguro! — dijo Yuji, con una enorme sonrisa y ojos brillantes.
— Gojo-saaaaaaaan — dijo Nobara colgándose del brazo de su sensei — Tienes que ayudarnos.
Megumi rodó los ojos, negando con la cabeza. Sus compañeros eran demasiado inmaduros, a pesar de estar a poco tiempo de cumplir 16, ambos actuaban como niños de 10. Actuaban igual que él antes de...bueno, la tragedia.
— Claro que los ayudaré — dijo Gojo sonriente, Megumi sintió su ojo temblar ante el estrés, se giró hacia él sin creer lo que acababa de decir.
— ¿Qué?! — exclamó Megumi, con una expresión molesta — ¡Eres un profesor, no debería incitarlos a invadir la oficina de Yaga!
— Oh, pero Yaga-sensei esconde algo — dijo Gojo con confianza, asintiendo con la cabeza. — Estoy completamente seguro, y quiero saber qué es. Así que muchachos, mañana en la noche llevaremos a cabo nuestro plan.
Gojo utilizó la pizarra del salón para diseñar cuidadosamente un plan sin ningún defecto aparente. Nobara y Yuji apuntaron todos los datos necesarios, plan a, plan b, horas, ángulos, ubicaciones, todo. Megumi, a pesar de su actitud indiferente, puso extra atención al plan, porque en el fondo, él también sabía que ocultaba algo, y a pesar de su increíble nivel de madurez, quería saber de qué se trataba
(...)
Ese mismo día en la noche, Megumi y Gojo salían de la habitación de ________ después de haber reemplazado las flores por unas nuevas. Nadie dijo nada, simplemente procesaban lo que sentían internamente, cada uno a su paso, a su manera.
— ¿Por qué se llevaron su ataúd? — preguntó Megumi frunciendo el ceño.
— Reglas. — dijo Gojo con simpleza, metiendo sus manos en sus bolsillos. — Al no haber ningún otro miembro de su clan, el clan hermano, los Inosuke, tenían derecho de reclamar su cuerpo. — escupió él
— ¿Y por qué no hicimos nada para evitarlo? — bufó Megumi — Mínimo estaría aquí, con nosotros.
— Cosa de honor. — dijo el albino, intentando sonreír — Era imposible hacer algo, más con Yaga-sensei siendo un anciano tradicional — Ambos rieron levemente, compartiendo un ligero momento.
Megumi le dedicó una media sonrisa a Satoru antes de irse. Megs se había mudado a su habitación de nuevo, ya no era un niño, y compartir un departamento con Gojo sería simplemente raro. Pero en el fondo sabía que si ________ siguiera con vida, él seguiría ahí, con ellos. Suspiró pesadamente quitándose el uniforme, reemplazándolo con su pijama. Al ver su torso desnudo en el espejo pudo notar todas las cicatrices en su cuerpo que lo habían marcado ese día.
— ¿Cómo te hiciste esta, _______-chan? — preguntó un pequeño Megumi, notando la inhabilidad de la falda de cubrir las cicatrices que cubrían el cuerpo de una joven ________.
Ella rió, levantando un poco su falda para revelar la cicatriz en su totalidad, Megumi abrió bien los ojos al ver lo enorme que era.
— Me la hice en un entrenamiento — dijo _______ divertida. Ella sabía que no era una historia muy extravagante, ni heroica, per era su favorita. Apuntó con su dedo, mientras narraba el pequeño relato de cómo se había tropezado con Nanami, enterrándose accidentalmente la daga que siempre cargaba con ella. Megumi le preguntó si le seguía doliendo, ella dijo que no.
— Todo deja de doler después de mucho tiempo, Megs.
Mentirosa, pensó Megumi. Habían pasado cinco años, y el dolor no cesaba. ________ le había mentido una vez más.
Se metió entre las cobijas, cansado.
Gojo caminaba por la oscuridad de la escuela, activando su infinito para no ser visto por nadie. No podía dormir, hace mucho tiempo que no. Había intentado de todo, pero simplemente no lograba conciliar el sueño.
Gojo Satoru jamás sería el mismo, o al menos él estaba convencido de aquello.
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no me dejes ir (final feliz; alternativo)
Fanfiction¡Hola! Este es un final alternativo/continuación para el libro anterior "déjame ir", así que si les interesa vayan a leer ese primero! Gracias!