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Deslumbramiento.



Ofuscación.



Encandilamiento.



La visión de una cueva con exteriores aterradores, quebradizos y sucios.



El interior de un universo bañado de cristales y joyas extrañamente preciosas.



Irregulares.



Incomprensibles.



Cegadoras para cualquier ojo humano.



Excepto el suyo. Aquel a veces amarillo por el ángulo. Luego, ante el reflejo de la luz, de azul turquesa, café de viento, rosa de pétalo, verde de polen.



Transparencia incomprensible.



Encierro en una cámara cristalina sin salidas posibles.



Hasta ahora DongHae entendía que acercarse a Hyukjae era el ingreso a esa cueva. Inicialmente insípida y rasposa, pero, ya en las profundidades, de una sutileza maravillosa.



Suave. Dulce. Colorida.



Tan adictiva como para darle color a sus ojos irregulares que se transformaban en un par coordinado únicamente por el deseo de mirarlo.



Dentro de sí reconocía que no lo detestaba aún si tuviera las intenciones de hacerlo. Viéndolo en las alturas de la objetividad, Hyukjae se perfilaba como el menos culpable entre ellos.



Quizá fue la premura de sus ideas, de sus ilusiones y de todo eso que en soledad se fabricó sin darse cuenta.



¿Qué era lo que esperaba DongHae? En eso destacaba el cuestionamiento de su reacción el día anterior. ¿Qué hubiera querido escuchar? ¿Qué hubiera querido decirle? ¿Qué habría bastado para evitar su trágica y exagerada huida?



No había claridad todavía. Por eso, porque tampoco él se entendía, veía completamente errado el culpar a Hyukjae. O incluso a la misma Lía.



Claramente sus ganas de verlo se modificaron dados los recientes hechos. Pero no a modo de rechazo. Ahora más que nunca, sin entenderse a sí mismo, Lee DongHae deseaba apresurarse para estar a su lado. Aún si ardiera. Aún si se volviera rasposo el trato. Lo anhelaba con intensidad ya sea para aclararse o, en el peor de los casos, confundirse más que antes.

Efecto Placebo [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora