ILLEGAL LOVE ✧ KookV [Terminada]

Capítulo XLVIII

Cuando Kim Byung-chul despertó sintió terror al darse cuenta de que no había nada a su alrededor, frente a él estaba el cuerpo de Kang con los ojos abiertos fijos sobre él, recargado en algunas piedras. No pudo evitar estremecerse, quiso levantarse pero se dio cuenta que tenía las manos y los pies atados, quiso gritar y noto que tenía vendas en la boca lo que impedía que articulará alguna palabra, solo podía hacer algunos desagradables sonidos.

Después de unos segundos de tensión e intentos por deshacerse de las cuerdas vio como se acercaba el enfermero cargando tres pesadas mochilas.

—Pero qué tenemos aquí Kang, el bastardo ya despertó. Lo cuidaste bien, verdad amigo. —Dio unas palmadas al hombro de su amigo muerto, mientras Byung-chul abría los ojos de sorpresa , horrorizado.

Hacia ruidos con su respiración, el hombre tenía mucho miedo, tanto que se orinó ante los ojos de Eun Woo.

—Mierda, eres un tipo asqueroso.
—Hizo cara de asco. Se tapó la nariz y volteó haciendo algunas arcadas. -Ni sueñes que te voy a limpiar. Es tu suciedad y así te vas a quedar. -Se acercó al hombre con una ramita.

Este último empezó a temblar y negar con la cabeza. Quería arrastrarse pero el árbol al que estaba atado no se lo permitía.

—Vamos, ¿Tienes miedo? —Se regocijo con sarcasmo. —Pero no tuviste miedo cuando hacías tus bestialidades, verdad hijo de puta.
—Apretó la boca y clavó la ramita en la herida de bala, disfrutando como entraba con dificultad. —¿Ya ves qué sintió Yoongi maldito?

El hombre gemía de dolor ahogado en las vendas que actuaban como mordaza.

—Lo sé todo idiota, si tan solo no te gustara presumir tanto imbécil, ¿No notaste que estabamos ahí o simplemente eres idiota? —Sacó la varita de la herida y el hombre sintió alivio. De su bolsa sacó un sobrecito de lidocaína. —¿Lo quieres?

El hombre asintió frenéticamente, mientras lloraba de dolor.

—Bien, pero no es gratis, todo tiene un precio. Me vas a decir donde tienes a Jungkook y Taehyung. —Le retiró la mordaza un momento.

—Eso jamás, esos maricones van a morir, nunca sabrás dónde... —Le cubrió la boca de nuevo.

—Hablas demasiado y tu voz es asquerosa, me molesta, no me vas a decir ¿eh? De acuerdo. —metió su dedo en la herida una vez más.

El hombre se retorcía y suplicaba en sonidos inaudibles.

—¿Ya me vas a ayudar?

Volvió a asentir con desesperación.

—Bueno, me vas a llevar. —Cargó dos de las mochilas, le desató los pies y lo levantó. —Bien, inútil, escúchame bien, si intentas hacer cualquier cosa que no sea llevarme a donde están ellos te voy a disparar. —Le pego el arma a la espalda y cortó cartucho.
—No estoy bromeando anciano.

Kim Byung-chul tenía mucho miedo, después de todo no era más que un cobarde, así que siguió la instrucción, lo llevó hasta donde se encontraban secuestrados Jungkook y Taehyung. Al acercarse un soldado custodiaba la entrada. El hombre atado sintió que tenía una oportunidad y tan pronto lo vio, corrió con todas sus fuerzas hacia este, pero antes de poder llegar, una bala atravesó la cabeza del hombre frente a él.

Pensando en que no tenía escapatoria se desplomó en el suelo entre sollozos esperando por Eun. Que tan pronto lo alcanzó comenzó a arrastrarlo entrando al lugar.

Ahí encontró a Taehyung débil, apenas vivo amarrado en el suelo desnudo, se quitó la camisa y se la puso encima mientras lo desataba.