Prólogo

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Amnesia, soledad y caos...

Estas tres cosas, habían atosigado a Vyeter durante los últimos seis meses.

Las palabras para describir lo que sentía, eran difusas. Su mente era un lugar caótico, sus sentimientos se mezclaron de tal forma que si alguien los hubiera metido en una licuadora de movimiento infinito.

Caminaba cojeando de una pierna sobre las dunas de arena, a las afueras de la ciudad de Elefthería. Que ahora yacía destruida y repleta de criaturas que alguna vez fueron personas iguales a él. Su único destino era el olvido.

Una distopia en ruinas—pensó él.

En el cielo, flotaban extensas franjas de color rojo sangre, que se asemejaban a serpientes mitológicas. Con un trasfondo naranja violeta.

El viento le pego en la cara, haciéndolo tragar arena. Vyeter escupió asqueado y soltó una carcajada enferma. Sus piernas flaquearon y cayó de rodillas a media duna. El sol del mediodía calentaba su cuerpo físico; pero no su alma. Su carcajada se transformó en un confuso alarido de dolor.

Se sentó sobre sus rodillas y giró la vista a la ciudad destruida.

— ¿Es este el mundo real, u otra pesadilla más?, musitó Vyeter. Su estabilidad mental pendía de un hilo deshilado.

La ira que anteriormente lo ayudó a levantarse, le dio la espalda. Los remordimientos lo invadieron rematándolo. Necesitaba un apoyo, y lo necesitaba ahora.

—La realidad, es lo que nosotros queramos que sea, Vyeter...

Sin dar crédito a sus oídos, Vyeter alzó la cabeza. Delante de él estaba una adolescente de tez blanca, cuyos cabellos negros danzaban con el viento y sus ojos eran...

—Esos ojos...

Amnesia 2032: A la Orilla del OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora