Tᵉᵃʳˢ Iᶰ Hᵉᵃᵛᵉᶰ (¡𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪!)

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El amplio campo de girasoles estaba con una ambiente tranquilo.

La brisa resoplaba suavemente mientras el mismo viento hacia que los girasoles se movieran.

Aunque no sólo era el viento el que producía los movimientos, había un soviético caminando apurado entre las flores, necesitaba llegar al punto donde pensaba que estaba el alemán.

Su cara y pensamientos de angustia lo tenían en otro mundo, sus piernas se enredaron en una raíz de un roble cercano provocando que cayera aunque pudo evitar que su rostro golpeará el prado.

—Justamente así te miré por primera vez..

Escuchó la voz del alemán al que buscaba, alzó la vista lentamente con sus orbes abiertos como platos, quería sonreír aliviado... Pero la sonrisa ajena no le daba buena espina.

—Oh.. Sóviet— sonrió cálido, pero había algo detrás de eso. Sus ojos reflejaban dolor, en su mente resonaba los gritos de su hijo mayor pidiendo que no se hiciera daño.

Pero aceptar una derrota sería peor.

—Reich... ¿Qué haces aquí? — preguntó sin pensarlo bien, solo soltó lo primero que le vino a la mente.

—Quería regresar.. Al único lugar donde sentí paz, donde no importaba nada además de mí.

—Reich...

—Pero hey... ¿No te parece curioso?, nos conocimos de ésta manera, en éste lugar..
Quien diría que también sería donde nos despidiéramos — Giro su cabeza sacando una revólver, eso hizo que el soviético se alarmara.

—¡No lo hagas!, por favor.. Hay otras maneras de ser castigado por lo que haz hecho.. ¡Pero no te suicides!

—¿Crees que me importa si quieren o no castigarme?, haré ésto por que no deseo afrontar una derrota... Por qué se que mi ideología tiene la razón, por que nadie puede ir contra ella.

—¿¡Matar inocentes por eso está bien!?

—Vaya, vaya... ¿El comunismo no ha hecho lo mismo con su gente.. En sus Gulags?

—.... — El soviético calló, sabía bien quienes iban a los gulags.. Por Stalin.

—Ninguno de lo dos debió existir, el mundo.. Las personas, no están listas o simplemente nunca lo estarán — suspiro volviendo a verlo — Somos aquellos que han asesinado personas, pero hay una diferencia entre ambos.

—¿Cuál és? — pregunto el soviético levantándose del suelo.

—Tú te arrepientes de la sangre que Mancha tus manos — Se levantó alejándose del contrario — Yo no me arrepiento de nada — Sonrió cínico apuntando el arma a su cabeza.

—¡¡No!!

El ruso se abalanzó sobre el alemán con la esperanza de quitarle el arma.

—¡Hay otras formas!, acepta lo que haz hecho.. Que perdiste!

Dijo mientras forcejeaba con el menor el cual logró quitárselo de encima apuntándole.

— Ich würde lieber sterben! ((Prefiero morir!))

Gritó soltando leves lágrimas, logrando que cayeran en las manos del soviético.

— Verstehe es oder stirb! ((Entiendelo o muere!))

Lo último que dijo fue suficiente para que jalara del gatillo accionando un disparo, el soviético en un intento de apartarse solo consiguió que atravesará su ojo izquierdo.

Seguía vivo, por ende la bala no consiguió llegar más allá. Soltó un chillido de dolor llevando su mano a su ojo para intentar detener el sangrado.

—S- soviét... — se apartó mirándolo en una mezcla de lastima y tristeza.

— Рейх... Пожалуйста. ((Reich... Por favor)) — susurró mirándole un poco, en su ojo intacto se podía observar perfectamente una lágrima caer.

No podía creer que el amor de su vida decidiese eso, lastimarlo y matarse.

Todo en un mismo día.

—Ich... Ich... — Balbuceaba en voz baja llevando el arma a su cabeza — Ich Liebe Dich, Mein Sóviet — Le sonrió dulce por última vez, cuando resonó el sonido de un disparo.

El soviético observo como prácticamente como el cuerpo sin vida del alemán caía al suelo mientras el costado de su cabeza dejaba salir aquel líquido vital.

Era más que claro que estaba muerto.

— РЕЙХ! , Н-НЕТ! ((REICH!, N-NO!!)) —Gritó para levantarse un poco débil por el anterior disparo y la pérdida paulatina de sangre.

Retiro su mano de su ojo para tomar al alemán en brazos y abrazarlo con fuerza.

—No puede ser... No puede ser.. — Susurro escondiendo su rostro en el pecho del cadáver.

Las lágrimas no podían evitar salir, un horrible dolor de cabeza lo invadía. Se separó para mirarlo y acercó su temblorosa mano que tenía su propia sangre a la mejilla ajena acariciando la con suavidad.

—L-lo siento... — Mordió un poco su labio sollozando bajo — No debí... Dejarte hacer esto..

Dejó un sutil beso en sus labios, lo más probable es que varias personas piensen que sería mejor que él estuviera muerto.

Pero el soviético creía en las segundas oportunidades, más si se trataba de la persona que amaba. Pero ¿para qué?, marco su propio destino.

El ruso cayó rendido en el pecho ajeno, la pérdida de sangre hizo que no pudiera soportar más.

No pasó mucho para que sus soldados lo encontrarán y llevarán a que sea atenfido, mientras al cuerpo del alemán solamente lo dejaron ahí.

Lo importante era su general, no el homicida que lo lastimó.

Según ellos ambos generales se enfrentaron y dañaron mutuamente, aunque el más afectado fue el alemán.

Pobres almas que no saben que los generales de ambos regímenes que fueron tan sanguinarios... Se llegaron a enamorar.

Fin.

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AHHH,, ME DOLIÓ Y GUSTO HACER ESTOO✋✨

Pienso hacer una segunda parte pero con la guerra Fría.. Para darle un poco de sentido al nombre de la historia.

¿Qué opinan?.