Narra Aidan:
El ambiente estaba tenso, lauren me veía mientras negaba, al parecer no encontraba las palabras exactas para safarse, todo era una mierda pero seguro pronto hablaría o se rendiría.
Siendo sincero, cualquiera de las dos sería bueno.
—Yo... es mejor que los deje solos.— se escuchó la voz de maddie sin embargo hablé.
—No...— ella dejó de caminar. —... no te vas a ir, quiero que te quedes, quiero que ambos escuchemos las... excusas que lauren nos tiene que decir, o no?.— pregunté hacia a ella.
Maddie solo me miró negando, sin embargo asentí.
—Vamos, quiero escucharte... quiero saber lo que tienes que decir porqué al parecer me ocultaste durante mucho tiempo la verdad, no es asi?.— dije apretando mi mandibula.
—Cariño, no... no es lo que parece, por favor... su recuerdo te hacía daño, yo solo intenté que llevaras una vida normal, una en la que tu pudieras ser feliz, una persona normal, pulcra...— pronto la interrumpí.
—Al menos sabes la magnitud del daño que me hiciste con todo esto?.— dije mirandola.
—Era lo correcto...— respondió.
—Lo correcto era torturarme durante años sabiendo la verdad?... el dolor que me causaba su odio?... pensé que no quería volver a verme, que me tenía rabia y hoy...— reí mirandola con dolor. —... hoy me entero que nada de eso era verdad, que todo fue una maldita mentira... estuve solo, durante 3 años...— susurré encarandola. A este paso ella estaba llorando mientras negaba. —... pensando en muchas formas de... de intentar disculparme con ella, de que pudieramos retomar nuestra amistad sin sentirme culpable, sin odiarme por todas las cosas que le dije.— seguí.
—Mi intensión nunca fue lastimarte, cielo... mi intensión no era hacer todo esto, yo...yo no tenía idea de todo lo que sentías, para mi... para mi fue mejor esconder todo, alejar a esa chica para que tu pudieras vivir feliz con tu nueva faceta... con tu nueva memoria, solo quería que encontraras la paz, el amor... nunca quise esto.— sollozó.
—Pues que crees?... lo hiciste, me lastimaste.— susurré negando. Ella alzó su mirada y me miró con tristeza. —Tu la querías, mamá... la apoyabas pero sobre todo la querías en nuestra vida... era la niña de tus ojos, cuando cambió todo eso?.— pregunté.
—Ella se fue... nos dejó, te dejó solo en tu enfermedad! Prefirió pensar en ella, al principio me alegré de que al fin pudiera cumplir sus sueños pero pensé que se quedaría, que ella te escogería a ti delante de todos...— soltó haciendome mirarla con horror. Miré a maddie para notar confusión así que devolví la mirada a mi madre. —Lamentamente empecé a agarrarle odio, molestia cuando te veía sufrir por ella en tu habitación, porqué me sentía tan mal de no poderte ayudar, de no poder evitar el dolor que te dejó al dejarte... así que... asi qué mi ultima opción fue alejarla, no iba a permitir que siguiera lastimandote a distancia por lo que simplemente decidí hacerlo, decidí alejarla de todos nosotros...— hipó. —... la primera carta llegó a los meses, tu tratamiento empezaba y llevaste un buen avance, te juro que te iba a entregar la carta, te lo juro pero... pero no pude porqué por primera vez te vi feliz en esos meses, te vi feliz de... de recordar sin necesidad de nada... sin necesidad de pastillas o de recordatorios.— sonrió entre lagrimas.
Su mano temblorosa se dirigió a mi mejilla, al sentir su toque cerré mis ojos con dolor, su toque me quemaba, me ardía y simplemente me dolía.
—Porqué lo hiciste, mamá?... porqué me hiciste esto?... porqué me privaste de las cartas, de (T/n)? Porqué?.— susurré negando, pronto abrí mis ojos, nuestras miradas conectaron.
A este paso ambos ya estabamos con lágrimas en los ojos, era muy duro pero sin embargo no era justo.
—Lo siento tanto, hijo... en serio lo siento.— sollozó bajando la mirada. Mi mano se posó en la mano que tenia en mi mejilla, poco a poco la quité y negué.
—No puedo...— susurré, ella chilló por lo bajo con dolor. —Yo... solo dame tiempo, no... yo debo procesar todo esto.— dije.
—Cariño, por favor... lo hice para protegerte.— la interrumpí.
—No...— sorbí mis mocos y negué. —No lo hiciste por eso... lo hiciste por miedo... por miedo a que decidiera dejarte, por miedo a que pudiera seguir sin ti y sin tus cuidados... por egoismo.— solté.
Ella solo bajó la mirada, tenía razón. Pronto la volvió a subir y sonrió con tristeza.
—Eres mi unico hijo... lo unico que estaba haciendo era cuidarte, protegerte del mundo exterior... sin (T/n) aquí todo mundo se dedicaría a hacerte daño y yo no podía permitirlo, no quería que nadie se metiera contigo, que fueras tan credulo porqué lo eres... no puedes cuidarte solo, cariño... eres un niño de casa.— dijo haciendome quedar anonadado.
—Aidan...— maddie habló sin embargo la ignoré.
—Puedo cuidarme perfectamente... ya no soy un niño.— dije pero ella río negando.
—Eres mi pequeño, eres tan solo un niño que no puede ni podrá cuidarse solo, porqué necesita a su mamá junto a el... me necesitas.— dijo tomando mis manos.
La miré con sorpresa, de inmediato negué y me separé.
—Yo no te necesito... no necesito a alguien que me engañó y me ocultó todo esto! No necesito a alguien que se mete en mi privacidad solo por su maldito egoismo!.— me alejé de inmediato. —... por eso y por más, me voy de la casa.— dije seriamente.
La cara de maddie y lauren eran de total sorpresa, aunque la de lauren venia combinada con miedo. Un miedo que la empezaba a corcomer viva por lo que terminé de alejarme de ahí y salir del garaje para entrar por la puerta trasera que conectaba con el ya mencionado.
—No... aidan, cariño!.— escuché la voz de mi madre.
Gruñí y sin más empecé a guardar las cosas en mi maleta, no me importaba doblarlas o acomodarlas, solo quería irme lejos... muy lejos de ahí.
—Mi amor, no tienes que hacer esto... por favor, hay que hablar con mas calma, estamos... estamos alterados si?... venga, vamos.— dijo nerviosa.
—Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión... dejaste muy en claro todo allá abajo... no puedo hacer nada por mi mismo no?... pues bien! Te voy a demostrar lo contrario, no necesito tus cuidados y aunque debo agradecerte demasiadas cosas simplemente no puedo evitar verte y pensar en todas las malditas cartas que recibí y jamás fueron entregadas a su destinatario.— solteó serio.
—Aidan, por favor...— sollozó. —Es que acaso ya no quieres a mamá?... mamá siempre estuvo contigo, me necesitas, cielo... lo haces!, que voy a hacer sin ti?! A donde irás?!— dijo tomando mi brazo.
La ignoré, sin más terminé de guardar mi ropa y caminé hacia a la puerta de mi habitación. Cuando iba a cruzarla me detuve y suspiré al recordarlos.
Me encaminé de nuevo hacia a ella quien sollozaba como magdalena en mi cama mientras cubría su rostro. Al notarme frente a ella sonrió de inmediato aliviada.
—Lo sabía, cariño... no puedes irte asi como así, tranquilo, es un golpe duro pero lo llevaremos bien y...— la interrumpí.
—Necesito los brazaletes...— solté haciendo que me mirara con sorpresa.
—De-de que brazaletes hablas?.— susurró temblorosa.
—De los unicos que sacaste de mi buró personal... de esos hablo.— solté.
Ella solo se quedó en silencio mientras yo solo la observé.
Esperaba infinitamente que no les hubiera hecho nada porqué sino, esto se pondría peor.
No questions 😩
Meta: 200 votos y comentarios cutes 👰
Probablemente faltan como 4 capitulos para que termine esta serie así que... ideas que quisieras aportar, aquí🤙
Les gustaría una nueva serie?
Cheers🌹
—Mar hargreeves.