Justicia.

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El sábado me desperté prontamente. No dejaba de revisar el celular para ver si Ana se había comunicado conmigo, pero no, no me escribió, no me llamo, nada. Tenía miedo por ella, estaba preocupada, temía que le hubiese pasado algo, necesitaba saber si estaba bien, quería saber como estaba, quería oír su voz para estar más tranquila. No había dormido absolutamente nada. Nahuel se quedó conmigo en la noche, durmió junto a mi. Él también estaba preocupado por todo lo que estaba pasando. Pero no quería meterle en líos o en problemas, no quería involucrarme, quería mantenerlo alejado de todo este desastre. Aunque el no me permitía hacerlo a un lado de todos los problemas que iban surgiendo, quería saberlo todo y no me dejaba sola, me cuidaba, me protegía, me hacía compañía, estaba a mi lado. No quería que nada malo le pasara, no quería que le ocurriera nada, por eso no le conté nada sobre lo de Ana, porque sabía que entraría a buscar a Kevin para destruirlo. Había que pensar cuidadosamente cómo actuar y reaccionar, había que hacer un plan para arruinarlo, pero si él lo sabía, reaccionaría por impulsos y no por sensatez.

Mi móvil comenzó a sonar, era Ana. Así que me encerré en el baño para que nadie me escuchara. Nahuel seguía durmiendo en mi cama. Así que atendí apresuradamente.

--¿Cómo estás? ¿Estas bien?--Pregunté exaltada.

--Hable con mi abogado, lo destruiré. No dejaré que nadie me haga daño, no lo permitiré. Soy más fuerte que él. Soy más poderosa que él. Tengo más dinero que él. No dejaré que se meta conmigo. Nadie me destruye.--Dijo ella enfadada.--Ya arregle todo con mis abogados, despreocúpate. Terminará tras las rejas. Ya mismo iré a la comisaría a hacer la denuncia.--Dijo ella al otro lado del teléfono.

--Es la mejor decisión la que tomaste. Estoy orgullosa de tu valentía. Eres muy fuerte. Tienes mi apoyo total. Estoy contigo.--Dije suspirando aliviada.

--Las cámaras del lugar. Ahora mismo que no hay nadie, la policía irá a confirmarlo con una orden de registro. Tomará todos los videos grabados, se sabrá la verdad, se descubrirá todo, la verdad saldrá a la luz. Lo arruinare a ese mal nacido, nadie se mete conmigo.--Decía enojada.

--Me parece genial lo que estás haciendo...--Comente alegre de que al fin Kevin obtendrá su merecido. Corto la llamada y una gran tranquilidad satisfactoria me invadió.

Regrese a mi habitación y observé a Nahuel dormir. No quería darle ninguna noticia antes de tener por seguro que todo saldría bien. Así que lo mire descansar, era tan lindo, me generaba tanta paz, me sentía bien con él. Pero el temor de que me vuelvan a lastimar y mentir como lo hizo Kevin queda grabado en mi. No sabría si podría volver a confiar ciegamente en alguien. Me causó tanto daño que no creía volver a ser la misma de antes.

Prendí la televisión y me quedé viendo las noticias, esperando ansiosa saber algo de Kevin por los medios de comunicación. Aunque los noticieros estaban cargados de noticias horribles no había nada de Kevin que informar al país. Chequeaba el celular constantemente por si Ana se comunicaba conmigo. Tenía los auriculares puestos para escuchar la radio. Necesitaba saber lo que iba a ocurrir para estar finalmente en paz. Nahuel despertó y me abrazo tiernamente por debajo de las sábanas. se pegó a mi como un niño asustado. Se acurruco lo más cerca posible de mi. Entendamos nuestras piernas y sus brazos me rodeaban fuertemente. Poco a poco fue abriendo sus ojos para observarme mejor.

--¿Qué haces?-- dijo sacándome un auricular y poniéndoselo en su oído. Me miró extrañado. Luego observó las noticias en la televisión.--¿Ocurre algo?-- preguntó Nahuel confundido, mientras bostezaba exageradamente y se recuperaba del ensueño. Apoyé mi cabeza en su pecho y no respondí. Podía sentir los latidos de su corazón, su respiración acariciaba mi rostro y sus manos jugueteaban con mi cabello. El sueño me invadió. Me estaba relajando tanto que mis ojos empezaron a cerrarse. Estaba muy cansada. Y sin darme cuenta terminé quedándome dormida.

--Despierta-- comenzó a gritar Nahuel mientras me sacudía. Se lo veía súper alegre y entusiasmado. Poco a poco fui despertando, acostumbrándome a la luz, volviendo a la realidad, con dificultad me senté en la cama. Estaba confundida.

--¿Qué pasa?-- murmuré cansada.

--Mira, nena-- gritó Nahuel eufórico señalando la televisión. El sueño y el cansancio desaparecieron al ver las noticias. Kevin había sido arrestado por participar en actividades ilegales relacionadas a la prostitución y por presunta violación a la hija de un importante abogado reconocido nacionalmente e internacionalmente por encarcelar a los peores asesinos. La alegría inmensa que sentí al enterarme de que por fin se haría justicia. E incluso las noticias decían que abrirán otros casos cerrados en su contra para verificar la verdad. Se acusaba a la vez al juez a cargo de los casos de las chicas que habrían aceptado dinero para fallar en contra de las chicas que denunciaron a Kevin. La felicidad era imposible de explicar con palabras. Nos abrazamos fuertemente con Nahuel y gritamos alegres. Nos miramos una milésima de segundo y nos besamos apasionadamente. Me sentía libre. Ya iba a poder dormir tranquilamente sin sentir miedo o tener pesadillas. Con Nahuel a mi lado me sentía cómoda en verdad, no le temía a nada ni nadie. Con el todo era mucho mejor.

Me apresure a contarle a mis amigas sobre nuestro triunfo gracias a Ana. Le conté todos los detalles. Estas no podían creer todo lo que estaba sucediendo, no podían entender todo lo que estaba pasando. Nadie se imaginó que Kevin era una persona totalmente diferente a la que habíamos conocido. Nos mintió y engañó a todos. Nadie había sospechado nada de todo lo que descubrimos. Todo lo veíamos tan normal pero resultó ser un monstruo. Sentí un profundo rechazo hacia él y todo lo que habíamos hecho juntos. Fui tan idiota en creerle todo.

Mis amigas me hicieron entender que no era mi culpa, que no era tonta, que no era el problema, que él era realmente el problema y con su poder manipulador convenció a todos de ser inocente y buena persona. Me alegré de descubrir la verdad.

En medio de la conversación con mis amigas, Ana me escribió: Gracias Rocío, de no ser por ti seguramente me hubiese quedado callada. Pero me inspiraste a hacer lo correcto. Gracias. Buena vida.

Le deseé lo mejor del mundo a ella, no guardaba rencor ni odio hacia Ana, se había equivocado y tomó malas decisiones pero no la juzgue ni critique, todos podemos cambiar y ser mejores personas. Todos merecemos el perdón si la persona cambia esas actitudes horribles y se vuelve una mejor persona. No la odiaba por haberse acostado con mi novio, aun sabiendo que estaba de novio conmigo. Decidí olvidar lo que sucedió y desearle lo mejor del mundo. El pasado quedó atrás y estaba a punto de comenzar de nuevo, de cero, con otra mirada del mundo. Las mentiras siempre salen a la luz y siempre se descubre la verdad.

--Quiero hablar contigo.-- le dije a Brenda.

Ella me miró confundida. Pero accedió a charlar conmigo. Nos alejamos del resto y nos refugiamos a solas en mi habitación para tener una conversación privada sin molestias ni distracciones.

--Quiero pedirte perdón por todo. Me comporte muy mal contigo y me arrepiento.-- dije sinceramente.

Esta vez nadie me obligó a disculparse con ella, no eran unas disculpas falsas, realmente quería arreglar todo con ella. Así que admití mi error, asumí mi equivocación y pedí perdón sinceramente.

--No, perdóname tú. Fui una idiota. Me obsesione con Nahuel y lo arruine todo. Perdí a una gran amiga por mi estupidez. Soy la culpable de todo y realmente lo siento, sentí muchos celos de ti y tomé malas decisiones por ello.-- dijo Brenda apenada y vergonzosa con lágrimas en los ojos.

--Quiero que todo vuelva a ser como antes. Quiero que volvamos a ser amigas y que estemos bien. Sin peleas, sin tonterías, sin hombres de por medio.-- dije con una sonrisa al borde de las lágrimas.

--Yo también quiero que volvamos a ser amigas. Te extrañé mucho.-- dijo Brenda y me abrazó fuertemente. Le correspondía el abrazo y me alegré de que al fin volvíamos a estar bien. --Por cierto... Nahuel está enamorado de ti. Y me di cuenta que jamás estuve enamorado de él, simplemente me obsesioné y los celos me ganaron.-- confesó Brenda sinceramente.

--Esta bien. Empecemos de nuevo. Volvamos a que todo sea perfecto como lo era antes-- dije sonriente.

--Gracias.-- susurro Brenda y me abrazo nuevamente.

Salimos de mi habitación y volvimos con el resto de nuestras amigas y Nahuel. Las chicas se alegraron y emocionaron al vernos juntas de nuevo como antes. Así que nos abrazamos grupalmente con mucho cariño y contentas.

--¿Alguien quiere café?-- dijo Nahuel alegre. Reímos todas juntas y asentimos con la cabeza. 

Té para tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora