Prólogo

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Me sentía rara, algo dentro de mí no estaba bien.

Vengo sintiendo esto desde hace unas semanas, pero lo había pasado por alto ya que tenía mejores cosas en que pensar.

Sin embargo ayer debió haber llegado Andres, si ese que llega cada mes. Y no lo hizo.

¿Por qué me preocupa?

Siempre he sido regular, de hecho tan puntal que se hasta la hora en que me baja.

Por ello estoy aquí, diciéndole al ginecólogo que me siento rara.

Cómo un vacío, algo tan indescriptible que siento en mi parte íntima.

Y al escuchar las palabras del ginecólogo quede estupefacta.

—¿Celeste? Te hice una pregunta, es normal, no debes sentirte avergonzada.

Lo vi a sus ojos miel, ¿Sentirme avergonzada por decirle si he tenido relaciones sexuales cuándo me está viendo a lujo detalle mi vagina?

Río sin gracia.

—Es que nunca he tenido sexo.

Frunce el ceño, vuelve a tocarme y llevo mi mano a la boca mordiendo mis uñas.

—Pues tus paredes vaginales no dicen lo mismo, aparte hay semen aquí.

Palidecí cuando dijo eso, no es posible. Jamás me he acostado con alguien.

—Así que podemos hacerte un chequeo por tu retraso en el estómago.

—¿Por qué? ¿Usted cree que estoy embarazada? ¡Sin haber tenido relaciones sexuales! —explote, el Doctor se levanto y quito sus guantes.

—Claramente le dije que hay semen dentro de su vagina y creo señorita Celeste que sabe como llega ahí.

Muerdo con más desespero mis uñas, quiero llorar, me han violado y no se cuándo ni quién.

—Si, perdón. No sé que me pasa.

Hable con la voz ronca, un mugroso nudo en mi garganta se ha instalado. El Doctor asiente sonriendo y me pide que baje las piernas, lo hago, camina por el consultorio y lo veo prender una pantalla.

—¿Qué va a hacer?

Tomo asiento en la camilla, estoy asustada y trato de recordar sucesos de este mes donde tuve relaciones sexuales, pero no he ido a fiestas, no tengo novio y no recuerdo haber sido secuestrada, drogada... lo que sea para tener una explicación lógica al semen que traigo dentro en mi parte íntima.

—Acuéstate, voy hacerte un ultrasonido —respingo por su repentina voz, ya que no capto el me empuja del hombro ligeramente.

Me acomodo en la camilla, mis ojos se nublan y para no llorar los cierro.

¡No se que mierda le sucede a mi cuerpo!

—Tranquila, solo debes recordar la última vez que estuviste con tu novio.

—No tengo novio —lo interrumpo tajante.

Abre la boca un poco, levanta la bata y vierte un gel sobre mi vientre. Esta frío.

—Oh bueno, a la persona con la cuál tuviste sexo.

Niego, pero él esta entretenido buscando algo en mi cuerpo mientras ve la pantalla frente a nosotros empotrada a la pared.

Ya no digo nada, si fui violada y estoy embarazada iré directo a las autoridades.

—Felicidades —lo veo con los ojos abiertos a más no poder—. Estas embarazada, Celeste.

No ocupo más, rompo en llanto. El Doctor pide que me calme y espero a que limpie mi estomago para levantarme y toda temblorosa ponerme mis bragas junto con los jeans.

—Esta sano y tiene cuatro semanas de gestión.

Quiero que se calle. No sé quién es el padre de este bebé.

De nuevo me felicita con una estúpida sonrisa, le agradecí por los resultados y salí del consultorio. Mi madre que estaba parada tecleando su teléfono en la esquina de la sala de espera, me vio solo un segundo y camino al mostrador.

Corrí a sus brazos, llorando. Ella se sorprendió un poco y me correspondió rodeándome.

—¿Qué tienes cariño? ¿Qué es eso que traes ahí?

Respire profundo, infle mis cachetes y le di los papeles. En eso la señorita que atiende habla.

—El total de la revisión y ultrasonido serian 100 dólares.

Mi madre dejo de ver los papeles y paga, se le nota en la cara, esta aturdida.

Yo estoy peor y quiero poner una denuncia.

Sueño profundo © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora