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El bosque lucía muy silencioso y tranquilo, algo que le daba a la pelirroja mucha paz, quien se encontraba esperando pacientemente a su socio. Crystal se levanta del tronco cuando escucha unas pisadas y frunce el ceño al ver a Roan junto a otro terrestre, quien al verla empuña su espada. Pero Roan lo detiene antes de que hiciera algo.

—No sabía que traerías apoyo, ¿tanto problema te ha dado Wanheda? —pregunta algo divertida, Roan rueda los ojos y le dice a su compañero que lo espere, ambos se alejan un poco del terrestre para hablar mejor.

—Es muy escurridiza. Además, es complicado buscarla sin algo que muestre como es realmente—murmura bajo, mirando de vez en cuando a su compañero. — ¿Tienes algo para mi, preciosa?

Crystal entrecierra los ojos, mirándolo fijamente por unos segundos. —Sí, Roan, tengo algo que te va a facilitar el trabajo—responde sacando el pergamino, donde salía el dibujo de Clarke. —Puede que mi gente no sea tan diestra para sobrevivir, pero de que hay talento, lo hay. Muestra esto y será más fácil buscarla.

—Eres alguien maravillosa, reina.

—Ya te dije que estoy saliendo con alguien, Roan—musita bajo, colocando una mano en el pecho del terrestre para mantener la distancia, cuando este se acercó a ella.

— ¿Volviste con él?

—Nunca dejamos de andar, y no sé por qué te sorprende—responde sacando de su mochila alimento que había conseguido a escondidas de su padre. —Toma. Como no sabía que vendrías con alguien, te toca compartir.

—Tan dulce, como siempre.

—Cierra la boca, imbécil.

—Gracias—habla Roan divertido, pellizcando la mejilla de la pelirroja, quien rueda los ojos intentando esconder su sonrisa.

—Espero que pronto me des noticias. O mejor, que me la lleves a donde habíamos hablado.

—Estaremos en contacto—dice, mostrando el walkie-talkie que la pelirroja le había dado. —Pronto la tendrás en tu poder, reina.

—Adorable.

La relación entre ambos era buena. Se podría decir que eran amigos, ya que al pasar tiempo juntos cuando Crystal se había ido del campamento, hizo que su relación conectara y creciera; a pesar de que la pelirroja lo haya amenazado con cortarle la yugular. Roan siempre que podía molestaba a la joven y le divertía el verla gruñir o simplemente blanquear los ojos, pero eso a veces terminaba en risas; y eso le gustaba porque nunca se había sentido tan fresco, libre con alguien.

—Calla, rojita.

El par estrecho sus manos y se despidió para cada uno tomar el rumbo que tenía que tomar. 




°°°




Al anochecer, Crystal se encontraba alimentando a los caballos junto a Octavia, quien le estaba contando lo sucedido con los hombres de la Nación del Hielo y de como ella tuvo que encargarse de ellos para evitar que mataran a Jasper.

—Te digo, C, Jasper está demente.

—No lo culpo. La chica que le gustaba murió en sus brazos—dice acariciando el pelaje de Helios. —Pero también sé que no es motivo para volverse un completo suicida. Algunas personas no saben como sobrellevar una muerte de alguien cercano. Solo hay que tenerle paciencia. —la mira unos segundos con una leve sonrisa.

| Kwin ripa | The 100 [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora