Cuando La Venganza Te Traiciona [AIZAWA X LECTORA]

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'¿Uh...' Aizawa tenía la mirada baja mientras lo decía, entonces mire mi propio cuerpo solo para encontrarme con la bata semi abierta.

—¡Lo siento...! —me aleje de él tan rápido y aprete los lazos de la bata — ¡De verdad, perdón...!

Carraspeo su garganta —No te preocupes... es mejor que me bañe... —su voz comenzaba a sonar extraña.

'Mierda, en que problema me metí...'

Aizawa se levantó del sofá y se encaminó a la puerta del baño. Yo me quedé sola, observando.

Frente a la pequeña zona donde se encontraban sillones, estaba la cama y alado de ella la puerta para salir al balcón, del otro extremo unos pequeños muebles, un espejo y un armario. Y la puerta del baño estaba alado de ese armario de madera es confundible con la puerta de entrada del baño.

Me recosté sobre la cama y pronto comencé a escuchar las gotas caer del otro cuarto. Aizawa estaba bañándose, desnudo, con el agua cayendo sobre su piel ¿Qué vista tendrá...? ¿Qué tan sexy se ve el agua caer...? Dios, quisiera abrir esa puerta y entrar... pero no, es imposible. Incluso estando ebrio es un poco frio conmigo.
Lo tenia todo pero a la vez nada.
Deje caer mi cuerpo en la cama, como si no tuviera esperanza alguna.

'Basta, _____. Debo ser la única que cree que esto irá más allá... es simplemente una idea estúpida'.
En un cofre guardé todas mis emciones y lo sellé en el fondo de mi corazón.

Después tomé mi celular y envié unos cuantos mensajes.

y después de más mensajes...

Bote el celular y alce mi mirada a Aizawa recién bañado. Su cabello negro estaba empapado todavía, además con el agua se veía más largo y... hermoso. Lo único que cubría su cuerpo era una bata como la mía.

—Dormiré en el sofá —dijo y se encamino hasta la pequeña sala.

—No hace falta, yo dormiré en el sofá —dije deteniendolo —. Es necesario que descances bien, mañana será un día pesado...

Me observó fijamente esperando a que retirara mis palabras, pero mi mirada era firme y muy decidida. Soltó un suspiro y de mala gana aceptó. Cambio su paso y se dirigió a la cama, yo camine al sofá con una manta en mano.

La habitación ya estaba obscuras, lo único que alumbraba era una pequeña luz de mesa que estaba alado de la cama. Cuando me acomode en el sofá, Aizawa apagó la luz. Nos dispusimos a dormir.

Mis ojos no se cerraban por más que quería, mi mente no se calmaba y mi cuerpo estaba muy ansioso aunque un silencio tranquilizador me dejaba relajar. Movi mi cuerpo de lado a otro, de esquina a otro pero no pude dormir. Lo mismo paso con Aizawa, él no lograba dormir.

Mejor me levanté y fui al baño para lavar mi cara com agua caliente o algo. Cuando salí encontré a Aizawa sentado sobre la cama mirándome.

—No puedes dormir, ¿verdad? —cuestionó desde las sombras.

—Si... —afirmé con un suspiro —. Tengo un deseo de...

—Está bien. Yo también —las sombras de sus manos comenzaron a moverse lentamente desamarrando el liston de su bata.

Me paralicé un momento ante la gran escena que presencie. Un calor, deseo, placer y varios sentimientos comenzaron a crecer dentro de mi. No podía creer lo que pasaba, ni mucho menos que él fuera quien diera el primer paso. Estaba feliz sumamente feliz.

No desperdicie más otro segundo y desamarre el nudo de mi bata y después la dejé caer. Mi cuero se yacía desnudo frente a él, mientras la luz de la luna pegaba mi piel, donde él podía observar todo, desde mi pecho hasta mi intimidad. Me estaba entregando a él y yo lo disfrutaba.