T R E S

5.2K 498 324
                                    

Jake desertó estornudando, Sunghoon estaba a su lado abrazando a su noviecito mientras este intentaba volver a conciliar el sueño.

— ¿No te enfermaste? — Jake le hablaba a su novio, ya que la noche anterior, Sunghoon lo había besado repetidas veces.

— Nop, soy fuerte, por eso siempre te estoy diciendo que te pongas calcetines y que duermas abrigado — beso si esponjosa mejilla mientras seguía en sus brazos.

— Honnie… quiero una paleta — se le acababa de antojar algo dulce.

— Claro, ya vuelvo — lo dejó suavemente recostado sobre la cama y salió a la cocina en busca de las paletas favoritas de Jake.

Sunghoon estaba pensando en hacerle una "prueba" a Jake, Sunghoon siempre le compraba sus caprichos, sus peluches, ropa, comida, todo lo que Jake quisiese, Sunghoon se lo compraba, pero ¿Y si Jake estaba a su lado por simple conveniencia? No lo creía, no, pero sería una pequeña broma lo que haría en unas horas.

— Aquí está, amor — Sunghoon le trajo 3 paletas de fresa, sandia y limón, Jake sonrió tomándolas agradeciéndole en el acto.

— Te amo — aún con su nariz tapada, sonrió y habló con firmeza aquellas palabras.

La paleta era dulce y roja, era deliciosa, pero antes se que pueda metérsela a su boca, Sunghoon se la arrebató.

— ¡Hey!

— Primero tu medicina — al igual que el día anterior, le entregó un mate caliente de manzanilla con 30 gotas de propóleo.

— ¡Pero no me gusta! — pataleó agitando sus manos y piernas.

— ¿Quieres que te den una inyección entoces? — dejo la taza en la mesita de noche que estaba a la derecha de Jake, sentándose a su lado.

— No…

— Entoces toma la medicina, vamos, te curarás pronto — al ver que Jake no respondía, trató de otra forma — Si no lo haces, me comeré tu paleta — amenazó con meterse la roja paleta a la boca.

— No me importa, puedo quitartela y comérmela yo — abultó sus labios.

— Buenoo — y ahora esa paleta estaba en su boca — Toma la medicina — habló con un tono más serio.

— Honnie, sabes que la od-

— Jake, tómala — y esa mirada lo obligó a hacerlo.

El bajito tapó su nariz lo más rápido que podía casi atragantándose en el acto.

— Muy bien — habló Sunghoon aún con la paleta en su boca.

— Dámela — sacó la paleta de los labios de Sunghoon y empezó a comerla.

El más alto río, se acostó al lado de su lindo novio abrazando su fina cintura simplemente dejando pasar el rato.

En poco tiempo, los labios de Jake estaban de un hermoso color cereza  gracias a la colorida paleta, y es que todo en Jake era tan delicado y rosita, su naricita, sus labios, sus orejas, sus mejillitas adorables.

Hasta lo que no todos veían era rosa, sus nudillos, sus hombros, sus rodillas.

— Te amo — Sunghoon habló de la nada inhalando el dulce aroma natural de Jake, durazno.

— Yo te amo más — se acurruco en el pecho de su pareja.

Sus ojos se encontraron, Sunghoon miraba aquellos ojos de cachorro color miel que tanto amaba, aquellos que lo habían enamorado profundamente, Jake se levantó levemente para poder mirarlo mejor, sus manos se encontraron intencionalmente y de igual forma se entrelazaron, sus rostros estaban cada vez más cerca.

Sunghoon sacó la paleta de los labios de Jake y atacó sus acaramelados labios, era delicioso besarlo, Jake podría sobrevivir días, sólo con esos besos.

Y es que besarlo era tan adictivo, aún recordaba el torpe primer beso que se dieron, fue muy torpe de parte de Jake y SungHoon reía un poco en su interior por el intento de Jake por seguir el ritmo de labios.

Sus belfos siempre fueron así de adictivos, una vez que empezaba a besarlo, podía no detenerse hasta que Jake se lo pidiese, pero en este momento, ninguno quería separarse.

La fiebre de Jake aumentó un poco por el sonrojo de sus mejillas, sus labios se movían en un ritmo tan parsimonioso y atrevido a la vez.

Sunghoon se separó por unos escasos segundos, solo quería ver el rostro de su novio, pero Jake volvió a atraerlo besando sus labios nuevamente.

— No te detengas — Jake habló sentándose en el regazo contrario para poder menejar el beso.

— Oh, amor, no pensaba hacerlo — tomó sus caderas volviendo al beso, si que esos labios eran su perdición, esponjosos y siempre dulces, pero esta vez con un sabor especial gracias a la paleta de fresa.

Todo en Jake era así de perfecto.

El calor en el cuerpo de Jake cada vez aumentaba un poco al pasar de los besos, pero la temperatura de Sunghoon igual subía, como una fiebre.

Por poco y se olvidaban que Jake estaba enfermo, si la tos de Jake no lo hubiera atacado en ese momento, seguro seguirían muchos minutos más entre caricias y besos desenfrenados.

Jake se separó del beso y dentro de su brazo, empezó a toser dentro de la curva de su codo, cuando paró, miró apenado a Sunghoon.

— Lo siento… — se ocultó en su pecho, había roto el ambiente.

—En realidad… hay algo que tengo que decirte — pondría de pie su plan malvado y ante la mirada de Jake, habló — Me despidieron… no podrás tener las mismas cosas que siempre te di, no podré cumplir todos tus caprichos… Lo siento.

Era mentira, en realidad fue ascendido, pero quería ver la reacción de Jake, era una pequeña broma.

— ¿Enserio? — Sunghoon asintió — Oh, Honnie, no siempre tienes que darme todo lo que quiero, yo igual, cuando terminen mis vacaciones, seguiré trabajando en las pinturas y esculturas que estaba haciendo y juntos juntaremos dinero.

Jake era especialista en dibujo, tallado y esculpismo, los primeros años que salía con Sunghoon, este era su Musa, siempre lo dibujaba, dormido o posando para él, le encantaba hacerlo, pero cuando consiguió un trabajo con buena paga, se llenó de felicidad al saber que él también podría consentir un poco a su novio.

En ese momento estaba de vacaciones por 4 meses para seguír nuevamente con el tallado y pintura.

Sunghoon sonrió, sabía que Jake reaccionaria así.

— Caíste — Sunghoon rio ante la mirada algo preocupada de Jake — Amor, no me despidieron, fui ascendido, pero quería ver que dirías — volvió a reír.

— Igual juntaremos dinero — abulto sus mejillas — ¡Tengamos un hijo! — habló feliz dejando a Sunghoon en shoock.

— Jake… eres hombre… no pod-

— Un cachorrito ¿no crees que sería bonito tener un perrito? — se imagino un cachorro correteando por la casa.

— Ah… sí, ¿quieres uno? — hablo quitando los anteriores pensamientos.

— ¿Me lo daras si te lo pido?

— Haría cualquier cosa por verte sonreír.



✎ COLD ¦ Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora