Capítulo 04: Rutina

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"Estás seguro entonces."

"Si."

"¿Absolutamente seguro?"

"No del todo, pero sí."

Six suspiró.

"Bien. Pero si hace algo, no  volveremos"

"Me parece justo"

Caminaban hacia la casa de William, con la intención de probar la teoría de Mono y, con suerte, conseguir algo más de comida. El estómago de la niña retumbó, recordándoles su misión. Mono se alegró de que ya no tuviera esos dolores de hambre de los que hablaba. Sonaban horribles. Ahora, tenía una especie de "agujero negro" en el estómago, al menos así lo describía. Podía comer y comer, pero nunca estaría satisfecha.

Eso... No era mucho mejor, pero aún así era un buen cambio de estar obligada a comer ratas crudas, en la humilde opinión de Mono.

Él... No estaba seguro de por qué sus habilidades permanecían intactas cruzando mundos. El hambre de Six, a pesar de haber disminuido mucho, seguía ahí. Y Mono estaba dispuesto a apostar que los suyos también.

No es como si estuviera tratando de averiguarlo.

Intento liberarse de ese pensamiento. Eran sus poderes, no los de Mono. Él no los quería.

De todos modos, la casa de William apareció en la distancia como un espejismo espantoso. Era el atardecer. Un momento perfecto. No era demasiado oscuro para que el hombre pudiera estar dormido, pero tampoco demasiado brillante para que pudieran ser vistos. La mano de Six casi estrangula la suya. Mono respiró hondo y comenzó a trepar hábilmente la valla, ambos cayeron abajo sin hacer ruido.

Caminaron alrededor de la casa, dirigiéndose hacia el patio trasero, luego se acercaron al lugar de donde había venido el hombre la última vez. Miraron la puerta brevemente. Six vió a Mono expectante. El chico extendió una mano delgada y probó el pomo de la puerta, sintiéndose un poco fuera de lugar. Todavía no estaba acostumbrado a que las cosas fueran de su altura.

La puerta no se movió.

Mono miró a su alrededor. No había... No había nada con lo que pudiera romper la puerta ¿Verdad? Sin hachas, ni nada que pueda cortar bien y rápido. La puerta tampoco estaba hecha de madera. Entonces, ¿Qué podían hacer?

Six tiró de su manga, guiándolo detrás de la casa.

¡Una ventana!

Mono saltó y se empujó hacia arriba, abriendo la ventana lo suficiente para que pudieran pasar. No quería romper el cristal si era posible. William los mataría. Sin embargo, estaba a mitad de camino cuando escuchó un fuerte estruendo proveniente del interior de la casa. Miró hacia arriba, alarmado.

William estaba parado frente a él, boquiabierto, con una camiseta y pantalones cortos. Sostenía una taza de algo humeante y había una cuchara en el suelo.

Mono tragó pesado. Ups...

.

.

.

William no estaba seguro de si estaba soñando.

Tal vez las pastillas para dormir que tomaba a veces —la basura que veía en el trabajo no desaparecía por sí sola— lo estaban haciendo ver cosas. Quizás el café se había echado a perder. Tal vez se había vuelto loco por completo.

Seguramente esa era la razón por la que estaba viendo al niño de esa noche a la mitad de su ventana a las 6 pm. Un domingo.

El chico, Mono, se recordó a sí mismo, gritó en voz baja después de unos segundos de mirarse asombrados de ambas partes, y rápidamente salió por la ventana. William volvió a dejar la taza en la mesa imprudentemente y prácticamente salió corriendo, casi resbalándose con la cuchara caída, apenas se agarró con una mano de un mueble que estaba cerca.

Mapaches || Little Nightmares AU (Spanish-version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora