teacher/professor

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Tadashi despertó abrazado a su novio, después de haber tenido una noche intensa, porque bueno, habían tenido sexo.
Su relación era perfecta y difícil a partes iguales porque Tadashi Yamaguchi tenía una relación amorosa con su profesor: Tsukkishima Kei.

Ver dormir a su pareja llenaba su corazón de una manera inexplicable, su cabello rubio ligeramente largo caía descuidadamente por su frente, sus pestañas largas y casi invisibles por su color reposaban en su rostro y su pecho subía y bajaba suavemente con su respiración acompasada. Ese era Kei y estaba enamorado hasta los huesos de él.

Ver ese lado del rubio lo hacía sentir la persona más afortunada del mundo, casi parecía una persona totalmente diferente en el salón de clases, porque bueno, el profesor Tsukkishima era conocido por ser cruel y reprobar a casi todo el curso, aunque también tenía fama por ser el profe más sexy. 

— ¿Tadashi?— preguntó adormilado mientras abría poco a poco los ojos.

— Hola.

— Ven aquí — indicó mientras abría sus brazos y Tadashi obediente se recostó en su pecho de nueva cuenta.

Kei le besó la coronilla y estrechó más sus brazos en su cuerpo.

— ¿Cómo te sientes?

— Bien, me duele la espalda, pero bien— contestó el pecoso.

— ¿Seguro?

El peli verde asintió con la cabeza.

— Bueno... también me duele el culo.

Kei soltó una carcajada y lo besó en los labios.

— Espera aquí— le indicó.

El mayor se levantó de la cama y salió de la habitación, dejando a Tadashi con el rostro sonrojado por ver el trasero pálido de su amante y la "cereza del pastel": la espalda de Kei estaba terriblemente rasguñada.

Después de unos minutos Tsukkishima volvió con un vaso con agua y una pastilla.

— Ten, cariño. Es un analgésico.

— Gracias amor.

El menor tragó la pastilla y su novio se sentó a su lado para hacerle mimos en el pelo.

Pero bueno, seguramente se están preguntando ¿cómo habían llegado a ese punto?

Hace siete meses Tadashi estaba empezando el último año de su carrera universitaria, con 22 años era un joven brillante con un futuro prometedor. Y en el primer día del curso después de toda la mañana sólo le quedaba una clase, específicamente física atómica. Había escuchado a sus compañeros hablar sobre el profesor, las chicas cotilleaban sobre lo apuesto que era y algunos otros se referían a él como un grandísimo hijo de puta y que seguramente reprobarían.

Eso puso nervioso a Tadashi, no sabía que esperar. Pero sin duda acabó sorprendido con aquel hombre alto y apuesto, casi etéreo que ingresó al aula vistiendo un traje sastre color marrón, y con un maletín en mano.

El aula quedó en completo silencio, el rubio dejó su maletín en el escritorio y se acercó a la pizarra, donde con un marcador escribió.

"Dr. Tsukkishima Kei"

— Bienvenidos supongo, soy el Doctor Tsukkishima y seré su profesor de física atómica. Todo el peso de la calificación recae en el examen, mis clases son diarias y no podría importarme menos si vienen o no, esa es decisión de ustedes, si alguien quiere ir al baño o necesita salir del salón solo salgan no me gusta que me interrumpan y por último silencien sus celulares, si alguno suena mi clase se acaba. ¿Alguna duda?

Tsukkiyama Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora