Victoria Castillo Azzara, una aclamada y reconocida Doctora.
Dueña de una cadena de hospitales muy reconocida, los cuales llevan el apellido Castillo como titular.
Victoria lleva una vida bastante pesada por su gran cargo y responsabilidad de sus...
Después de que las cosas ya estaban mejor, Sarah se fue de la casa a comenzar una nueva vida junto al amor de su vida.
Yo, en cambio de cierta manera estaba triste por que mi pequeña había crecido y estaba haciendo su vida, pero también era muy feliz por ella.
Debido a la partida de Sarah Eva se quedaba más tiempo conmigo en casa, pero aún no en totalidad de mudarse. Eso fue lo que me hizo tomar la decisión de por fin dar a conocer lo nuestro.
Yo también merezco seguir mi vida y estar al lado de la mujer que tanto amo, al igual que ella merece que yo le de su lugar, por que a pesar de que ha sido algo difícil para mi ella lo a entendido y a estado a mi lado siempre.
Así que esta noche realizaré una cena con mi hija para poder contarle sobre mi relación con Eva.
- Ev, amor. Tenemos que hablar.
- Si, cielo ¿qué es lo que pasa?
- Amor, yo se que hemos esperado mucho, bueno me has esperado mucho y ahora, después de tanto, estoy lista para hacer lo nuestro formal en todo aspecto. Me e dado cuenta que eres mi vida entera y no quiero estar un día sin ti, que cada vez que no estás a mi lado los minutos me son eternos. Así que quiero que todo el mundo sepa la maravillosa mujer que se me a dado la dicha que este a mi lado.
Ella no dijo ni una palabra, solo las lágrimas salían de ese par de bellos ojos azules que me embelesan tanto. Le abrace y le bese y entre besos su llanto y el mío que se había echo presente también, fueron apaciguando poco a poco.
- Te amo tanto Vic, que las palabras faltan para decirte todo lo que me haces sentir…
Después de ello, terminamos haciendo el amor y ambas más felices que nunca.
Le conté después que había invitado a cenar a Sarah y a su prometida, y ya que había olvidado ese detalle por estar haciendo el amor, nos levantamos rápidamente e hicimos la cama y nos entramos a dar una ducha.
En tiempo récord terminamos y nos arreglamos para después bajar a hacer la cena y poner la mesa. Cuando estaba casi lista se escucho el timbre de la casa, eran ellas y mis nervios comenzaban a aparecer.
Eva se me acerco a mi me dio un beso, me regalo una sonrisa tierna y me saco fuera de la cocina para que fuera a abrir. Tome la manija de la puerta, tome aire y la abrí.
- Hola cariño – abrazo - ¿Cómo estás?
- Muy bien mamá ¿y tú que tal?
- Bien, extrañándote mucho mi niña.
- Oh mamá, también te echo de menos.
- Y tú. Mi otra preciada hija, que hermosa estas y que bien te ves.
- Gracias Vic, eres tan linda, te adoro.
- Y yo a ustedes. Bueno entren, la cena esta casi lista.
Entramos, las chicas dejaron sus cosas y nos dirigimos hacia el comedor de donde salió mi hermosa Eva con su bella sonrisa y la charola de la comida en manos.
- Bonjour chicas.
- ¡Eva! Que agradable sorpresa, me alegra verte aquí.
- Y a mi verlas a ustedes, me alegra tanto que vinieran.
Durante la cena mis nervios iban de arriba a abajo, pero me tranquilizaba un poco cuando Eva lo notaba y tomaba mi mano por debajo de la mesa. Fuera de eso, la cena fue bastante agradable y divertida, pasar tiempo con ellas me encantaba.
- Todo estuvo delicioso chicas. Les quedó de maravilla la comida, mis felicitaciones a las chef.
- Oh Lore querida, todo gracias a Eva quien fue la que preparó la cena, yo solo ayude un poco.
Seguimos una charla tranquila durante un rato hasta que decidí que era momento de decir el tema principal por el cual habíamos realizado esta cena.
Así que me decidí por levantarme y comenzar a hablar, pero los nervios me traicionaron y no me salieron las palabras de la boca, lo cual me hizo ponerme peor y lo único que se me ocurrió fue retirarme y caminar lo más pronto a la cocina.
Cuando entre me recargue sobre la barra de cocina y mis lágrimas amenazaban con salir y mi respiración era entrecortada. De pronto sentí unos brazos que rodeaban mi cintura y me pegaban a un cuerpo cálido el cual ya conocía perfectamente.
- Ya, tranquila amor. Vamos, voltea y mírame.
Eso fue lo que hice y aun estando entre sus brazos la cercanía era mucha, por lo cuál quedaba más cerca de ese par de bellos ojos que me transmitían tanto amor y ternura.
- Vic, amor tranquila si, si aún no estás lista podemos esperar ok, lo sabes.
Ella me hacia que todo ese nerviosismo y esos miedos que sentía en ese momento desaparecieran como por arte de magia. Tome su rostro entre mis manos y le dije:
- No, amor. No quiero esperar más, lo haré. Estoy y e estado cien por ciento segura, solo que los nervios me traicionaron bastante. Pero, contigo a mi lado, soy Batman si quiero.
- Oh mi amor, eres tan adorable y me gustaría verte con algo sexy de Batman pronto.
- Ay Ev.
Solé una pequeña carcajada y le bese.
- Bien amor, lista.
- Lista.
Entrelazamos nuestras manos y salimos de nuevo hacia el comedor donde estaban las chicas.
- ¿Estás bien mamá?
- Si cariño… Sarah, cuando te llame esta tarde te comenté que tenía algo importante para decirte.
- Si, lo recuerdo mamá. ¿Y que es eso importante que quieres decirme?
Antes que empezará a hablar Eva volteó a verme y me susurro algo y después comencé a hablar.
- Bueno, no se como comenzar. Solo se que paso y es algo que jamás imagine y algo que jamás había sentido, nunca podía imaginar que yo, bueno que…
Estaba comenzando a hablar incoherencias así que solté un quejido de frustración y respire tratando de calmarme.
- Vamos mamá, tranquila, solo dímelo tal cual.
Ya más calmada puede decidirme a hablar nuevamente.
- Bien, Sarah, hija, verás, no se en que momento paso, pero doy gracias a ello ya que soy muy feliz por esto, y no quiero ocultártelo ya que eres mi hija y me importa que tú lo sepas. Hace algún tiempo atrás, llegó una persona muy especial a mi vida, la cuál hizo que diera un cambio muy radical en ella, pero un cambio el cual me dio una felicidad inmensa, jamás pensé que pudiera pasar, pero me enamoré de ella y ella de mi. Ella me hizo ver la vida con otros ojos, despertó en mi sentimientos que creí que jamás sentiría de nuevo…
Y hoy hija quiero que sepas quién es esa persona de la cuál me enamoré perdidamente y que se adueñó de mi corazón... y a la cuál amo con el alma.
Mientas decía esto ultimo, no pude evitar voltear y mirar a Eva la cual aún sostenía mi mano. Ella me miraba y sonreía como nunca y yo como siempre me perdía en su mirada. Así que sin decir más, me acerqué a ella y la bese y como en cada beso, le dejaba las palabras de mi alma grabadas en sus labios.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando nos separamos me sentía tan bien, ya no me importaba nada, así que solo suspire y me recosté en el hombro de Eva por lo feliz que me hacia y por que ya mi vida era transparente, sin ocultar nada, menos algo tan hermoso como lo es nuestro amor.
El silencio reino en el lugar, nadie dijo ni una palabra. Sarah sólo se quedaba mirando a la nada con una cara seria y pensativa. Lo cual esto me estaba comenzando a desesperar y ella no dijera nada. No dejaría a Eva si a ella no le gustaba, ella tendrá que entenderlo.
- Sarah yo…
- Lo ves amor Ja, lo sabía dame mis 5 dólares.
Dijo esto soltando una carcajada y viendo a su prometida. Lo cual me hizo sacarme de casillas y ponerme bastante molesta.
- Pero que carajo… ¡Sarah! acabo de contarte algo importante de mi vida y tú y tu prometida están haciendo no se que rayos y además te da risa.
- Lo siento mamá, pero es que no lo pude evitar. Es que ya lo sabía, desde el primer momento en el que decidiste traer a Eva a la casa y presentármela como tu amiga y colega. Sabía que algo pasaba o que quería pasar. Te conozco madre y se que sentías cosas por Eva y que después con el tiempo ustedes pasaron a tener una relación más cercana.
- Pero como – dije sorprendida – si siempre trate de mantenerme al margen, porque me daba temor a que lo supieras y como podía suponer un mal cambio de tu percepción hacia mí.
- Mamá, por favor, era tan obvio, todas lo sabíamos, solo esperamos a que dieran el paso y se animarán a decírnoslo . Pero bueno, eso ahora ya no importa, lo que importa es que mamá, te amó y tú felicidad es mi felicidad. Como podría cambiar en algo esto, si mira yo también estoy con una mujer, y tú me amaste tal y cual soy y me diste tu apoyo incondicional cuando te confesé que era gay. Mamá, para el amor no existe sexo, ni edad, ni lo que para los demás es correcto u incorrecto. Amor es amor y si ella te hace feliz, soy feliz por ti, soy feliz por ambas.
- Oh, Sarah…
Comencé a llorar sin darme cuenta y Sarah también lo hacía, así que nos abrazamos para después se nos uniera Eva y Lore. Después de ello, rompimos el abrazo y nos dirigimos al Living para brindar. Y entre risas y anécdotas que contaba Sarah de como tenía planeado hacer que confesáramos nuestra relación, le conté que Eva se mudaria conmigo para vivir juntas y así empezar nuestra nueva vida.
Fue una noche bastante buena, llena de sentimientos y emociones. Cuando las chicas se fueron Eva y yo subimos a la habitación, nos pusimos la pijama y nos acostamos. Nos mirábamos fijamente mientras nuestras piernas se enlazaban al igual que nuestras manos.
- Te amo.
- Je t'aime .
Me acerqué más a ella acurrucándome en su pecho mientras la rodeaba con mi brazo, así fue asta que el dulce aroma de su piel y su calidez me hizo quedar profundamente dormida.
“ En el cálido de su piel, encontré mi ser. Si, mi ser. Un ser que durante mucho tiempo su alma estuvo perdida en un oscuro vacío, donde la neblina no dejaba ver su frágil cuerpo y no resplandecía nunca un rayo de luz...
Nunca, hasta que ella apareció y con el azul de sus ojos pinto su cielo y con lo bello de aquella sonrisa iluminaron rayos de sol, disipando la neblina y mostrando la más bella flor.
Se convirtió en su amada, en su paraíso, en su salvación.