Un Invitado Indecente

81 7 3
                                    

NARRA NAMI

Me levante temprano y si fuera poco casi no dormí pensando en ese tipo. Me pase casi todo el día charlando con Noyiko, fuimos a recolectar naranjas como antes y luego ella se fue a dormir un rato, yo por mi lado...le deje una nota diciendo que saldría un rato a despejarme por el estrés de todo este tiempo.

Llegue a las orillas de la isla me quite los zapatos para sentir el agua que llegaba a la orilla, todo estaba tranquilo, era la única por lo que era de tarde y el sol se estaba ocultando. Sentí como alguien me observaba como deleitándose con mis risas y toda mi energía.

-¿Quién anda ahí?

Buscaba con la mirada y vi a silueta de un gran tipo a lo lejos, no dude y le lancé un rayo, dejándolo en el suelo. Al escuchar su grito supe quién era.

-KID- corría hacia el- ¿te encuentras bien?

-¿te parece- soltó un rayo por su cuerpo- que si?

-lo siento-lo ayude a pararse- no me di cuenta que eras tú.

-pues deberías tener más cuidado- seguía adolorido.

-un momento- me subí a una nube para tenerlo cara a cara- ¡¿Qué se supone que haces aquí, tonto?!- lo jale de su pelo todo rojo- ¡me asustaste!

-¡ya para, duele!-se quejó.

Lo solté y volví a pedí que me explique:

-sigo esperando respuestas- cruce los brazos.

-primero bájate de esa nube, te ves ridícula.

-¿Qué dijiste?- hice puño enojada.

-tranquila, solo decía- trato de calmarme- me quedare aquí un tiempo.

-¿eh?, porque motivo te quedarías aquí y que ganarías estando aquí?- me interrumpió.

-shh, hablas mucho.

Lo golpee dejándolo en el suelo, se repuso y seguía en mi nube esperando una buena respuesta ¿Por qué motivo estaría aquí? Sentía que perdía mi tiempo, tome un suspiro y baje de la nube para irme pero él me detuvo.

-espera, estoy aquí por ti.

-¿por-por mí?- sentí como me sonroje al igual que él, solo que yo no disimulaba- que tonterías dices.

-es enserio- suspiro- ya han llegado noticias de que perteneces a este mar y varios vendrán por ti, no te vendría mal una mano.

-yo nunca te pedí ayuda.

-y que pasa si Teach

-ME PARECE BIEN, QUEDATE TODO EL TIEMPO QUE GUSTES.

Por no dejarlo terminar su oración lo abrace y cuando me di cuenta me avergoncé mucho y lo solté.

-bueno y si te quedaras... ¿Dónde vivirás?

-en mi barco, donde más?

Este tonto debe haberse quedado solo, tome su mano para llevarlo a mi casa, una que me hicieron los del pueblo para cuando regrese. Todo el camino se la paso quejándose hasta que por fin llegamos.

-ya suéltame- lo solté.

-ya llegamos.

Ambos entramos y cerré la puerta cuidando que no entre nadie, al voltear ya se había echado en uno de los muebles.

-oye, baja los pies.

-vale, ¿Cómo supiste que mi tripulación se fue?-bajo los pies, yo seguía parada.

Mi ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora