Y quién diría que habría mundo
tras los valles de tus clavículas.
¿Sabes qué?
sigo buscando tu nombre sellado
en las bocas de aquellos
que no producirán un eco
tan grande
como aquel que dejaron tus besos.
Y he llegado a la conclusión de que
te tengo tan hundido en mí
que no sé en qué parte terminas tú
y en qué parte comienzo yo.
Porque llegaste a gustarme más
que una tarde de otoño.
Ahora, sin embargo,
parece que las calles lloren
tu ausencia.
Y me parece increíble que un dolor
pueda llegar a tener una sonrisa tan bonita.
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Starlight #Wattys2015
PoetryAndemos con cuidado. Todavía se mira mal a aquel que se acuesta con dos mujeres distintas, y no al que promete quererlas.