Todas las chavas le están cuestionando si se sentía atraída a alguien, a lo cual Max no sabia que responder, debido a que no le interesaba realmente algún chico. No podía negar que algunos se vestían de una forma llamativa y atrayente, pero realmente la idea de estar con uno le daba nauseas.
Desde que tiene uso de razón detestaba a los niños, no le agradaba ver como estos solían ser groseros con las demás niñas. Simplemente no podía amar a quienes agredian a las que ella amaba. En el kinder recordaba como los niños solían jalarle el cabello a las niñas, y las maestras siempre contestaban ante esto que era normal, y que probablemente los niños están buscando su atención.
Había una persona que había capturado la atención de Max, pero no era un hombre, era Daniela. Era la única persona con la que se sentía con la confianza de hablar, debido a que era extremadamente tímida y por ende no podía hablar con las demás niñas o niños.
—Oye, deberíamos jugar a algo diferente, me aburrió jugar a las escondidas. —Exclamó Daniela a Max, mirándola con una mueca en la cara debido a su frustración de perder.
—¿Entonces a qué quieres jugar? Ya se llevaron los juguetes los demás y no hay nada con qué jugar. —Respondió Max a Daniela.
—Mmmmm... —Daniela miraba a Max con una mirada muy pesada, tenia algo entre manos pero Max no detectaba esto. —Podemos jugar a la mamá y al papá, yo pido ser el papá.
—¿Bien? ¿Pero cómo se juega? —Cuestionó Max, realmente jamás había escuchado de ese juego.
—Solo cierra los ojos y yo te enseño, lo vi en una pelicula que vió mi mamá. —Le respondió, a lo cuál la pequeña Max procedió a cerrarlos. —No los abras aún, ¿eh?
Entonces sintió unos labios en sus labios. Pero se sentía tan maravilloso y mágico.
Había visto en las películas y series que es normal besarse, pero jamás había visto que dos mujeres lo hicieran, se sentía extraño, pero también se sentía bien.
Su amistad era muy especial y mágica, simplemente la serotonina desbordaba cada vez que veía a Daniela. Era tan buena persona, la escuchaba cuando hablaba de las peleas que sus padres tenían, me decía las palabras que necesitaba escuchar y podía sentirse querida. Quizás es triste, pero era su única red de apoyo. Daniela se estaba volviendo una adicción, porque era mejor que los dulces y los juegos. El amor siempre será la adicción mas fuerte.
Pasaron los años y su amistad se había vuelto mas fuerte. Cursaron juntas toda la primaria y se inscribieron en la misma secundaria.
Al mismo tiempo la relación de los padres de Max se había vuelto poco a poco mas tóxica, y sofocaba a Max. Diario lloraba al escuchar los gritos de sus padres, no quería verlos separados y tener que elegir vivir con uno, pero tampoco quería verlos infelices. Solo quería una familia cálida, y regresar a los tiempos de la niñez cuando todos jugaban juntos, como por ejemplo en aquella navidad en la que le compraron un juego de mesa y todos estaban divertidos jugando. Esa navidad fue especial, su padre decidió no trabajar y su madre estaba de buen humor. Sin embargo, debió de aprovechar mas esa navidad debido a que fue la única navidad feliz que tuvo.
Quizás hubiese caido en un episodio depresivo, pero ahí estaba Daniela. Daniela era su red de apoyo, siempre la dejaba quedarse en su casa, escuchaban música juntas y con ella pasó unos momentos mágicos.
Hay que imaginar como Max la mayor parte del tiempo estaba triste por las peleas de sus padres, pero que los únicos momentos en los que su cerebro generaba serotonina era cuando estaba con Daniela. Obviamente era de esperar que se condicionaria a relacionar la felicidad con ella. Y esto era reciproco, Daniela tenía problemas en la escuela debido a su dislexia, los maestros siempre la humillaban y de vez en cuando se burlaban de ella por no ser buena en deportes, pero Max estaba para ella. Era algo mutuo.
En una ocasión se salió de clases en una ocasión para ir con ella a pasear a un parque. Fue emocionante para Max el disfrutar de ese paisaje tan verde y natural. En el fondo quería sentir que tenía el control de su vida, y que no dependía de un adulto.
Sin embargo Max tenía mucho miedo, el cual se convirtió en angustia al regresar a su hogar. También tuvo que ver que Max estaba pasando una etapa de su vida donde tenía un pensamiento egocéntrico, por lo que tendía a pensar que los adultos se fijaban mucho en lo que ella hacia, pero la realidad era muy diferente, debido a que realmente cada quien se preocupaba por sus propios problemas.
—A-aquí está mi receta médica, maestra. —Tartamudeó una nerviosa Max a su docente de tercer grado de secundaria. Temía que se enterara de que se escapó de la escuela y le diga a sus padres.
Pero pasaron las horas después de regresar de la secundaria y no reclamaron nada, como si no hubiese pasado algo. Fue un alivio para esta mujer de estatura baja porque entonces valió la pena disfrutar ese día.
Lástima que aquellos momentos se acabaron mas pronto que tarde.
Un día Max llegó al salón como de costumbre y notó que Daniela no estaba ahí como era costumbre. Por unos instantes pensó que quizás se le hizo tarde, pero al llegar al segundo periodo interiorizó que simplemente no vino ese día. El problema fue al ver que ya no la volvió a ver. Le mandó mensajes a su celular pero no le llegaban. La escena que más se repitió en ese entonces fue Max acostada en posición fetal con el celular cerca, esperando saber algo de Daniela. Se había preocupado.
A pesar de su ansiedad social la angustia de no saber algo de su mejor amiga era mas fuerte, entonces Max habló con la tutora del grupo para preguntar si sabía algo de Daniela, y esta le respondió amablemente que ella se cambió de escuela.
No se sentía realmente triste al punto de llorar cono muchos pensarian, se sentía vacía. El problema de esta palabra es que es una palabra sumamente poderosa, pero que muchos no comprenderán su significado, ya que al no haber experimentado lo que es no encontrarle un sentido a seguir existiendo y comenzar a sobreanalizar ciertas cosas confunden el vacío con lo que es la tristeza. Comenzó a sentirse una espectadora de su propia vida, no se sentía como si misma, lo cuál no es una sensación bonita de tener y los que la hayan experimentado lo comprenderán totalmente. Le dolía esto, quería dejar de sentirse así pero simplemente no podía.
Ella tenía otras amigas, pero no sentía el mismo amor que sentía con Daniela. Por supuesto todas dieron su apoyo a Max, porque se notaba en su mirada el reflejo de un vacío existencial, como si le quitaras a su preciada Molly a un chico.
Entonces comenzó a hablar mas con un chico que se llamaba Esteban. No iban en el mismo salón. Él sabía lo cercanas que eran Daniela y Max, y la apoyó en su duelo. Esteban era un chico sumamente carismático, era un chico que quizás era el sueño de mas de una.
Era alto, delgado, de tez pálida, cabello castaño y ojos morenos. Tenia una ceja gruesa y una cara con forma mas cuadrada que redonda.Él para motivarla a seguir adelante la invitaba a su casa para jugar videojuegos. Jugaban principalmente algun juego de la saga fe Grand the Autos. Poco a poco Maz recuperó su estabilidad, y volvió a saber lo que era sentirse emocionada por salir o extasiada por una persona.
Aparte de apoyarla jugando videojuegos con Max, le aconsejó escribir historias para poder desahogar lo que sentía. Leía sus escritos y reforzaba esto al elogiarla. Max se sentía capaz y comenzó a tener mejor autoestima.
A veces se salia de su salón para ir al salón de Esteban y platicar con él y unos amigos que tenían en común, se sentía otra vez querida. Estaba recuperando su felicidad. Sentía que estaba viviendo el sueño de sentirse amada. Salían juntos a comer pizzas, o a comer helado y platicar en un parque cerca de la secundaria en la que estudiaban. Subian a cada rato post donde etiquetaban a Max diciendo como estavan disfrutando esa época al haber conocido personas increíbles.
Y simplemente pasó. Él le confesó que se sentía atraído a ella, y ella no supo cómo reaccionar. Lo hizo en la fiesta de graduación al salir de esta ceremonia. Max le pidió que si lo podía pensar, a lo cual el accedió a esperar su respuesta.
Y al final ella aceptó, porque suponía que lo que sentía era atracción a él. Además eran hombre y mujer, eso era la norma... ¿No?
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Al límite
Teen FictionMax Gómez es una mujer que tiene emociones que se desbordan y no logra comprender qué es lo que tiene. La inestabilidad la abraza mientras se encuentra entre el límite de la neurosis y la psicosis. ¿Encontrará la estabilidad que necesita para su vid...