Círculo recto - Jenlisa

Capítulo XV

El aire cálido del hotel tiene una agradable sensación en mí. Finalmente llegamos, pero mi corazón se hunde cuando miro los alrededores. La pared está llena de etiquetas y algunas salpicaduras similares a sangre seca. No puedo explicar el fuerte olor que emite el hotelero, pero estoy bastante segura de que no se bañó durante días.

Cuando pienso en este hotel, escalofriante sería insuficiente. Me muerdo los labios mientras miro el suelo mohoso y la rata que acaba de pasar.

"No creo que sea una buena idea". Le digo a Lisa, esperando que esté de acuerdo para que podamos dejar este lugar de mierda.

Ella se encoge de hombros y camina hacia el posadero. Él está durmiendo en el mostrador, pero cuando ella toca el timbre del hotel, él se endereza y nos mira con sorpresa.

"Precioso. ¿Estoy en el cielo?" dice, admirando la belleza rubia que sonríe.

"Gracioso. ¿Tienes dos habitaciones para pasar la noche?"

Aunque el hotel no es la mejor opción que podemos tener, es solo por una noche. No debería darle mucha importancia.

"¡Sí! Tenemos muchas habitaciones. Aquí está la llave. Está en el primer piso. Por favor, avíseme si necesita mi ayuda", nos sonríe y posa sus ojos en Lisa.

El dolor en mi hombro se vuelve aún peor. Hago una mueca de dolor y convierto mis manos en puños. Desafortunadamente, después de diez minutos de sufrimiento en silencio, todavía no desaparece.

"¿Está herida, señora?" Me pregunta con una mirada preocupada que hace que Lisa me mire. Finjo una sonrisa y niego con la cabeza.

"Estoy bien. Gracias por preguntar", agarro mi llave y procedo a alejarme.

Puedo sentir a Lisa a mis espaldas, pero no me importa. Todo lo que quiero es encontrar mi cama y dormir lo más rápido que pueda. Intento ignorar la pared llena de palabras amenazantes y sangre.

"Voy a llamar a un taxi a las nueve de la mañana, así que no te despiertes demasiado tarde", le informo, sin esperar una aprobación.

Inserto la llave en la cerradura y entro a mi habitación. Es pequeño pero puedo soportarlo. Durante mi infancia, mis padres solían enviarme a un campamento de verano donde me obligaban a dormir en una habitación estrecha durante dos meses.

Suspiro ante el olor a alcohol y sudor que invaden la habitación. Abro las ventanas y respiro hondo. Después de tomar algunas aspiraciones de aire fresco, cierro la ventana. No voy a dejarla abierta. Estoy en la planta baja, lo que significa que todos pueden saltar por la ventana y ser impredecibles.

Siento una punzada en el pecho cuando escucho la puerta de mi habitación cerrarse y pasos que se acercan a mí. Al darme cuenta de que olvidé cerrar la puerta con mi llave, me congelo en el lugar y empiezo a entrar en pánico. Contengo la respiración y me vuelvo para ver a Lisa con una bolsa en las manos.

Dejé escapar un suspiro de alivio y puse mi mano sobre mi corazón acelerado.

"¡Me asustaste muchísimo!" Grito mientras ella deja la bolsa en mi cama. La luz de la luna proyecta el rostro, iluminando sus líneas curvas, como sus labios regordetes. Con cada segundo que pasa, me vuelvo más curiosa e impaciente con su repentina presencia. Mientras la miro sonrojada y confundida, ella se sienta en mi cama y mira dentro de su bolso blanco.

"Le pedí al chico de la recepción un botiquín de primeros auxilios", dice casualmente antes de arrojar un montón de vendas y un spray desinfectante en la cama pequeña. "Ven aquí."

A pesar de que su comportamiento frío hacia mí todavía está ahí, puedo ver que está comenzando a ablandarse conmigo. Me acerco a la cama sin pensar y me siento en el borde del colchón frío. Mi corazón da un vuelco cuando empuja mi cabello hacia un lado para que mi hombro herido esté a la vista.

"Me va a doler un poco", me advierte antes de palmear el corte profundo con un algodón húmedo.

Aprieto los dientes y dejo escapar un pequeño chirrido. Agarro la sábana y cierro los ojos. Me pica mucho pero puedo manejarlo. Sus movimientos son lentos y delicados. Ella está haciendo todo suavemente y estoy agradecida de que no haya tratado de tomar represalias presionando más fuerte en mi corte.

"Listo", dice detrás de mí después de aplicar un vendaje.

La miro por encima del hombro y sonrío un poco. "Gracias."

Con un ligero brillo en sus ojos, me lanza otra mirada ilegible. Una parte de mí espera que ella salga de la habitación y, sin embargo, aquí estoy, esperando que se quede. Tuvimos varias fiestas de pijamas pero siento que todo... ha cambiado ahora.

Empezando por la forma en que nos vemos.

"Yo... debería irme", dice y se levanta de mi cama.

Antes de que salga de la habitación, hablo: "¡Lisa!"

Se vuelve hacia mí con ojos brillantes y verla tan vulnerable me sorprende. Pensé que ella era insensible conmigo ya que le dije que no aceptaba su sexualidad. Realmente pensé que ella no se preocupaba por mí, pero ¿Por qué está a punto de llorar? Mi boca se abre pero no sale ningún sonido. Hay un latido de silencio, pero estoy bastante seguro de que puede escuchar los latidos de mi corazón.

"Está bien", me sonríe y sale de la habitación.

Inspiro profundamente y caigo en la cama. El aroma de su perfume permanece en el aire quieto haciéndome pensar en ella aún más. No sé, siempre estoy pensando en ella estos días. Parece que ancló su rostro y todos sus amables gestos en mi mente. Dios, odio cuando ella está siendo dulce conmigo. Hace que me guste aún más. Suspiro y paso mis manos por mi cabello. Mi madre me dijo que me mantuviera un poco alejada de ella, pero eso es difícil porque a lo largo de todos los años que pasamos juntas, ella ha construido un lugar especial en mi vida. Un lugar omnipresente en silencio y sin problemas como en casa.

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⅖ 🖤