35. La princesa del inframundo

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Maria

-Bien entonces esperemos- Dije sentándome -Descansen-.

-Maria ¿Cómo puedes estar tan tranquila?- Preguntó Marck sentándose a mi lado.

-¿De qué hablas? estoy muy angustiada- Dije y era verdad.

-No lo pareces- Dijo Aura acercándose.

-Bueno ya lo dije antes, aunque si estoy angustiada debo calmarme para saber qué es lo que pasa con los oniros- Dije cerrando los ojos -Puedo ver lo que ellos ven-.

-¿Y qué están viendo?- Dijo Marck.

-Veamos Fantaso está en un pueblo solitario, pero solo eso solitario, Fobetor está cerca de una montaña supongo, pero no parece haber nadie y Morfeo esta...- Brinqué del sillón y caminé hacia Cristhian.

-¿Maria?- Escuche a Marck decir.

-Oye Cristhian necesito tu auto- Dije seria -Vi a alguien-.

-¿Felix?- Cristhian se levantó de su lugar.

-Puede ser, pero puede que no- Dije mirándolo -Es alguien que está herido y necesita ayuda-.

-Bien, vamos- Dijo, pero lo detuve.

-No, voy a ir con Marck y con Aura tú quédate y descansa hombre- Dije y Cristhian obedeció -Si es Felix lo traeré para acá si no lo es solo lo llevaré a un Hospital-

-Aura, Marck Vámonos- Dije -Tu también Tláloc- salimos de casa.

Subimos al auto y conduje, Marck iba de copiloto y en el asiento trasero Tláloc y Aura mantenían una conversación.

-Oye Maria- Dijo Marck -¿Era Felix?-.

-Eres igual que Cristhian- Dije riendo -No lo sé, es alguien herido-.

Marck solo miró al frente, el camino fue callado.

-Yo estuve aquí - Dijo Tláloc.

-Bien aquí es- Baje del auto -Vamos-.

Los chicos bajaron del auto y me siguieron por un largo camino.

-¿Una mina?- Dijo Marck -Parece estar vacía-.

-Si, es una mina- Dijo Tláloc -No hace mucho vine aquí, una chica mexicana me llamó, pero para cuando llegué la chica parecía estar aterrada, no pudo decirme nada, inspeccioné la zona, pero no parecía haber nada-.

-Morfeo está cerca- Dije pensando en lo que Tláloc dijo.

-Revisemos- Dijo Aura .

-Veamos a Morfeo- Levanté mi mano y la cerré -Wow-.

La vista era impresionante, al parecer había unos 10 espíritus cuidando la entrada de una cueva algo ocultaban.

-Oh, parece que tenemos visitas- Dijo una voz femenina detrás de nosotros - Es mejor que se alejen-.

Los chicos voltearon y yo abrí mi puño rápido.

-¿Quién eres?- Pregunté mirándola.

- ¿Me escucharon? - Dijo acercándose a mi -Váyanse-.

-Uh que lastima- Sonreí de lado -No nos iremos primero entraremos a esa cueva-.

-No lo creo- Dijo la chica -Son simples humanos no podrán entrar.

-No nos subestimes- Dije mirándola más cerca -Déjanos intentar-.

-Pfft ¿Tienen tendencias suicidas?- Dijo muy seria.

-Si no sabes cuanto- Dije enderezándome -¿Entonces?-.

-No me haré cargo de sus cuerpos- Dijo la chica.

          

-Genial- Dije dando la vuelta hacia la cueva que estaba cerca -Vamos chicos-.

Caminamos muy poco y antes de llegar me concentre.

-¿Qué haces?- Dijo la chica.

-Oh nada, me despido mentalmente- Dije riéndome.

Seguimos caminando, en realidad iba controlando espíritu a la vez y con ayuda de los oniros iba deteniendo a otros.

-Imposible- Dijo la chica cuando llegamos a la entrada de la cueva -De casualidad ¿Conocen a Felix?-.

-No- Dije entrando a la cueva con los chicos detrás.

Mentí porque sabía que si había tanta seguridad era por que la persona allí dentro era importante.

-Oye tu- Dijo la chica en la entrada y cuando voltee a verla alzó la mano

Oh no, ¿este pueblo está repleto de dioses?

- ¡Maria! - Gritó Aura, cuando la mire era detenida por un tipo fuerte, también Marck estaba con ellos.

-Bien ¿Y ahora qué?- Dije mirando a la chica.

-Bueno, morirán igual que su amigo- Dijo la chica y todo fue oscuridad...

Recuerdo Maria

-Maria llegaron seis clientes- Dijo mi madre -Ve por su orden-.

-Si mamá- Dije y fui a atenderlos.

Cuando me acerque pude distinguir a cuatro chicos y dos chicas que estaban serios todos, pero hablando entre sí.

-Hola soy Maria yo voy a tomar su orden- Dije sonriendo.

-Gracias queremos Mmm tacos- Dijo un chico lindo que parecía ser el menor -Por favor-.

-Claro- Le guiñé un ojo y fui por su orden.

Los chicos parecían muy concentrados pero una vez que probaron la comida una sonrisa se dibujó en sus rostros.

-¿Es la primera vez que vienen?- Pregunté.

-Si, no tiene mucho que nos mudamos- Dijo una de las chicas.

-Muy bien, se van a enamorar de este lugar- Dije sonriendo -Provecho-.

Fin del recuerdo.

Podía sentir el suelo frío debajo de mí, las manos sujetadas con algo y las piernas inmóviles.

Abrí los ojos lentamente y frente a mi estaba una de las peores escenas.

-¿Marck, Aura y..?- Dije viendo a los chicos en la misma posición.

Aura lloraba en silencio estaba asustada, Marck hacía lo mismo, pero estaba segura de que no era por miedo ya que miraba a la persona en medio de ellos.

- ¿Ese es...- Dije abriendo los ojos lo más que pude -...Felix? -.

Marck solo me miró y asintió, en ese momento un escalofrió recorrió y el enojo me estaba comenzando a controlar.

-Felix- Dije -Despierta-.

-Oh no, él ya está inconsciente, las cadenas que los sujetan son inframunditas- Dijo la chica de hace un momento -Estas consumen el alma en cuatro días y el lleva tres, es un Dios así que para ustedes será suficiente con un día-.

-¿Cómo me las quito?- Pregunte tranquila.

-No puedes, solo un Dios del inframundo puede hacerlo, los humanos como ustedes no pueden hacer nada- La chica se reía.

-¿Por qué ellos tienen la boca cubierta?- Dije viendo a Marck y Aura.

-Porque no se callaban así que los hice callar- La chica lo decía como si nada, pero me estaba comenzando a hartar.

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